Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira



  AVISO: ENCUENTRO TEMATICO DE PSICOLOGOS DEL MERCOSUR
AVISO: ENCUENTRO TEMATICO DE PSICOLOGOS DEL MERCOSUR

 



LA SUPERVIVENCIA DEL TANGO Y LA CRISIS DE LA FAMILIA
Me hiciste mal y sin embargo te bailo

Cuando la familia tradicional enfrenta su peor crisis en la Argentina, resurge el tango, como baile, expresando “la inesperada permanencia de costumbres, anhelos y placeres cuya defensa negaríamos avergonzados”.

 

El “pensamiento que se baila”, como lo nombró Discépolo, se practica hoy en Buenos Aires.
“Los años 60 podían haber sido el canto del cisne del tango. Pero volvió, y por razones fuertes.”

psico01.jpg (10195 bytes)

Por Juan Carlos Nocetti *

t.gif (862 bytes) Ningún orden familiar estable parece poder percibirse en un mundo “occidentalizado”. Estamos en un momento de transición. Las estadísticas registran la “familia nuclear”, las “unimembres”, las “monoparentales”, las “de hecho” establecidas, las de “cama afuera”, las “numerosas” de clases altas y bajas, las de “los míos, los tuyos, los nuestros” y otras que eluden la denominación. Pero nada decanta en fórmula, todo se pierde en los rumbos del ensayo errático sin poder alcanzar el mínimo consenso. Por eso el orden tradicional no resigna su plaza. Persiste en las costumbres más arraigadas, se filtra por los intersticios que dejan las inconsistencias de las nuevas reglas, reaparece en cada coyuntura en que resulta favorable reafirmar la posibilidad de un orden incuestionable. Es por una de esas brechas que una forma musical casi extinguida, retorna: el tango.
El tango comenzó por ser símbolo de un progreso. De origen marginal, desde “rantes piringundines” suburbanos, ingresó a una ciudad que se renovaba por la cruza de inmigraciones y se enriquecía a expensas de la producción rural del interior.
Se convirtió luego en forma de expresión y denuncia de las clases obrera y media ascendentes, hasta que, admirado y reconocido por los Newbery y los Güiraldes, la buena sociedad terminó aceptándolo oficialmente. Pero su futuro estaba en la crónica del orgullo, el dolor, la soledad y la nostalgia de una ciudad atada al progreso.
Las décadas del 30 al 60 describen una curva que abarca los años de afirmación coreográfica y musical del tango, de su mayor esplendor y riqueza, hasta los de su repentina y aparentemente definitiva exclusión. El porteño reconocía en el tango su entorno en proceso de transformación, su habla, su sentir. Expresaba la tristeza por un mundo perdido, pero no dejaba por eso de cortejar, en las influencias “modernistas” detectables en su música y en su letra, a un progreso que le ofrecía un lugar hasta entonces insospechado.
Sobre los finales de la década del 50, el tango comienza a ser arrinconado por otros gustos musicales y otros valores que irrumpen avasallantes. Un nuevo tiempo se está gestando, el mundo que lo hiciera posible sucumbe, su destino parece acotado.
Al igual que el de la familia tradicional: la Organización Mundial de la Salud señaló recientemente que “en los últimos treinta años, la familia sufrió un cambio radical. En los años sesenta estaba constituida por la madre, el padre y los hijos. Actualmente se advierten otras formas: familias con un solo progenitor, hijos de parejas no casadas, chicos que precozmente dejan el hogar...”.
Es que los años 60 fueron el último intento de un retorno al proyecto de la modernidad. Según Foucault, “el canto del cisne del modernismo y, como tal, un momento inaugural de la posmodernidad”. Desde entonces, claramente, la familia tradicional –acompañante fiel, desde el siglo XIII, del origen, desarrollo y culminación de la modernidad– asiste a la disgregación de su entorno social. Un entorno social sacudido por un modelo cultural que no encuentra razones ni motivos para detener la infatigable exploración de sus límites. Así como el siglo XIX dejó testimonio del modo en que la familia enfrentó mediante la hipocresía y el escamoteo el problema “moral” de la sexualidad, el fin del siglo XX es impotente testigo del creciente problema social del desamparo y la soledad.
Los 60 pudieron también haber sido –y todo lo hacía prever– el canto del cisne del tango como expresión de la decadencia de ese proyecto en su fase terminal. Pero volvió. Y no por meras razones de un esteticismo conservador y decadente. No porque sus poetas resultaran revalorados. Tampoco lo fueron sus músicos, salvo excepciones. Por lo general la nueva generación de “tangueros” apenas puede rescatar del olvido algunos nombres que son incapaces de reconocer en sus obras.
Pero el tango retuvo dos actitudes fundamentales de la modernidad galante, al parecer añoradas. Exige, hoy como ayer, un varón portador de una doble habilidad: firme conductor y cortejante presto al lucimiento de su compañera. Pero reclama también una dama que —confiada en ese dudoso saber—, se deje llevar sin sospechas en medio de un abrazo cuya sensualidad no deja duda alguna.
La mayoría de los grupos familiares humanos consideran al padre no sólo procreador sino también protector de los hijos y su madre; habitualmente es quien consigue el alimento, la tierra o el dinero. Las cosas cambian cuando es exigida una mayor igualdad y donde el amor libre tiene como resultado el incremento de madres solteras. Por diferentes razones, en el mundo occidental globalizado muchos hombres viven hoy alejados de sus mujeres e hijos. Muchas mujeres e hijos se ven privados de aquella protectora función. Tal vez por eso la familia tradicional sobrevive, subsiste al amparo de la nostalgia de quienes no podemos sino seguir atados a sus valores e ideales. Y la vitalidad del tango es testimonio de esa persistencia.
Sus letras recorren los puntos culminantes de la milenaria historia de la familia occidental: el culto a la Virgen Madre, las desventuras del amor cortesano, el valor patrimonial de la virginidad, la disolubilidad matrimonial. Desde la imagen inmaculada de la madre (“la única que nos comprende”), y la estampa del amor cortés revivida en ese varón que en su derroche de coraje “canta pa’ no llorar” a una mujercita “delantal y trenza suelta” para siempre deshonrada en la caída. Hasta el final desencuentro con la fe, “cuando querés confiar y encontrás que no hay en qué”.
Pero, sobre todo, en su ritual coreográfico el tango reproduce aquel entrañable acuerdo, aquella clara división sexual del 900 entre el “jefe de la familia” y la soberana del hogar. Cuando cada uno de esos valores parecían perdidos, obsoletos, inservibles, alguna traviesa fractura ha permitido que el tango expresara una insólita, inesperada permanencia de costumbres, anhelos y placeres cuya defensa negaríamos, avergonzados, asumir.

* Psicoanalista. Especialista en familias.




EL PSICOANALISIS Y EL VIH/SIDA
“No parcializar la propuesta”

Por Carlos Gustavo Motta*

t.gif (862 bytes) Inferir que en el terreno del sida la temática de la llamada adherencia a los tratamientos es un “descubrimiento” capital frente a esta enfermedad no es sólo parcializar nuestra propuesta teórica y clínica, sino considerar, a la manera de Foucault, un espacio quimérico: conjunto virtual en donde no habría capacidad para el deseo del sujeto y las dificultades que tiene para realizarlo.
Es importante recordarle a la psicología que la pulsión es uno de los pilares básicos del psicoanálisis y este concepto princeps no se reduce al Tánatos, porque la muerte no es tan sólo el final de la vida. La muerte es interrupción de nuestros proyectos, es desaliento ante el otro, es la repetición incesante de sucesos que con frecuencia dejamos alojados en una llamada neurosis de destino o comúnmente en un simple y llano fracaso.
Un psicoanalista, hoy, no es un hombre rígido detrás de un diván que sólo puede expresar onomatopéyicos ajaes o formular el ¿a usted qué le parece?. Ellos son estereotipos que la propia psicología ha adjudicado al psicoanálisis, siempre tan resistido o defendido, ambos artificios constituyentes en sí mismos de nuestra ciencia. El psicoanálisis tiene en sus principales mentores la propuesta de no retroceder frente a lo que no marcha de un sujeto y ésa es la mejor manera de sostener una posición ética (particularmente creo que es una aspiración en cualquier profesión), a pesar de que hoy se hable tanto de ella y de que su práctica sólo sea esporádica.
Podríamos finalizar reflexionando sobre esta cita de Lacan: “El buen sentido representa la sugestión, la comedia la risa. ¿Es decir que bastan, aparte de ser poco compatibles? Es ahí que la psicoterapia, cualquiera que sea, no alcanza, no que no ejerza algún bien, sino que nos retrotrae a lo peor”.

* Psicoanalista, miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana. responsable del Primer Grupo de psicoanálisis y Sida: Subjetividad de la Epoca, dependiente del Instituto del Campo Freudiano. El presente artículo es respuesta al de Mario Burgos –publicado en esta sección hace dos jueves– acerca de la “adherencia”, que “se refiere al cumplimiento sistemático y permanente del tratamiento prescrito”.

 


 

“CONVERGENCIA, MOVIMIENTO LACANIANO”
Nueva entidad psicoanalítica

t.gif (862 bytes) Se fundó una nueva entidad psicoanalítica internacional. En Convergencia, Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano, participan varias conocidas instituciones argentinas. El conjunto de organizaciones se manifestó dispuesto a enfrentar “la fragmentación que hace estragos en el movimiento lacaniano”, y denunció “la globalización impuesta por la ideología neoliberal, que amenaza la subjetivación y la posibilidad de metaforizar”.
El Acta de Fundación de Convergencia propone “afrontar los efectos nocivos de la fragmentación que hace estragos en el movimiento lacaniano internacional, de un modo distinto a la instauración del lazo piramidal y autoritario propio de una supra-asociación”. La entidad procurará “ofrecer a los analistas así reunidos una fuerza política para apoyar su inscripción social en los diferentes contextos”.
Los fundadores señalan los “problemas que emergen en el seno de la institución analítica”, entre los que destacan “la no afiliación de los psicoanalistas en relación con las asociaciones analíticas, el aislamiento en relación al movimiento psicoanalítico, la captura masiva de la singularidad en los colectivos avasalladores o la dispersión en una pléyade de grupos”.
“Nos inspira la necesidad de encontrar, en tanto psicoanalistas, una réplica adecuada a las nuevas formas que toma hoy el malestar en la cultura”, entre las que mencionan: “el dominio, anticipado por Lacan, de la violencia segregativa, que acrecienta la fractura social y ataca a la dignidad humana”; “prácticas sociales que tienden a desconocer lo real del conflicto psíquico en el que se atestigua la dimensión del sujeto como punto donde surge el inconsciente. Lo pone de manifiesto y lo ejemplifica la proliferación de la ideología psicoterapéutica, a la que nos oponemos”. También señalan que “la globalización impuesta por la ideología neoliberal propone objetos universales de goce prêt-à-porter y amenaza la subjetivación y la posibilidad de metaforizar”.
El Acta de Fundación se firmó el 3 de octubre en Barcelona. Los integrantes proyectan actividades conjuntas que culminarán en un congreso a efectuarse en París en febrero del 2001. Integran Convergencia 45 entidades de la Argentina, Francia, España, Estados Unidos, Brasil, Italia, Alemania, Uruguay y Ecuador.
Las instituciones argentinas son: Escuela Freudiana de Buenos Aires, Escuela Freudiana de la Argentina, Mayéutica, Agrupo, Discurso Freudiano, Institución Psicoanalítica de Buenos Aires, Escuela de Psicoanálisis Sigmund Freud, Intersecciones, Letra, Triempo, Espacio Psicoanalítico de Rosario, Escuela de Psicoanálisis de Tucumán, Grupo de Psicoanálisis de Tucumán y Seminario Psicoanalítico de Tucumán.

 

POSDATA

Adopción. “Cómo y quién será nuestro hijo adoptivo”. Taller con video, para la comunidad, en Sociedad Argentina de Terapia Familiar. El 24 de 9 a 11.30. 962-4306. Gratuito.
Desencanto. “Ilusión y desencanto en el trabajo institucional” por José L. Cao en el Colegio de Psicólogos Distrito XI, La Plata. (021) 82-8770.
Ateneos. En el Cenareso, los jueves de 12.30 a 14 desde hoy. 305-5765, 305-0091 int. 129. Gratuito.
Azar. “El azar y la razón” por Gregory Chaitin. En el marco del proyecto “Efectos del sujeto en las matemáticas y la física actuales”. El 26 a las 21.15 en Psico, H. Yrigoyen 3242, aula 14.
Bíblicas. “Mujeres bíblicas, trágicas, místicas...”, con Perla Sneh, Diana Sperling y Estela Gurman en Agrupo, hoy a las 21. 951-6796/6083.
Discapacidad. “Los hermanos de un niño con discapacidad”, charla abierta con padres. Programa de prevención de la Municipalidad de San Isidro. Mañana a las 19 en Av. Centenario 1891. 512-3158. Gratuito.
Anorexia. Taller para padres y docentes: anorexia bulimia. En Escuela de Psicoterapia para Graduados, hoy a las 20.30. Julián Alvarez 1933. Gratuito.
Clínica. “Psicoanálisis y la clínica actual”, con Silvia Bleichmar, Alfredo Grande y César Hazaki en Atico, Cooperativa de Trabajo en Salud Mental, el 27 a las 20.30. 553-3800/0683.
Niñez. “Niñez en riesgo, mediación y salud”, con Aurora Pugliese, Adrián Grassi y Patricia Aréchaga, el 24 de 10 a 13.30 en CIP. 292-2898.
Democracia. “Democracia, subjetividad y género” con Eduardo Grüner y Débora Tajer, el 29 de 20 a 22 en Corrientes 1551.

PRINCIPAL