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Por R.K.  El escritor Marcos
Aguinis será finalmente el nuevo presidente de la DAIA, es decir el máximo representante
de la comunidad judía de la Argentina. Tal como adelantó Página/12 en exclusiva hace
una semana, Aguinis sucederá en el cargo a Rubén Beraja, quien dio un paso al costado
agobiado por la crisis del Banco Mayo. El escritor aceptó ayer la designación sobre la
base de que haya un consenso de todos los sectores de la comunidad judía, algo que se
empezó a tejer durante esta semana. La voz cantante la llevaron los grandes clubes
–Hacoaj, Hebraica, Macabi– y la organización social B’Nai Brith con el
acuerdo de los principales partidos políticos que actúan dentro de la colectividad.Como señaló este diario, el lunes pasado hubo una reunión de los clubes para impulsar una conducción de emergencia para la DAIA, seriamente afectada por las dificultades del Mayo. Hay instituciones pequeñas, colegios de pocos alumnos y comunidades del interior que dependían de la ayuda del banco. La crisis económica provocó incluso la suspensión del pago a los abogados que se ocupan de la causa por el atentado contra la AMIA. Para colmo, la caída del Mayo ocurrió apenas unos meses después de la crisis del otro banco relacionado con la comunidad judía, el Patricios, con la consiguiente debacle económica en la AMIA. En ese contexto, surgió el nombre de Aguinis como una personalidad de prestigio para encabezar la conducción que afronte un momento más que delicado. Las gestiones fueron realizadas por el presidente de Hebraica, Gilbert Lewi, contaban con el visto bueno de los otros clubes e instituciones y también parece haber acuerdo del sector político mayoritario, el laborismo, y también del sector que lidera el propio Beraja. La puntada final se dará el martes, en un amplio encuentro en el que participarán buena parte de las organizaciones de la comunidad judía. El mandato de Aguinis será de dos años y el escritor quiere tener todo el poder para elegir a los que lo van a acompañar en su gestión. “La idea no es repartir cargos en función de la fuerza de los distintos sectores sino elegir a la gente por su capacidad”, señalan quienes están cerca de Aguinis. El único compromiso que deberá respetar el escritor es la elaboración de estatutos democráticos para que en el año 2000 sea elegido el nuevo presidente de la DAIA. Si todo se desarrolla normalmente, habrá una asamblea general de la DAIA el 26 de octubre y es posible que ese mismo día Aguinis sea designado presidente e inicie su mandato. Su tarea no será nada fácil. Por un lado tendrá que afrontar la crisis económica de la comunidad y una reestructuración en la que se defina el futuro de muchos clubes y escuelas pequeñas que tienen dificultades para sobrevivir. Por otro lado, Aguinis deberá dar directivas para actuar en las difíciles causas judiciales relacionadas con los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel. En la comunidad judía hay una durísima crítica al Gobierno y a la Justicia por la falta de resultados en las investigaciones.
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