Por Darío Pignotti desde San Pablo
 Alzan machetes,
azadas y hoces. Muchos van descalzos, hay niños y mujeres en la vanguardia y hombres en
la retaguardia, algunos armados. Así el Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra
(MST) ha ocupado cinco millones de hectáreas en los últimos 10 años. Están en la
frontera de la legalidad, “pero nos preocupa poco”, relativiza Joao Pedro
Stédile, líder nacional del MST. En una entrevista exclusiva con Página/12, Stédile
habló del papel del movimiento en la izquierda brasileña luego de la reelección del
presidente Fernando Henrique Cardoso.
Los “sem terra” fueron parte involuntaria de un hecho curioso ocurrido ayer en
Portugal, donde se realiza la VIII Cumbre Iberoamericana. Allí, el presidente brasileño
Fernando Henrique Cardoso presentó El mundo en portugués, un libro escrito junto al ex
premier portugués Mario Soares, donde dice que este movimiento es una creación
televisiva. El evento estaba previsto hace meses, pero lo que no se podía pronosticar era
que el Premio Nobel de Literatura recaería en el escritor portugués José Saramago y que
fuera recibido como un héroe en la Cumbre. Saramago elogió varias veces a los “sem
terra” y criticó la política del gobierno luego de la matanza de 19 campesinos en
Eldorado dos Carajas en 1996.
–Hace un año usted decía que “Lula (Luiz Inácio da Silva, candidato
izquierdista a la presidencia) se parece demasiado a Cardoso”.
–Lo recuerdo bien y sigo viendo así las cosas. La corbata tiene un peso simbólico
muy grande para nuestras masas, porque detrás de la corbata hay una cultura y una
postura. En Brasil tenemos 400 años de esclavitud, lo cual nos dejó una herencia
cultural muy grande. Aquí los blancos son europeizados, van de corbata; el negro nunca
usa corbata ni va a usarla.
–¿Por qué tuvieron un perfil bajo durante la campaña?
–No adoptamos ningún perfil bajo. Vamos a apoyar a Olivio Dutra en Rio Grande do Sul
(ver recuadro) y hemos sostenido a nuestros candidatos estaduales, pero no se notó por la
poca visibilidad que nos dio la prensa.
–Los candidatos del MST perdieron en el Pontal do Paranapanema (zona de ocupaciones
en el interior de San Pablo). No parece una buena elección.
–En el balance general conseguimos un diputado federal y uno estadual en cada colegio
electoral. Lo que ocurrió con los candidatos distritales fue que se movió toda la
corrupción electoral local, que es muy fuerte.
–¿Descreen del juego electoral?
–Creemos en la democracia pero decimos que éstas fueron las elecciones más
antidemocráticas de la historia de la república. Las elites usaron todas las armas:
desde una legislación electoral que permitió la reelección sin abandonar el cargo hasta
la autorización para que las empresas contribuyan con cualquier volumen de dinero en las
campañas. En las candidaturas a gobernación y presidencia se gastaron 1200 millones de
dólares.
–Frei Betto (padre dominico petista) especulaba sobre una crisis del Partido de los
Trabajadores (PT) luego de la derrota.
–No va a haber crisis en el PT porque a los moderados les fue bien. El gobierno ganó
electoralmente pero perdió políticamente: de 106 millones de electores, sólo 36 votaron
en el presidente. Y sabe que no recibió un cheque en blanco. Más allá de lo electoral,
hay una crisis estructural que golpea a los partidos de izquierda y de derecha. A los
primeros porque el populismo tradicional a lo Perón o Getulio Vargas ya está superado. A
los segundos, porque fue muy imitadora de Europa. Para nuestras realidades
latinoamericanas son necesarias organizaciones políticas distintas de los partidos
obreros de base industrial.
–¿La Iglesia los apoya más que el PT?
–Nosotros no acostumbramos hacer una clasificación de los apoyos, pero es evidente
que la Iglesia Católica tiene mucha más presencia en la sociedad que el PT. Para
nosotros la Iglesia Católica es fundamental, y también lo son la luterana o la
presbiteriana. Ellas asumen una lucha a través de agentes de las pastorales progresistas
con quienes trabajamos día a día.
–¿Ustedes concilian la mística religiosa con la ideología política?
–Si bien la ideología, en el estricto sentido sociológico, es un conjunto de ideas
lógicamente relacionadas, también es cierto que la ideología del cambio social sólo se
alimenta de mística. Nosotros hemos aprendido de la cultura campesina y de la enseñanza
de la Iglesia Católica que las personas no se movilizan sólo por necesidades objetivas.
Encontramos la mística en nuestras celebraciones festivas, en nuestro himno. Nada de eso
es menor, eso es lo que da unidad ideológica al movimiento.
–El MST fue noticia en la Argentina cuando se denunció una incursión en la
provincia de Misiones. ¿Es parte de una estrategia?
–Nunca pasamos nuestras fronteras nacionales. Esa información no es verdadera. Fue
una manipulación de la prensa para hacer el juego a maniobras regionales de los EE.UU.
–Su compañero Jaime Amorín admitió el uso de la violencia en Pernambuco.
–La violencia del Brasil está presente en todos lados.
–¿La palabra violencia los seduce o los asusta?
–(Echa una carcajada.) Ninguna de las dos cosas.
–Entonces no lo asusta.
–Claro que no.
Contra el Mercosur
Por D.P.
“La victoria de Olivio Dutra (PT) en la segunda vuelta es nuestra
prioridad cero.” Contra el anémico respaldo brindado al PT en la primera vuelta, en
la segunda los “sem terra” cambian de libreto. Para Stédile la gobernación de
Rio Grande do Sul es “estratégica” porque implica “la consagración de un
mandatario claramente opositor al modelo neoliberal”. “Con Olivio se
equilibrará la relación de fuerzas frente a los sectores moderados del PT”, dijo el
líder campesino a Página/12.
El desarrollo “sem terra” en Paraná, Rio Grande do Sul y Santa Catarina es
considerable: 322 asentamientos entre 1986 y 1996. Es un dato sensible por la
significación económica y la estratégica ubicación de esos estados en el hinterland
brasileño del Mercosur. Stédile impugna al proceso de integración porque sólo
beneficia “a las multinacionales industriales del Brasil y a las oligarquías rurales
de Argentina y Uruguay. No representa un crecimiento de las economías nacionales y afecta
en especial al sur brasileño por la importación de maíz, lácteos y frutas”.
Un documento elaborado por el Ministerio de Defensa argentino caracteriza al MST como un
asunto de seguridad que debe ser incluido en las agendas militares de la región. Igual
celo sobre el tema confesó el presidente de la Sociedad Rural Argentina doctor Enrique
Crotto en su último discurso anual. “Es que las fuerzas armadas argentinas ya no
saben de qué ocuparse después de haber estado vinculadas a proyectos nacionalistas de
derecha que hoy no interesan a las elites. Por eso se prestan a interpretaciones que
interesan sólo a Estados Unidos”, interpreta Stédile. |
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