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Para el jefe de la Policía Federal, Baltasar García, no se trata de una "purga" sino de una "autodepuración". Pero, más allá de los calificativos, lo cierto es que la reestructuración de esa fuerza que comenzó con el descabezamiento de las cúpulas de las Superintendencias de Investigaciones y de Seguridad Metropolitana alcanzará la semana próxima a la mayoría de los comisarios de la Capital Federal. "Se analizarán una por una las comisarías y se producirán los relevos en consecuencia", admitió García, quien confirmó así la decisión de separar a la casi totalidad de los jefes de las seccionales porteñas, como Página/12 adelantó el último domingo. De todos modos, García negó que la Federal se encuentre en estado de descomposición y consideró que "está más fuerte que nunca". La inminente remoción de los titulares de las comisarías de la Capital forma parte de la depuración de la Federal que empezó como consecuencia de las denuncias de corrupción policial. Como publicó anteayer este diario, se considera improbable que sigan en sus funciones más que un puñado de los 52 comisarios porteños y en el marco de esa reestructuración también pasarán a retiro más de la mitad de los oficiales de los tres grados superiores considerados este año por la Junta de Calificaciones (36 de los 65 comisarios, 10 de los 20 comisarios inspectores y 4 de los 7 comisarios mayores evaluados). Esta cuota equivale a un 12 por ciento del total de oficiales que actualmente revistan en cada una de esas jerarquías. García prefirió hablar de "autodepuración" en lugar de "purga" y dijo que los cambios dentro de la Federal son los que anualmente se producen a partir de las evaluaciones que realiza la Junta de Calificación, encargada de analizar los traslados, ascensos y pases a retiro de los oficiales superiores de la fuerza. Ese cuerpo, que este año concluyó su tarea en la fecha en que tradicionalmente la iniciaba, es precisamente el instrumento al que apeló el jefe de policía para operar los cambios dentro de la institución. El mismo García reconoció ayer que "a lo mejor este año hemos sido más minuciosos" en las evaluaciones y explicó que "en base a la política institucional fijada para mayor eficiencia y excelencia profesional, se analizará una por una a las comisarías y se producirán los relevos en consecuencia". También precisó que para decidir el futuro de cada alto oficial de la fuerza "se toma en cuenta todo tipo de evaluación, inclusive las denuncias de corrupción". García negó que se vaya a relevar a los jefes de todas las seccionales porteñas porque "hay comisarios que son eficientes". Admitió, sin embargo, que "hay otros que se pueden trasladar de un lugar a otro", pero se abstuvo de dar precisiones sobre el número de reemplazos con la excusa de que "eso está siendo estudiado por la Junta de Calificaciones y las juntas personales". El jefe de la Federal evitó también trazar paralelos entre la actual situación de esa fuerza y la que atravesó hace un año la Policía Bonaerense, cuando las sucesivas denuncias y procesamientos de sus efectivos llevaron al gobernador Eduardo Duhalde a reemplazar a su jefe por un civil en una profunda reestructuración. "No, no, yo no quiero comparar instituciones, son contextos distintos, ámbitos distintos, por eso no quiero comparar con la policía de Buenos Aires", manifestó García. Y afirmó que, lejos de hallarse inmersa en un proceso de descomposición, la Federal "está más fuerte que nunca ya que sale revitalizada en todos sus reacomodamientos".
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