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Los chicos con problemas de aprendizaje pueden ir a la universidad: la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora (UNLZ) brinda un servicio gratuito de psicopedagogía para las escuelas de la zona. Actualmente, 120 chicos y sus familias son atendidos por un equipo de 24 profesionales egresados de esa facultad. Según Lucio Cerdá, director del proyecto, "además de retribuir a la comunidad el saber que se genera en la universidad, la experiencia sirve como una instancia de capacitación para nuestras alumnas". Después de ocho meses de trabajo, el diagnóstico de los profesionales de la UNLZ no es alentador: la mayoría de los chicos llegan por dificultades escolares que, en realidad, expresan la existencia de familias desintegradas, acosadas por la crisis y el desempleo. Y, en muchos casos, también delatan maltrato infantil y abuso sexual. Absorto entre las fichas de colores y los cubos de madera, Gustavo, de 10 años, parece a gusto en la intimidad del consultorio. Afuera, y como cada semana desde que empezó el tratamiento, su mamá espera que termine el turno. "Mi hijo tiene epilepsia y la escuela me derivó a este lugar porque tiene problemas de aprendizaje", explica Norberta Areco de Galarza. "Estoy muy agradecida con el servicio --asegura--. Acá le enseñan a armar juguetes, a leer, le hacen preguntas. Y él siempre sale conforme." Inaugurado en marzo de este año, el Servicio de Atención y Orientación Psicopedagógica (SAOP) ofrece un espacio de diagnóstico y tratamiento para los sectores sociales más carenciados del sur del conurbano bonaerense. El SAOP está integrado por un plantel de supervisores que coordinan el trabajo de las psicopedagogas, quienes, a través de charlas, juegos y tests, intentan descifrar las causas del mal desempeño de los chicos en la escuela. "Permitimos que los niños se expresen sin censurarlos y sin decirles cómo hacer las cosas. De esa forma, nos relacionamos con ellos de una manera más abierta", dice Juana Furnari, una de las psicopedagogas. "Familias desintegradas, padres desempleados, abusos y violaciones, maltrato, mala alimentación, falta de estímulos...", enumeran a la hora de describir el perfil de sus pacientes. "Recibimos una población con problemas tan graves que el del aprendizaje se minimiza. No es que el chico no sepa o pueda aprender lectoescritura, es que no puede jugar", aclara Cerdá. "Nosotros aspiramos a no ser el clásico gabinete de escuela, que recibe al chico sólo cuando tiene problemas en el aula --explica--. Buscamos hacer un tratamiento más integral y tener en cuenta el contexto que rodea a cada persona." Los chicos que concurren al SAOP provienen, en su mayoría, de zonas empobrecidas. Los gabinetes de psicopedagogía de los colegios de Esteban Echeverría, Villa Fiorito, Almirante Brown, Lanús y Quilmes, entre otros, no dan abasto para atender a todos los alumnos que lo necesitan. Cuando se creó el SAOP, absorbió gran parte de esa demanda. "Los tres primeros meses recibimos 250 llamadas mensuales, incluso de lugares muy lejanos", dice Cerdá y cuenta que en este momento hay 80 personas en lista de espera. Si bien la edad promedio de los pacientes es de nueve años, el SAOP también recibe chicos desde los dos años, adolescentes y adultos. Para que "la gente se sienta bien tratada a pesar de ser un servicio gratuito" y para ampliar la capacidad de atención, en 1999 se van a construir más consultorios e incorporar más profesionales. "Queremos tener un equipo lo más interdisciplinario posible --dice Cerdá--. Para eso, vamos a incluir a egresados de las carreras de Trabajo Social y de Minoridad y Familia. Además, estamos armando planteles itinerantes que visiten las escuelas." El SAOP también organiza ateneos clínicos, seminarios y cursos de actualización. Para el '99, se prevé la apertura de una maestría en "Problemática psicosocial de la infancia y la adolescencia". La dirección del SAOP es Camino de Cintura y Juan XXIII (Lomas de Zamora) y el teléfono, 282-7040/7048.
LA FACULTAD DE LA UBA CELEBRA SUS DIEZ AÑOS La Facultad de Ciencias Sociales, la más joven de la UBA, cumple diez años. Los festejos de rigor, que empezaron ayer y seguirán hasta el 4 de diciembre, incluyen actividades varias: jornadas, conferencias, la visita del politólogo Giovanni Sartori, la entrega de una distinción a las Abuelas de Plaza de Mayo y un gran festival musical, entre muchas otras. Creada en 1988, la facultad hoy alberga a catorce mil estudiantes, repartidos en cinco carreras: Sociología, Ciencia Política, Ciencias de la Comunicación, Trabajo Social y Relaciones de Trabajo. "Queremos aprovechar la celebración, que sirva para fortalecer la actividad académica de la facultad", explicó el vicedecano Norberto Alayón. Para eso, se organizaron distintos encuentros vinculados con cada carrera: hoy, a las 10, Giovanni Sartori dará una conferencia en la sede de Ramos Mejía al 800; el 28 de octubre se presentará la revista "Relaciones de Trabajo" y luego se desarrollarán jornadas de Trabajo Social (el 6 de noviembre), Comunicación (del 9 al 13) y Sociología (del 12 al 14). El acto central se realizará mañana, a las 19, también en Ramos Mejía. Se hará un reconocimiento público a antiguos miembros de la facultad; las Abuelas de Plaza de Mayo recibirán el "Premio Sociales a la trayectoria Solidaria"; y se descubrirá una placa en homenaje a Envar El Kadri. "Nos parece importante reflexionar sobre la inserción laboral y la importancia de las Ciencias Sociales en la actualidad", señaló el decano Fortunato Mallimaci. Para ello, el sábado habrá un encuentro con graduados; el 6 de noviembre, una mesa redonda sobre "La responsabilidad de los intelectuales y la universidad a finales de siglo"; y el 11, una reunión con empresarios, donde se discutirá sobre "Las Ciencias Sociales en los nuevos escenarios productivos". Además, entre otras actividades, se destacan las jornadas de investigadores del Instituto Gino Germani --programadas para los días 16, 17 y 18 de noviembre-- y la conferencia de cierre --el 4 de diciembre-- a cargo de Adolfo Pérez Esquivel. Para este sábado, de 16 a 22, está previsto un festival de rock y folklore en el Parque Centenario.
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