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El plantel de Vélez recuerda bien
a Carlos Bianchi

Unánime reconocimiento de sus ex jugadores. Aquel trabajo de 1993-96  los marcó, dejóhuellas en lo futbolístico y lo afectivo.

Carlos Bianchi ha sabido conjugar lo profesional y lo humano.
Perdió dos veces con sus ex jugadores por la Mercosur. ¿Y mañana?

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Por Adrián De Benedictis

t.gif (67 bytes) El técnico de Boca, Carlos Bianchi, fue una de las piezas fundamentales en los éxitos alcanzados por Vélez durante esta década. Desde su llegada a Liniers, a comienzos del ‘93, conquistó el torneo Clausura de ese año, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental del ‘94, el Apertura ‘95 y el Clausura ‘96, aunque partió hacia la Roma de Italia faltando cuatro fechas. La idea de promover jóvenes de las divisiones inferiores hizo que el plantel de Vélez se cotizara como uno de los más caros del fútbol argentino. Muchos de esos chicos hoy se encuentran consolidados en la primera de Vélez y guardan un gran recuerdo de Bianchi. Los jugadores que mañana volverán a encontrarse con su entrenador se expresaron con afecto hacia el conductor de Boca.
Uno de los que lo recuerda con gran cariño es el defensor Sebastián Méndez, quien confesó: “Tengo mucho afecto hacia él porque fue la persona que me hizo debutar en primera cuando apenas tenía 17 años. Me enseñó lo que es el fútbol profesional, las cosas que había que hacer y cómo comportarme. La verdad, le estoy muy agradecido”. Fernando Pandolfi, otro de los que debutó bajo el mando de Bianchi, tiene un sentimiento muy especial por el entrenador de Boca: “Si no hubiese sido por él, no sería jugador de fútbol. Cuando llegó a Vélez nadie me tenía en cuenta, y fue el único que me llevó a entrenar con la primera. Yo era muy chico y me fue llevando de a poco”. A su vez, Carlos Cordone explicó: “Me hizo debutar en primera y en el ‘94 me llevó a una pretemporada cuando yo ni jugaba en cuarta. Va siempre de frente y te dice las cosas en la cara. En particular le agradezco la confianza que depositó en mí”.
Los más experimentados de aquel grupo se emocionan cuando escuchan el nombre de Bianchi. Mientras que Chilavert habló de “una gran persona y un gran técnico”, aclaró que “los títulos que ganó en Vélez se los tiene bien merecidos. Pero los jugadores no son los que él tuvo acá”.
Por su parte, Flavio Zandoná señaló que Bianchi le enseñó “a jugar un fútbol sencillo y a respetar al prójimo en los horarios de entrenamientos. El es una persona íntegra, un fenómeno en todo sentido”. El cordobés Víctor Sotomayor destacó su gran profesionalidad para el trabajo y remarcó que “fue el gestor del éxito de Vélez. Formó un gran equipo y le transmitió tranquilidad. Era uno más entre nosotros y había un diálogo permanente”. Raúl Cardozo, a quien Bianchi le dio protagonismo haciéndolo jugar más adelantado, puntualizó: “Me hizo aprender que cuando uno se siente importante puede hacer un montón de cosas. El llegó a Vélez con un perfil bajo, y cuando muchos decían que no tenía experiencia como técnico, puso el pecho y demostró que tenía suficientes condiciones para sacar campeón a un equipo”. Sorpresivamente, Christian Bassedas prefirió no profundizar mucho sobre su ex técnico y sólo destacó: “Siempre dije que fue importante pero ahora no trabaja más con nosotros”. Muchos jugadores lograron consolidarse durante el “Proceso Bianchi”. Por ejemplo, Carlos Compagnucci: “Me enseñó algunos secretos y me equilibró como jugador. Siempre se expresa con sinceridad”, puntualizó el volante. Uno de los que tuvo que emigrar de Vélez –fue cedido a préstamo a Banfield– con la llegada de Bianchi, fue Patricio Camps; sin embargo, no mantiene rencor hacia el técnico: “Es una persona seria que respeta mucho al jugador y eso es lo que más vale en esta profesión”. Por último, el más grande de los Husaín explicó que “Bianchi les mostró a los dirigentes de Vélez que se podía confiar en los chicos”. En Liniers no se olvidarán nunca de todo lo que dejó el “virrey”.

 

Juega Cardozo

El paraguayo José Luis Chilavert potenció ayer la polémica con el jugador de Boca José Basualdo, a quien definió como “un desagradecido que hace un mes estaba muerto y venía a pedir trabajo a Vélez”. Por otra parte, el defensor Raúl Cardozo sería titular mañana cuando Vélez visite a Boca. Si bien el entrenador Eduardo Solari aún no confirmó a los once titulares, es casi un hecho que Cardozo volverá a la titularidad después de quince días. El último partido que había jugado Cardozo fue en la derrota 2-1 ante Ferro, en Caballito. En consecuencia, el equipo iría con Chilavert; Zandoná, Méndez, Sotomayor; Claudio Husaín, Compagnucci, Cardozo; Pandolfi, Bassedas; Camps, Darío Husaín.

 


 

“no le contesten a chilavert”
En Boca cerrada...

Por F.M.

t.gif (862 bytes) Carlos Bianchi cerró las bocas de los jugadores de Boca. Con la intención de proteger al plantel y de evitar las polémicas “que no sirven”, ayer prohibió efectuar declaraciones a la prensa hasta el superclásico contra River, el próximo domingo 25. La iniciativa se disparó luego de la respuesta de varios de sus dirigidos al controvertido arquero de Vélez, José Luis Chilavert, quien habría tratado de “ratas” a José Basualdo y Martín Palermo. Durante el entrenamiento, el técnico habló a solas con Palermo, durante más de media hora, y después confirmó a Hugo Ibarra como titular. Boca jugará mañana con Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Samuel, Arruabarruena; Basualdo, Serna, Cagna, Riquelme; Gmo. Barros Schelotto, Palermo.
“Tomé esta decisión porque, si no, en estos diez días vamos a entrar en pequeños debates, en los que de lo que menos se habla es de fútbol”, se justificó Bianchi. “Cuando leo y escucho las preguntas que les están haciendo a los jugadores, y ante dos partidos importantes como son Vélez y River, lo que menos tenemos que hacer es gastar energías respondiendo preguntas suspicaces. Lo que quiero es que el plantel se entrene, se concentre y juegue”, continuó el conductor del equipo. Bianchi se molestó al leer las declaraciones que varios de sus jugadores hicieron el jueves, contestando las polémicas declaraciones de Chilavert.
Por la mañana, los periodistas se encontraron con las puertas de entrada al estacionamiento –donde normalmente se detienen a hablar los jugadores– encadenadas. Se dijo que los jugadores iban a dialogar después de comer el clásico asado de confraternidad, pero eso no sucedió. En medio del misterio, el entrenador aclaró que sus dirigidos no iban a realizar declaraciones hasta dentro de 10 días, al término del encuentro contra River. Y que esa decisión era “consecuencia de la mala intención” de algunos periodistas que tratan de generar polémicas antes de los partidos.

 

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