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FISCALES COLMADOS DE TRABAJO EN LA JUSTICIA BONAERENSE

Ni tiempo para pegar un ojo

En algunos distritos falta designar a la mitad de los fiscales. Advierten que si no hay designaciones inmediatas, las fiscalías pueden convertirse en un cuello de botella.

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Por Eduardo Videla

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Cada fiscal de instrucción bonaerense acumuló en promedio, en las tres primeras semanas de vigencia del nuevo Código de Procedimientos, unas 300 causas. En San Isidro, los fiscales ya tienen despacho pero las carencias de personal amenazan con acumular las causas, que se multiplican en los estantes. Los fiscales pasan los tres días de turno casi sin dormir y algunos de ellos deben delegar la instrucción en la Policía porque no dan abasto. Pese a eso, el nuevo código logró mostrar algunas de sus virtudes: en San Isidro, en dos semanas ya se elevaron a juicio oral dos causas por delitos de robo y hurto.

"La carencia de personal es notoria y tiene que ver con decisiones de la Suprema Corte, que no ha demostrado demasiado entusiasmo por encontrar una solución", dijo el fiscal de instrucción de San Martín, Fernando Domínguez. "Hay un déficit serio en la implementación --advirtió el funcionario--. El sistema es muy bueno y hubiera merecido un mayor compromiso de los estamentos superiores del Poder Judicial."

Sin embargo, donde más se siente la falta de funcionarios judiciales es en San Isidro. "Hasta ahora la situación es gobernable, pero es necesario que se nombre al personal que falta, porque las causas se van a ir acumulando", advierte, mesurado, el fiscal general de San Isidro, Julio Novo. Después de un comienzo anárquico, los fiscales de ese distrito consiguieron despachos. "Aunque necesitamos todavía más espacio para cuando llegue la nueva planta", sostiene Novo.

"Aunque los medios siguen siendo escasos, como al principio, en lo operativo el sistema se va agilizando", dijo un fiscal de instrucción de Lomas de Zamora. En los tres días que estuvo de turno ingresaron a su fiscalía 700 causas. "De ellas, 350 son con autor ignorado, por lo que virtualmente no hay posibilidades de investigar y su destino es el archivo", afirmó. De las otras 350, las prioritarias son unas 30, en las que hay personas detenidas. En Lomas de Zamora, los 16 fiscales y 12 instructores tuvieron que reemplazar a los policías que se encargaban de los sumarios en las 44 comisarías del distrito, a razón de cuatro efectivos por seccional.

A partir de la vigencia del nuevo código, las comisarías pueden recibir denuncias pero no hacer sumarios, que quedan a cargo de las Direcciones Departamentales de Investigaciones (DDI). "Sin embargo, es inevitable que la policía siga manejando la investigación: ellos son los que tienen los datos, los informantes, los 'buches', el trabajo de inteligencia. Aunque en general los ponen al tanto a los fiscales", dice un funcionario de la Fiscalía lomense.

El cuadro de situación en tres de los más importantes distritos judiciales bonaerenses, de acuerdo con un relevamiento realizado por Página/12, es el siguiente:

En San Isidro, en las primeras dos semanas ingresaron 2100 causas, con 50 detenidos. Hay 10 fiscales de instrucción y 4 adjuntos (faltan designar 16 adjuntos) que se reparten 6 secretarios letrados. Sólo cuentan con 11 instructores. En San Martín entraron 2000 causas. Hay 11 fiscales titulares y 5 adjuntos --cada uno con su correspondiente secretario letrado--; 21 instructores y una docena de empleados. En Lomas de zamora se estima que ya se iniciaron 3500 causas. Hay 10 fiscales de instrucción y seis adjuntos (faltan designar 14 adjuntos). De los 63 instructores previstos para el distrito fueron designados 12.

 

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