Por Juan José Panno
Boca no jugó
bien, dice uno y ya se imagina la cara de fastidio del hincha de Boca frente a la frase y
uno adivina las preguntas: "¿No era que ustedes los periodistas decían que Boca no
le ganó a nadie? Bueno, ahí tienen. Le ganó a Vélez, que, como ustedes dicen, es uno
de los equipos de la década. ¿Qué pretenden ahora?, ¿que encima juegue bien? Ganó,
sigue llevando seis puntos, va a salir campeón, dale Booooo...". Tiene razones de
peso el hincha de Boca para estar feliz y uno las entiende, pero Boca no jugó bien. ¿Y
Vélez? Tampoco. Y por eso el partido fue espantoso. Suele ocurrir cuando se habla más de
lo que se juega, cuando se protesta más de lo que se toca, cuando se amarretea audacia y
se derrocha marca, que los partidos salen horribles. En medio del
barullo que recubrió todo, Boca aprovechó dos jugadas envueltas para regalo y,
básicamente por eso, ganó:
Uno. Centro de Riquelme al área, manotazo de Sotomayor, tocado por
Palermo. Penal tontísimo en el arranque. Tiró Palermo, fuerte, abajo, a la izquierda de
Chilavert que buscó el otro lado.
Dos. Rechazo defectuoso de Chilavert, apurado por Guillermo. Cagna,
Basualdo, Cagna, cortada a Palermo y definición limpia de zurda a menos de 10 metros del
arco, a los 33 minutos del segundo tiempo.
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Entre un gol y el otro, quedaron registrados un cabezazo de
Arruabarrena que atajó Chilavert, un centro de Cordone que dio en el travesaño, una
jugada asociada (la única) de Vélez en ataque y un par de contraataques desperdiciados
por Boca. Poca emoción para compensar tanta pierna fuerte y tanto patadura, tantos
reclamos, quejas y provocaciones de Chilavert y su socio Guillermo Barros Schelotto.
Elizondo, que no la tuvo fácil, le sacó la tarjeta amarilla a todo el mundo, pero no se
animó con el partido.
A Boca se le puede cuestionar que le tuvo excesivo respeto a un rival
que le venía ganando con la camiseta; que lo dejó agrandar porque no es capaz de manejar
los tiempos; que Bianchi hizo cambios que denunciaban más susto que astucia; que el
equipo no tuvo paciencia ni variantes en la contra y que en el primer tiempo,
Serna--Cagna--Basualdo anduvieron muy mal con la pelota.
A Vélez se le puede cuestionar, además de los errores mencionados,
que intentó resolver individualmente y aun así, en ese plano no se destacó nadie; que
no tuvo solidez en el fondo y que llegó poquísimo en relación a su dominio del campo y
de la pelota. Boca le tuvo miedo a Vélez, pero Vélez, como pocas veces, fue desbordado
por el marco.
A diferencia de su rival, Boca fue firme en el fondo donde esta vez después del gol
madrugador, depositó a plazo fijo (90 minutos) su ilusión. Al final pasó a cobrar por
la ventanilla capital e intereses. Los hinchas se fueron de la cancha gozando con aquello
de que Boca no le ganó a nadie y burlándose de los que dicen, cuando gana, que no jugó
bien. Tienen razón.
BRONCA SE ESCRIBE CON V
Todos los malesss del mundo
Por Adrián De Benedictis
"Se tergiversó lo que dije, lo que pasa es que hay mucha
gente que tiene mala leche", remarcó ayer el técnico de Vélez, Eduardo Solari, y
de esa manera despejó todas las dudas sobre su continuidad al frente del plantel, aun
pese a la derrota. Durante la semana se especuló con el alejamiento de Solari por motivos
personales. Una fuente cercana al cuerpo técnico le confesó a Líbero que
"en ningún momento nos transmitió la posibilidad de dar un paso al costado. Lo que
sucede es que algunos periodistas dijeron que Solari se quería ir del club y no es
cierto. Por todas las mentiras que publicaron lo van a pagar muy caro". De todas
maneras, ayer nadie aseguraba que Solari no revirtiera su decisión en las próximas
horas.
La tarde para Vélez había arrancado movidita. Primero José Luis
Chilavert se tomó a golpes de puño con dos hinchas de Boca que lo insultaron en el
Hindú Club, lugar de la concentración del conjunto de Liniers. El arquero llegó a la
cancha de Boca con una bolsa de hielo en su mano izquierda, producto del incidente. Por su
parte, los particulares no hicieron la denuncia policial. Luego del partido, Raúl Cardozo
y Claudio Husaín también protagonizaron diversos enfrentamientos con simpatizantes de
Boca. El defensor fue insultado por un socio de Boca que le recordó la lesión que le
había provocado a César La Paglia. Al salir del vestuario, y cuando cruzaba algunos
golpes con el agresor, la intervención del presidente Raúl Gámez logró calmar la
escena. "Me paso por las bolas lo que digan los periodistas, yo no soy un jugador que
tenga mala intención. Y lo que digan los hinchas de Boca también me lo paso por los
huevos. Estoy mal porque me dijeron que lo llevaron al hospital; La Paglia sabe que no fui
con mala intención", señaló Raúl Cardozo entre una maraña de periodistas. Por su
parte, el mayor de los Husaín también intercambió manotazos con gente de Boca y, una
vez en el micro que traslada al plantel, intentó bajar para continuar la disputa en el
estacionamiento.
El ahora capitán de Vélez, Christian Bassedas, sintetizó la derrota
con Boca explicando que "no hay mucho por decir, hoy (por ayer) perdimos bien ante un
rival que está en un mejor momento que nosotros. Hay que tratar de revertir esto con
sacrificio, nada más". Los sueños de Vélez por conquistar el Apertura parecen
derrumbarse. Las diferencias con el puntero aparentan más que diez puntos.
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