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Por Marcelo Justo desde Londres Argentina dice: perdónennos por lo ocurrido en las Falklands. A sólo cinco días del inicio de su visita, el presidente Carlos Menem eligió el periódico más vendido en Gran Bretaña, el sensacionalista, xenófobo y beligerante The Sun, para pedir perdón por la guerra del 82 a los británicos. Al menos esa es la interpretación que los editores del periódico hicieron de las palabras del riojano. Por ello, el Presidente debió utilizar una reunión previamente pautada con corresponsales británicos para explicar que no escribió lo que The Sun interpretó, sino que sus palabras se referían según dijo un alto funcionario de la Rosada a Página/12 a que lamentaba la pérdida de vidas argentinas y británicas que causó la guerra. Curiosamente, en la versión que partió desde la Casa de Gobierno luego de haberse establecido el entredicho, no figura siquiera la palabra lamentar. En una carta a los lectores de The Sun, que el periódico considera histórica, el Presidente recuerda los lazos históricos bilaterales, las excelentes relaciones comerciales, elogia profusamente al primer ministro laborista Tony Blair y remata prometiéndole el apoyo de Argentina a Inglaterra para que sea la sede del mundial de fútbol del 2006. Menem consiguió lo que muchos políticos británicos anhelan: la tapa de The Sun. El diario, que inventó el apodo despectivo argie y que mantuvo la posición más beligerante de toda la prensa británica durante la guerra, dio un gran despliegue a su carta. La próxima semana estaré en Gran Bretaña. Es un gran país. Su primer ministro es un gran líder, cuyas políticas han despertado enorme interés en Argentina. Su impulso modernizador, su fuerte compromiso con una política económica sana y su determinación para conseguir la paz en Irlanda del Norte son dignas de admiración, dice Menem. A continuación hace fe de anglofilia: Desde un período muy temprano de la historia de Argentina, Gran Bretaña participó de nuestro crecimiento económico y desarrollo social. Los trenes, las escuelas, los edificios, los nombres de las ciudades tienen un sabor británico. Nuestra pasión por el fútbol, el rugby y el polo se la debemos a los británicos. Hay miles de angloargentinos en Argentina y la enseñanza del inglés es obligatoria en la mayoría de las escuelas. Después de esta declaración de amor, llega el arrepentimiento. Estos lazos son fuertes a pesar de las dificultades que hemos experimentado. Sí, 1982 fue una mancha triste y traumática en la historia de nuestras relaciones. Muchos jóvenes y valientes argentinos y británicos perdieron sus vidas en un conflicto que nunca debió ocurrir y que nosotros lamentamos profundamente. Al comienzo de mi visita rendiré tributo a los que sufrieron en los desafortunados hechos de 1982 en el Atlántico Sur depositando una ofrenda floral en el monumento a los caídos británicos en la catedral de Saint Paul. Todos los argentinos se me unirán en este gesto de paz y reconciliación con nuestros amigos británicos. Cuando en Buenos Aires se conoció la tapa de The Sun, desde Presidencia emitieron un curioso comunicado reproduciendo la carta. El párrafo polémico dice: Sí, 1982 fue una mancha triste y traumática en la historia de nuestras relaciones. Algunos jóvenes y valientes soldados argentinos y británicos perdieron sus vidas en un conflicto que nunca debió tener lugar. La frase que nosotros lamentamos profundamente, reproducida por The Sun, desapareció de la renovada versión oficial. En una oración del texto publicado, Menem recuerda que es cierto que mantenemos bien conocidas diferencias en el Atlántico Sur y promete que, como genuinas democracias, ambas naciones lidiarán en el asunto de modo constructivo. Argentina está formalmente comprometida a seguir el temapor medios pura y exclusivamente pacíficos. Somos hoy un país muy diferente al de 1982. A 16 años de la guerra, la Argentina de Menem es una vibrante democracia, que ha reformado y abierto su economía y que es un socio comercial de confianza. El florecimiento de las relaciones comerciales bilaterales, la inversión británica en Argentina, la participación británica en las privatizaciones, la participación conjunta en operaciones de paz de las Naciones Unidas en Chipre, y la oferta de cofinanciar el limpiado de minas en las islas, son algunas de las pruebas de amor que ofreció el presidente a los lectores de The Sun, que conforman un cuarto de los 55 millones de británicos. Argentina y Gran Bretaña enfrentamos desafíos similares. Confío que mi reunión con Tony Blair y otra gente importante que veré durante mi visita ayudará a acercar a nuestras naciones, señala Menem, quien deja lo mejor para la última frase. Hay otra buena noticia que quiero darle a Tony Blair cuando lo vea la próxima semana. Argentina apoyará a Inglaterra en su solicitud para que Inglaterra sea la sede del mundial de fútbol del 2006.
NO IRIA SIN HABLAR DE MALVINAS Yo
no iría a Inglaterra si previamente no tengo la seguridad de que voy a discutir el
conflicto más grande que tenemos con ese país. La precandidata presidencial del
Frepaso Graciela Fernández Meijide descalificó así ayer la decisión del presidente
Carlos Menem de realizar una visita a Gran Bretaña, en la cual como volvió a
aclarar el canciller Guido Di Tella no se negociará el tema Malvinas.
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