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Por Felipe Yapur Desde Jerusalén
Eduardo Duhalde lo negó desde que llegó a Israel, se empecinó en decir que su gira la realizaba en calidad de "un simple gobernador". Pero cuando el presidente de la Knesset (el Parlamento israelí), Dan Tichon, lo presentó ante la Asamblea Legislativa como "el candidato a presidente de la Argentina", y dijo ante los legisladores que estaba conforme con las investigaciones por los atentados a la embajada y la AMIA, al bonaerense se le iluminó el rostro y no pudo disimular una sonrisa. El gobernador alcanzó su objetivo: Israel ya sabe que hay otro amigo en Buenos Aires y que, si la suerte lo ayuda, en poco tiempo más ocupará el despacho más importante de la Rosada. Duhalde había llegado poco antes de las 13 a uno de los edificios más custodiados de Jerusalén, e inmediatamente almorzó con un grupo de parlamentarios que integran la Comisión Legislativa de Amistad Israelí Argentina. El tema que concitó la atención del precandidato fue el reciente acuerdo de paz firmado entre Benjamin Netanyahu y Yasser Arafat. Durante el almuerzo Duhalde estuvo acompañado por el embajador argentino, Vicente Espeche Gil, y el representante israelí en la Argentina, Yitzak Aviran. Fue en este preciso momento que se produjo la primera alegría para el precandidato. En el primer aniversario de su derrota electoral ante la Alianza, Aviran se encargó de presentarlo como el candidato presidencial de la Argentina. Sin duda fue una buena señal. La actitud que tuvo el embajador israelí fue importante, sobre todo si se tiene en cuenta que hace un año este mismo hombre realizó durísimas declaraciones sobre la deficiente investigación en los atentados terroristas que sufrió la embajada en Buenos Aires y la AMIA. Integrantes de la "mejor policía del mundo" --como Duhalde denominó alguna vez a la Bonaerense-- están seriamente implicados en esas causas. Luego del almuerzo llegó la hora de encontrarse con Dan Tichon, el presidente del Parlamento y hombre del partido gobernante, el Likud. Se reunieron en el despacho de Tichon y nuevamente el tema principal fue el nuevo tratado de paz. El parlamentario le adelantó que con seguridad el acuerdo será refrendado por la Knesset, aunque también admitió que es muy probable que el gobierno de Netanyahu caiga ante un llamado anticipado de elecciones. Esto debe haber preocupado a Duhalde porque todo el esfuerzo realizado para mostrarse como uno amigo de Israel podía quedar en la nada. Sin embargo, su preocupación desapareció cuando le soplaron al oído que se está gestando, entre el Likud y el Partido Laborista, un futuro gobierno de unidad nacional que dejará fuera a los pequeños partidos de extrema derecha, los más acérrimos opositores a los acuerdos de paz. Pero la comitiva argentina supo que el objetivo estaba cumplido cuando Tichon lo presentó a Duhalde al inicio de una caliente sesión legislativa. El presidente del Parlamento les dijo a los legisladores que durante su visita a la Argentina mantuvo "extensas charlas con representantes del gobierno sobre los desastres que tuvieron lugar en nuestra embajada y en el edificio de la comunidad judía de Buenos Aires. Y creo que se hicieron serios esfuerzos para localizar a los criminales y llevarlos a la Justicia. Nos gustaría ver en la Argentina un verdadero socio en la guerra contra el terror. Tengo la certeza de que las investigaciones serán completadas". Esta frase permitió a Duhalde respirar y sonreír. Pero el buen momento no terminó ahí. La cereza del postre fue colocada también por Tichon cuando dijo que estaba presente en la Knesset "el candidato a presidente de la Argentina". La etapa Israel está prácticamente cumplida para Duhalde, sólo resta una reunión con el ex premier Shimon Peres. Luego viajará a España para hablar con el presidente José María Aznar sobre los juicios a los militares argentinos que lleva adelante el juez Baltasar Garzón.
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