MENEM QUIERE PAGAR A LOS
OBISPOS EL VIAJE A ROMA
La seducción estilo Caselli
Por Washington Uranga
El 13 de noviembre Carlos Menem viajará especialmente
a Roma para participar de la misa que Juan Pablo II presidirá en la iglesia argentina de
esa ciudad. El gesto es un paso más dentro de la estrategia trazada por el embajador ante
el Vaticano, Esteban Caselli, para demostrar las "excelentes" relaciones que
existen con Roma más allá de los tropiezos y las críticas de parte de la jerarquía
local. Pero precisamente por este último punto Carlos Menem quiere viajar a Roma
acompañado de un séquito episcopal y para ello la Secretaría de Culto, que ahora
depende de la Presidencia y que encabeza Juan José Laprovitta, está ofreciendo costear
los pasajes de todos los obispos católicos que quieran asistir a la misa en Roma.
La oferta a los obispos se canalizó a través de la Secretaría
General del Episcopado. El tema está generando fuertes debates entre los obispos que se
reunirán la semana próxima en asamblea plenaria.
Menem y Caselli intentan, por todos los medios, convertir la visita
papal a la iglesia argentina en un hecho político que sea leído como una nueva muestra
de apoyo vaticano a su gestión. La escala que en su viaje a Chile hizo el cardenal Angelo
Sodano, segundo del Papa, para desayunar con Carlos Menem en Olivos, habla a las claras de
los buenos oficios del embajador argentino ante la Santa Sede.
Hasta el momento se desconocen los nombres de los obispos que podrían
aceptar la propuesta, pero desde ya el tema ha comenzado a suscitar un fuerte debate entre
los propios miembros de la jerarquía y seguramente estará entre los asuntos a debatir la
semana próxima cuando se reúna en San Miguel la asamblea plenaria del Episcopado. Existe
un importante grupo de obispos sumamente crítico con la manera como se están llevando
adelante las relaciones entre la Argentina y el Vaticano, dejando de lado a la jerarquía
católica nacional. Sin embargo, el propio nuncio (embajador del Vaticano en Argentina)
Ubaldo Calabresi, secundado por el arzobispo Emilio Ogñenovich, el obispo castrense
Roberto Martina, y otros obispos como Rubén Di Monte, Italo Di Stéfano, Jorge Meinvielle
y Antonio Baseotto, todos ellos muy próximos a las tiendas menemistas, apoyan
abiertamente la gestión de Caselli, y estarían dispuestos a integrarse a la comitiva
presidencial en su peregrinación romana.
Con el fin de darle más trascendencia a la visita que el Papa hará a
la iglesia argentina en Roma, los organizadores han previsto entronizar allí una imagen
de la Virgen de Luján, patrona nacional. De no ser por este hecho la visita de Juan Pablo
II sería una más de las habituales que el Papa realiza cada fin de semana a una
parroquia de Roma o de sus cercanías, varias de ellas dedicadas también a comunidades
nacionales. El hecho de que Juan Pablo II se desplace a una parroquia romana no había
sido hasta el momento motivo suficiente como para que autoridades y obispos de un
determinado país o comunidad relacionado con el templo se trasladaran hasta la capital
italiana.
En caso de Argentina es casi seguro que el cardenal Raúl Primatesta,
en su condición de cardenal titular de la iglesia argentina en Roma, vaya hasta allí el
próximo 13 de noviembre. También viajará, según fuentes eclesiásticas extraoficiales,
el presidente de la Conferencia Episcopal, Estanislao Karlic. Primatesta ha hecho saber
que se hará cargo del costo de su pasaje. El viaje a Roma, pero también las relaciones
entre la Iglesia y el Gobierno, y las diferencias que esto genera entre los propios
obispos, estarán entre los temas fuertes de la agenda episcopal de la semana próxima. |