El número
dos del Fondo Monetario Internacional, el economista Stanley Fischer, volvió ayer a
elogiar a Argentina y mostró un excepcional grado de comprensión con la reforma laboral,
hasta no hace mucho muy cuestionada por el organismo. La economía argentina ha
estado funcionando extraordinariamente bien frente a la crisis. Tuvimos algunos
desacuerdos en mayo pasado (con el gobierno), pero éstos fueron desacuerdos entre
técnicos. Creemos que algunas reformas estructurales podrían mejorarse levemente, pero
también entendemos que el gobierno se mueve dentro de un contexto político,
afirmó, durante el Congreso de LACEA, organizado por la Universidad Di Tella.
Fischer también dijo que, si bien todavía no hemos finalizado el acuerdo con
Brasil, ha habido avances muy importantes. Y anticipó que en algún momento
de la próxima semana se haría el anuncio del auxilio financiero para sostener el
Plan Real. El paquete es de unos 30 mil millones de dólares y el FMI aportará la
mitad, precisó. En tanto, tal vez involuntariamente, confesó que lo inusual
en esta negociación es que hasta este momento los propios brasileños han diseñado el
programa, y agregó que nos ha sorprendido la precisión de sus
planteos.
Durante su exposición, en la apertura del Congreso del que participan más de 200
economistas extranjeros, Fischer mencionó una y otra vez como ejemplo de lo que deberían
hacer los países emergentes el caso argentino. Argentina es un país líder en el
fortalecimiento del sector bancario y en la transparencia en la supervisión financiera
por parte del sector público, expresó en un momento, sin dar cuenta ni de la
traumática caída del Banco Mayo ni de los allanamientos en marcha sobre la
Superintendencia de Entidades Financieras, que amenazan con arrastrar a la tropa del
titular del Banco Central, Pedro Pou. Más aún, avalando implícitamente a Pou, que se
sabe favorece la concentración bancaria en manos extranjeras, Fischer explicó que
es muy importante dejar entrar a los bancos extranjeros no sólo como una forma de
fortalecer el sistema bancario sino también la política cambiaria. En otros
términos, para el hombre del Fondo el avance de la banca extranjera es un reaseguro para
la Convertibilidad. Nada dijo, en cambio, de los subsidios otorgados por el Banco Central
desde el Tequila para aceitar las fusiones y adquisiciones de bancos.
Rocky Fernández (así lo pronuncia) me dijo a principios de setiembre algo que me
impresionó mucho: que crisis como éstas tendremos ocasionalmente, pero lo que pase con
cada país cuando termine la crisis dependerá de lo que hagamos durante. Así, los
países que no entren en pánico ni cambien sus políticas van a salir beneficiados,
contó Fischer, que raramente recuerda lo que le dicen los ministros de países emergentes
ni mucho menos los cita como ejemplo. Es lo que pasó con Argentina después del
Tequila, remató.
Luego, durante una conferencia de prensa posterior, ante una pregunta, Fischer respondió
cuáles son, a su entender, las tareas pendientes para que Argentina pase de ser un
país emergente a una economía desarrollada. Se debe fortalecer las finanzas
del gobierno y, especialmente, las de las provincias; hay que seguir fortaleciendo el
sistema bancario; y avanzar más en los aspectos de la reforma laboral, enumeró.
Sin embargo, aclaró: No sé exactamente dónde estaría el punto de corte, pero el
PBI per cápita de una economía para ser desarrollada debe estar arriba de los 9500
dólares y creo que Argentina está muy cerca de ese límite, aseguró.
Hay funcionarios del Banco Mundial que dicen que ustedes proponen ajustes fiscales
con los ojos cerrados. Ponen como ejemplo que en Argentina se redujo en mil millones el
gasto público, pero de ese recorte 600 millones correspondieron a gasto social y ni se
tocaron gastos reservados del Gobierno, y tampoco se avanzó en disminuir la
corrupción. ¿Usted tiene algo para decir al respecto? le preguntó Página/12.
No conozco esas críticas del Banco Mundial. Me parece que esta es una discusión
que excede a mí área. Cuando se hacen ajustes fiscales nosotrosaconsejamos a los países
que durante la crisis expandan el gasto social, como dijimos en Asia.
Se busca un prestamista El
economista en jefe del Banco Mundial para América Latina, Guillermo Perry, recomendó la
creación de una institución financiera internacional que actúe como prestamista de
última instancia para países en situación de ahogo por la crisis mundial. Perry dijo
que el BM pretende que los gobiernos que deben aplicar políticas de ajuste a raíz de la
crisis protejan el gasto social y expresó que ese es el compromiso que
acordamos con el gobierno argentino para prestarle fondos, como forma del paquete de
5700 millones de dólares anunciados a principios de este mes en Washington.
El costo de la crisis asiática será mucho mayor para los países de la región que
los efectos que provocó el Tequila, consideró. Perry formuló la propuesta de un
organismo de préstamos de última instancia en el contexto del largo plazo, pero de
inmediato opinó que se deben aumentar los recursos destinados al FMI.
Señaló además que nadie puede oponerse a una regulación prudencial del
flujo de capitales, una estrategia que ya discuten los países desarrollados y que,
por lo tanto, es necesario formular a nivel mundial.
Por otra parte, se informó en Brasilia que hoy arribará a esa capital Stanley Fischer,
director adjunto del FMI, para tratar con las autoridades económicas el paquete de ajuste
fiscal y el programa de ayuda financiera que el organismo prepara para auxiliar a este
país. |
RECORTE ADICIONAL DEL GASTO
Con la tijera lista
La caída
en la recaudación impositiva forzó a Roque Fernández a disponer un nuevo recorte del
gasto público. El secretario de Hacienda, Pablo Guidotti, informó anoche que el ajuste
será por 300 millones de pesos, adicional al achique de 1000 millones realizado a mitad
de año. La noticia se confirmó luego de la reunión que el equipo económico mantuvo con
el vicepresidente del FMI, Stanley Fischer, quien pidió precisiones sobre el deterioro en
los ingresos fiscales. La recaudación viene apretada y necesitamos controlar el
gasto, admitió Roque por la mañana.
La presión de sus colegas en el gabinete, que no quieren sufrir una nueva disminución en
sus partidas, provocó la demora en el anuncio. En la última reunión de Gabinete, los
ministros apuntaron contra el titular de la AFIP, Carlos Silvani, responsable de la
recaudación. Roque salió en su defensa y, luego de la reunión de ayer con Fischer,
resolvió asumir la pelea con los ministros.
El equipo económico le comentó ayer al número dos del FMI que negocia con bancos de
inversión un préstamo puente por 500 millones de dólares. Esos recursos serán para
cubrir las necesidades de financiamiento hasta principios de diciembre, cuando ingresarán
los préstamos del Banco Mundial y el Interamericano de Desarrollo.
El subsecretario de Financiamiento, Miguel Kiguel, se entrevistó ayer con los denominados
Creadores de Mercado bancos de inversión que colocan en la plaza local los bonos de
deuda del Gobierno, para comenzar a estudiar los términos de la operación. Además
de ese crédito, Economía analiza una ampliación del endeudamiento con Letras del Tesoro
por 250 millones de dólares.
Previamente, Fischer almorzó con empresarios del Grupo de los Ocho, con quienes revisó
la evolución de la economía ante la crisis. En especial, se interesó por la salud del
sistema bancario, debido a que ve con preocupación el recorte de la asistencia crediticia
al sector privado, con su consecuente impacto sobre el crecimiento económico. Los
presidentes de las dos cámaras que nuclean a los bancos, Eduardo Escasany y Julio Gómez,
respondieron que, en el caso de los bancos extranjeros, se debe a que las casas matrices
limitaron sus líneas de financiamiento hacia las filiales locales.
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