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RAMON DIAZ, A UNA SEMANA DEL  CLASICO

"¿Boca?...¿qué Boca?"

Sigue creyendo que River es el mejor equipo del país y después, a los lejos, Vélez. Dice que no piensa renunciar y que su objetivo es dirigir a la selección. No descarta tener a Latorre pero prefiere a Camps y Hugo Morales.

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Por Carlos Stroker y Gabriela Carchak


t.gif (67 bytes)  El entrenador de River está sentado, tranquilo. Recostado en un sillón cómodo en la entrada de la concentración millonaria. En la pared, sobre su cabeza, hay un cuadro grande con los colores del club y la inscripción "27 campeonatos. La alegría nunca se termina". Así, el riojano empezó una extensa charla con Líbero.

–Después del 27º campeonato, ¿se terminó la alegría?

–¿Cómo?, ustedes no son de River. Yo voy a festejar toda mi vida, desde acá hasta que me muera. Mis hijos, mi familia, todos. Los hinchas de River van a festejar toda su vida también.

–¿La alegría es por el último título o por como jugó River para lograrlo?

–Coinciden. Lo que conseguí fue porque el equipo jugó bien. Yo no he visto ningún equipo que gane algo jugando mal.

–¿Usted mira el juego del rival antes de un partido o primero piensa en su equipo?

–Las dos cosas. Primero miro a mi equipo y naturalmente los rivales son importantes, no es lo mismo enfrentar al Real Madrid que a cualquier otro equipo, las precauciones las tengo que tomar para que no me sorprendan, pero siempre quiero que lo nuestro sea el protagonismo, en River no te queda otra. Ganamos muchas cosas siendo un equipo protagonista. Hemos jugado con equipos que se pusieron con diez atrás, con cinco, con siete, el mejor fue Griguol, que puso a Gimnasia con once atrás, fue espectacular.

–¿Reconoce que el equipo no juega bien en este momento?

–Por supuesto. Hubo varios cambios que fueron fundamentales, como la partida de Ayala y Salas, además Gallardo jugó muy poco, Francescoli no está, Berti jugó poco y los que están se tienen que adaptar.

—Usted dice que está armando un nuevo equipo, ¿tiene más influencia sobre éste que sobre el anterior?

–Todos los equipos que tuve los armé yo.

–¿Qué es lo que más le cuesta armar?

–La parte ofensiva. Porque yo soy ofensivo. Jugar en River y ser atacante no es fácil para nadie, al contrario, las exigencias siempre son mayores para los atacantes que para todos los demás. La gente de River siempre observa lo que hace el equipo ofensivamente, defensivamente podemos jugar con tres, cinco, nueve u once atrás.

–¿Jugaría con líbero y stopper?

–No, nunca. Porque hay estilos y formas. A mí me da muy buen resultado la forma como estoy jugando.

–Uno de los errores que cometió...

–Yo no cometí ningún error.

–Haga una autocrítica.

–¿Una autocrítica de lo que hice en tres años y medio?... Que me hubiera gustado ganar todo, pero no se puede. Creo que la autocrítica más grande es que siempre queremos ganar todo y creo que en la vida no es tan fácil.

–Usted se define como un técnico ofensivo, ¿cuando jugó con la Juventus se equivocó, fue defensivo?

–No, al contrario, fue el mismo equipo que ganó todo, no me pueden reprochar nada. Jugamos con el mismo esquema, sólo que a veces el otro equipo te propone cosas diferentes. Nos encontramos con un equipo con más experiencia internacional, porque ellos compiten con el Liverpool, con todos los equipos de nivel internacional. Nosotros competimos con Uruguay, Paraguay, Brasil y nada más. También les digo que veo fútbol y creo que en la Argentina River es el único equipo que ataca con tanta gente.

–Independiente y Racing también atacan con mucha gente.

–Racing puede ser, pero contra nosotros Independiente no atacó. River debe ser el único equipo que ataca con las dos puntas, la media punta, los dos volantes de los costados, los dos laterales y quedamos en el fondo con dos. En el país no hay otro. El ser tan arriesgado por momentos nos lleva a correr peligro.

–¿Atacar con mucha gente es atacar bien?

–No, por momentos no. Hay formas de atacar. Nosotros hemos tenido en los años anteriores el manejo de la pelota y el toque muy corto, pero las características de los jugadores han cambiado mucho.

–El plantel que ganó el tricampeonato jugaba a uno o dos toques, éste no.

–Es que se necesita tiempo. La gente... no, la gente es bárbara, el periodismo no te da tiempo, pero la gente ya ven, yo salgo y dicen "sos lo máximo". Compadezco a los técnicos que no ganaron nada.

–¿Si Sergio Berti se recupera va a tener lugar en el equipo?

–Está entrenado, está trabajando, cuando lo necesite lo voy a utilizar.

–¿Lo va a necesitar próximamente?

–Hoy estoy trabajando, mañana no sé. Ojalá tuviera una mujer que me dijera el futuro.

–¿Disfrutó de la misma manera todos los títulos?

–No. El que más disfruté fue el que le ganamos a Boca por un punto, por la rivalidad que existe entre los dos equipos, fue espectacular. Creo que fue el mejor campeonato.

–¿Qué siente cuando algunos dicen que su límite es el partido con Boca, que si no gana se va?

–¿Quién dice eso? El periodismo. ¿Por qué no le preguntan a la gente?

Yo tengo contrato hasta el ‘99 y no me pienso ir.

–Si un dirigente le pide que renuncie, ¿lo haría?

–¿Están locos ustedes?... Lo que he hecho lo voy a defender a muerte. Ningún técnico logró lo que yo hice en River, sólo Labruna, los demás están muy atrás.

–¿Nunca se le pasó por la cabeza?

–No, ni lo voy a hacer tampoco. No es mi estilo.

–¿Qué cosa que nunca hizo como jugador, haría como técnico? Por ejemplo: Labruna una vez le dijo a Passarella que jugara de tres y éste se negó.

–El jugador siempre quiere ser protagonista y jugar en donde se siente más cómodo, pero a veces hay que pensar en el equipo. Si a mí el técnico me dice que tengo que jugar de arquero, atajo. Lo que pasa es que yo hacía muchos goles, no me iban a sacar... Andá a sacarlo a Salas o a Francescoli.

–¿Astrada salió porque estaba jugando mal?

–A mí no me gustaba. Lo que piensen ustedes no me interesa, por eso todos vemos el fútbol diferente. Ustedes escriben lo que ven y me parece bien. Yo les permito que escriban, que hablen, que digan lo que quieran. Soy yo el que está todos los días con el pibe, sé cómo está, lo que hace, los problemas que tiene.

–¿Sus hijos opinan sobre el equipo que pone en la cancha?

–No. ¿Qué me van a dar opiniones a mí que hace treinta años que hago esto? Tienen derecho a opinar, pero con respecto a mi trabajo no se los permito, porque ser hincha es una cosa y el trabajo otra.

–Usted también es hincha.

–Por supuesto y me siento muy orgulloso de ser hincha de River.

–¿Sueña con la Selección?

–Quiero seguir ganando con River. Tengo una frase de Angelito que dice que de River no hay que irse nunca y los que se fueron, el 99,9999 están arrepentidísimos. Soy joven y creo que la diferencia que existe con los otros entrenadores es que yo tengo mucho para adelante.

–Passarella dijo que estaba seguro que de River iba a la Selección, ¿usted tambien está seguro de que dará ese paso?

–¿Por qué no?, todo puede ser en la vida. Yo una vez dije que iba a seguir los pasos de Passarella y lo sigo diciendo.

–¿Es un padre duro?

–Con respecto a la educación sí, porque creo que es fundamental.

–¿Qué no les permite a sus hijos?

–Que le falten el respeto a la gente. Están educados desde muy chiquitos.

–¿Cuánto le cuesta perdonarlos si se equivocan?

–Los perdono. Hay que ser duro y dejar las cosas muy claras. Yo no soy rencoroso, al contrario, pero por la educación hago lo que sea.

–¿A los jugadores también?

–Por supuesto, y tampoco tengo rencor con ellos, si estoy más con el plantel que con mis hijos.

–¿Qué es lo que no puede perdonarle a un jugador?

–Que no se la juegue por el grupo.

–¿Maisterra, Berti, Gancedo, Astrada, no se jugaron por el grupo?

–Ojo, eso fue por lo futbolístico, que es totalmente diferente.

–¿Todas las decisiones que tomó fueron futbolísticas, en ninguna influyó la relación personal?

–Todas fueron futbolísticas, y si no, nombren alguno.

–Roberto Trotta.

–No, él pidió jugar, siempre quería jugar y lo teníamos a Ayala que valía 5 millones de dólares.

–¿Es cierto que cuando asumió como técnico sus antiguos compañeros lo cargaban?

–Me hubiera ido. Sería una falta de respeto. Para mí lo fundamental es tener respeto. Yo no le voy a decir a un periodista cómo tiene que hacer una nota, pero que un periodista tampoco me venga a decir a mí cómo se le pega a la pelota. La mayoría no la vivió y menos las mujeres que hay ahora.

–En un momento se publicó que Sergio Berti lo cargaba.

–¿Ustedes creen que yo hubiera tenido un pibe que me hubiera cargado?

–A veces no se posee el poder suficiente para poder ejecutar una decisión.

–Yo he tenido muchas satisfacciones con estos jugadores y lo único que les pedía era que jueguen.

–¿Cuál es el mejor equipo argentino?

–River. ¿En serio me lo preguntás? River y después... Vélez.

–¿Y Boca?

–¿Boca, qué me vienen a hablar de Boca?... ¿Boca... qué Boca?... A mí no me gusta. Cada uno juega como quiere y hace lo que quiere. Por supuesto cada uno analiza los que tiene, lo que puede, los jugadores, en el ambiente que están, las exigencias que hay, no es sólo meter un equipo adentro de la cancha y nada más, hay muchas cosas.

–Boca está primero. ¿No es un gran equipo?

–¿Boca... qué Boca?... ya contesté: A mí no me gusta. River es el mejor, después Vélez.

–¿Le gustaría que Diego Latorre juegue el próximo campeonato para River?

–¿Quién?

–Diego Latorre, el jugador de Racing.

–Yo ya dije que todos los jugadores que juegan bien me gustan.

–¿Cómo juega Latorre?

–Ahora juega un poco mejor que cuando estaba en Boca. Con la camiseta de Racing está mejor.

–¿Con la de River cómo jugaría?

–No es fácil ponerse la camiseta de River.

–¿A qué jugador del fútbol argentino le pondría la camiseta de River?

–A Camps y... dejame pensar. Lo que pasa es que para elegir un jugador tiene que tener un paladar riverplatense y no todos lo tienen. Es muy difícil. Hugo Morales me gusta.

–¿Está más orgulloso de ser riojano o argentino?

–De ser riverplatense.

–Acomode las opciones, por favor.

–Primero riverplatense y después argentino.

–¿Dirigiría otro equipo en Argentina?

–Yo nunca dije que no. Mañana no sé, hoy digo que no.

–¿Cuál fue la frustración más grande que vivió con River?

–La derrota de la última Copa Libertadores, porque llegamos a semifinales sin los jugadores que estaban en la Selección.


EMPATE CEREBRAL EN JUJUY

River fue puro Saviola

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Por C. S.
Desde San Salvador de Jujuy

t.gif (862 bytes) "Esto es para los que dicen que yo no hago jugar a los juveniles" repetía un sereno Ramón Díaz al término del partido. El empate en el norte no alcanzó a disminuirle la satisfacción que le produjo el debut de Javier Saviola, 16 años, algo menos de 1,65 metros, derecho, porteño, promovido desde la cuarta división por consejo de Horacio Rodríguez, técnico de las inferiores, convertido en la auténtica novedad de River en este fin de semana.

Curiosamente, la lesión de Cristian Castillo a los quince minutos, lejos de arruinar los planes, le facilitó la tarde, porque Díaz tuvo que hacer entrar al pibe Saviola, que hacía su debut en primera después de haber completado una sola práctica con el plantel superior. Y fue tan notorio el beneficio, que River pudo desatarse el pantanoso nudo que Gimnasia le había cosido en el medio.

La ventaja fue clara. Eléctrico, movedizo, el pibe Saviola terminó siendo un auténtico dolor de cabeza para el fondo jujeño. Díaz lo mandó bien de punta, para obligar a la defensa local a abrirse. Eso le permitió a Damián Alvarez (otro debutante en Primera, 17 años) encontrar más agujeros para su pierna derecha.

El shock de los pibes terminó por encauzar la tarea del mediocampo --en el que Escudero, Marcelo Gómez y Netto se pisaban los callos, de tan encimados que jugaban, dándole más espacios-- y emparejando el partido que Gimnasia controlaba desde el arranque.

El equipo de Manfredi tenía la pelota y se la escondía River, legislaba el terreno, imponía el compás con Morales Santos a la izquierda y el interesante jugador que es Astudillo --buen manejo y llegada-- y mandaba en el marcador: a los cinco, una pelota cruzada de Astudillo le llegó a Lobo en la izquierda, y el centro fue cabeceado por Morales santos, solo, al gol.

Saviola puso el partido de cabeza. River emparejó y en una subida de Hernán Díaz, Boasso le cometió penal, que Netto trocó por el empate. El planteo se prolongó en el segundo tiempo, con Gimnasia esperando más, con River calculando los tiempos. Parecía más cerca el visitante.

En uno de esos contragolpes, Angel recibió la pelota, la bajó y se la cruzó al pibe Saviola. Con sangre fría, el chico aguardó la salida de Castellano y tocó a la derecha, con precisión. "Nunca pensé tener un debut como el que tuve. Cuando hice el gol, estaba tan emocionado que no sabía cómo festejarlo" contó después, emocionado.

River estaba cumplido y tiraba fichitas a la réplica. Los jujeños cayeron por el tobogán de la desesperación y, sin claridad, ocuparon pelota y espacios, aunque sin despliegue de ideas, abusando del pelotazo frontal y los centros. De un tiro libre cruzado sobre el área, Piro --entrando por detrás de la defensa-- cabecea al arco del ingresado Bonano. Faltaban 20 minutos pero los jujeños viajaron nublados hasta el final. River estaba conforme: había descubierto a Saviola.

 

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