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Por Adrián H. Mouján ¿Quieren una foto juntos o frente a frente?, les preguntó Carlos Menem a los reporteros gráficos. Juntos, respondieron a coro los fotógrafos. Entonces, vení Eduardo, acércate para que los muchachos tengan la foto, le pidió el Presidente al gobernador bonaerense que estaba sentado enfrente suyo a la larga mesa en la que se ubicaron los gobernadores justicialistas durante la reunión que sostuvieron ayer en Olivos. Duhalde accedió gustoso mostrando que el clima del cónclave iba a ser muy relajado. Ese fue el detalle político más importante del encuentro, que tuvo un deliberado tono light. El otro estuvo dirigido a la Alianza y lo realizó el propio Menem, de manera muy ácida, comparando a Graciela Fernández Meijide con Chance Gardiner, el protagonista de Desde el jardín. Con gestos de ambos, Menem y Duhalde, que no se veían desde el 29 de julio cuando se firmó el Pacto Federal de Trabajo, retomaron el protagonismo de la reunión en la que el ministro de Economía, Roque Fernández, fue el actor principal, y el proyecto de reforma tributaria y la coparticipación federal los argumentos más importantes de su libreto. Acompañado por su ministro de Economía, Jorge Sarghini, el gobernador Duhalde llegó pocos minutos después de las 16, dispuesto a cumplir con una estrategia de imagen que se fijó desde el inicio del conflicto con el menemismo: separar las rencillas internas de las cuestiones referidas a la función pública. Los gobernadores fueron recibidos por el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez; el ministro de Economía, Roque Fernández; el titular de Interior, Carlos Corach, y el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. Rodríguez habló un poquito sobre las medidas que está tomando el gobierno para hacerle frente a la crisis económica internacional. Le pasó la posta a Corach que nos dijo: Bueno, muchachos, los convocamos para solucionar este tema de la reforma tributaria, y ajustar el piso y el techo de la coparticipación federal. A partir de allí el escenario fue de Roque, le relató a Página/12 uno de los mandatarios que asistió al encuentro. Menem recién llegó a Olivos a las 18.20, saludó a todos los gobernadores, se sacó las fotos de turno y luego, cuando las puertas se cerraron, hizo el único comentario político del cónclave: Estaba leyendo estas declaraciones de Meijide en donde me critica por viajar a Londres y no hablar de la soberanía sobre Malvinas. A medida que las leía me hacía acordar a Peter Sellers en Desde el Jardín, en lugar de ser el jardinero, parece la jardinera. Con estas posiciones piensan ser gobierno. Esta mujer no sabe nada, en la Alianza son unos ineptos, así no nos van a ganar. La coincidencia fue unánime, aseguró a Página/12 uno de los gobernadores presentes. Luego Menem consultó a Roque Fernández sobre los resultados del diálogo. Como el titular de Economía admitió que no se había logrado unificar una posición y que había algunas resistencias, el jefe de Estado les pidió a los gobernadores que se reunieran el martes de la semana que viene. Para esa fecha, él estará en Gran Bretaña y Duhalde en Israel, por lo que voceros del menemismo barajaban que el nuevo encuentro estuviera coordinado por Rodríguez, Fernández y Corach. Mientras que de La Plata llegarán el vice, Rafael Romá, y nuevamente Sarghini. La discusión con Roque Fernández tuvo su pico cuando el vicegobernador entrerriano, Héctor Alaniz, planteó su disconformidad con la distribución de los recursos provenientes de la recaudación que se efectuará como consecuencia de la implementación de nuevos impuestos. No puede ser que la Nación no garantice un piso de coparticipación a las provincias, porque entonces mal pueden las provincias armar un presupuesto para el próximo año, manifestó Juan Carlos Chagas, vocero en Buenos Aires del gobernador entrerriano Jorge Busti, explicando la ausencia de su jefe en Olivos. Los gobernadores aceptaron reunirse el próximo martes en la sede del Consejo Federal de Investigaciones (CFI) para debatir más técnicamente el proyecto. Con la ley de reforma tributaria, Economía busca quedarse con 500 millones del impuesto a las ganancias, 600 millones de la generalización del IVA, 700 millones del impuesto a los intereses y 600 por el impuesto a los activos. El secretario de Programación Económica y Regional del Ministerio de Economía, Rogelio Frigerio (n), dijo que esta reforma consolida el frente fiscal sin hacer perder competitividad a la economía. Les pedimos colaboración a los gobernadores comprometiéndonos a que, mes a mes, reciban lo mismo que en el 98.
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