Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Los vecinos piden que el subte H largue en el sur

En una Audiencia Pública se discutió el futuro subte H. Hubo reiterados reclamos de que las obras empiecen en Pompeya.

De la Rúa convocó a Transparency para asegurar la limpieza del proceso.
“Si el sur también existe, hay que darle prioridad”, reclamaron los vecinos.

na18fo01.jpg (10442 bytes)

t.gif (67 bytes)  Los vecinos cumplían el papel exigido a cambio de una fugaz cuota de protagonismo. Los políticos se esforzaban por ceñirse a esos cinco minutos de exposición permitidos sin descuidar el trasfondo de campaña electoral. Más sobrios y medidos, los cuadros técnicos evaluaban los puntos a favor y en contra. Se trataba de la primera audiencia pública sobre la traza de la línea H de subterráneos, uno de los proyectos más ambiciosos que lleva adelante la comuna porteña. Críticas, sugerencias y propuestas se cruzaron en el hall central del Teatro San Martín, donde sobresalía la hinchada de los vecinos del sur que reclamaba que la obra comenzara por su zona y no por el norte, como está previsto.
Hubo consenso generalizado acerca de la necesidad de concretar el sueño postergado de vincular el norte y el sur de la ciudad a través de la traza del subterráneo. Pero también se escucharon críticas: un grupo de diputados porteños del PJ y del Frepaso cuestionó la no intervención de la Legislatura en el llamado a licitación para la construcción de la línea H. Este proyecto es el primero de envergadura que el Ejecutivo somete a consideración en una audiencia pública, una instancia prevista en la constitución porteña para que los vecinos presenten sus inquietudes, objeciones y propuestas. Pasadas las 14, el jefe de Gobierno, Fernando de la Rúa, dejó inaugurado el encuentro. En su discurso destacó la “participación masiva de los ciudadanos” así como la presencia del capítulo nacional de la organización Transparency International, contratada para “transparentar aún más la licitación de la línea H”. De este modo, el gobierno porteño intenta evitar, prevenir y combatir cualquier forma de corrupción o atisbo de sospecha.
La jornada se extendió durante seis horas ininterrumpidas. Legisladores, asociaciones vecinalistas y ambientalistas, técnicos, profesores universitarios, el ombudsman porteño, dos expertos convocados por Transparency y más de medio centenar de ciudadanos comunes –inscriptos previamente en un listado– se sumaron a la discusión. El eje del debate se centró en la inquietud generalizada acerca de por dónde se deben empezar las obras. Gran parte de los participantes torció la propuesta original de arrancar por la zona de Retiro hacia la zona sur.
Entre los vecinos del sur, el pedido de comenzar la construcción desde Pompeya sonaba a exigencia. “Si el sur también existe, entonces hay que darle prioridad y terminar de una buena vez con la histórica postergación que sufrimos”, insistía uno de ellos, que era ovacionado por la hinchada afín proveniente de un sector del auditorio.
En idéntico sentido se manifestaron el ombudsman porteño Antonio Cartañá y los legisladores Agustín Szbar, Felipe Figuerero y Fernando Finvard, acompañando así la voluntad del jefe del gobierno porteño. Señalaron como ventajas la menor complejidad de la construcción en esa zona y la menor inversión que demandaría. A su turno, Cartañá explicitó sus motivos: “Retiro es un proyecto inmobiliario y éste es un proyecto empresario privado. Hay que apuntar hacia políticas compensatorias con el esfuerzo económico que ello implica. Si dejamos al mercado que decida, dará vueltas y ya sabemos que empezará por el norte”.
La diputada Juliana Marino, del PJ, sumó críticas sobre los pliegos de la licitación, a la que calificó de “débil, desorganizada y con aspectos controvertidos”. También dudó acerca de la capacidad de absorción de la inversión por parte de los consorcios y llamó a la licitación de toda la traza en su conjunto con la toma de un crédito internacional. Uno de los expertos convocados por la organización Transparency, Yvan Flecijn, agregó objeciones a los pliegos de la licitación: “Se apuraron en largar una precalificación desconociendo algunas de las reglas de la licitación internacional”, dijo.

 


 

MENEM INAUGURO EN CORDOBA LA PRIMERA CIBERCIUDAD
La Carlota se llenó de microchips

t.gif (862 bytes) Finalmente los carlotanos se sienten reyes. Ayer llegó al pueblo de La Carlota, al sur de la provincia de Córdoba, el presidente Carlos Menem, y en un acto lleno de banderas argentinas y candidatos justicialistas, inauguró la “primera ciberciudad de Latinoamérica”. Casi a caballo de veras –estuvo a punto de aceptar la invitación al lomo de un alazán campero–, pero firmemente a caballo de la tecnología, Menem negó la calidad de campaña de su visita. “Me acompañan los candidatos a gobernador y a intendente de Córdoba”, dijo para negar la especie. A su lado sonreían en el palco del Club Central Argentino, José Manuel de la Sota, y el secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath.
Kammerath fue el que despuntó el vicio de las palabras. “Esta es la primera ciudad que se incorporó al mundo global de la información -destacó–. Pero la meta es cerrar el siglo con la Argentina en la punta de la tecnología”. Kammerath, además de pretender la capital cordobesa, intenta una transformación “en cada punto”, según dice. “Esta ciberciudad es el primer paso de un proyecto más ambicioso que abarca a todas las ciudades del país”, contó. El funcionario prometió que para comienzos del siglo entrante todas las escuelas argentinas tendrán “por lo menos una computadora funcionando”.
El proyecto ciberciudad para La Carlota es una experiencia piloto basada en el equipamiento de escuelas y organizaciones intermedias de un total de cien computadoras con acceso a Internet e intranet –una red interna–. A través de las redes los usuarios pueden desde el campo chequear información del Inta sobre plagas o lluvias, y “las amas de casa, hacer trámites en cualquier repartición pública”, explicó Kammerath en el seno del pueblo de 13 mil habitantes y diez cuadras por diez cuadras. En el acto, quien trajo a colación la tierra por sobre el ciberespacio fue el intendente de La Carlota, Alberto Abecassis. “Es bueno que vayamos al siglo XXI de manos de la informática, pero no podemos olvidar a nuestros compatriotas que viven bajo techos de chapa”, sostuvo.

 

PRINCIPAL