Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


LA JUSTICIA BRITANICA FALLO A FAVOR DE PINOCHET PERO SIGUE ARRESTADO
Con un pie en la puerta del avión

El juez británico declaró “ilegal” la orden de detención contra Pinochet. Pero continuará detenido hasta que la Cámara de los Lores sentencie sobre la apelación.

El abogado británico Alan Jones, representante de España en el proceso, sale de la Alta Corte.
Jones apeló la sentencia y ahora la decisión está en manos de la Cámara de los Lores.

na03fo01.jpg (10546 bytes)

Por Marcelo Justo Desde Londres

t.gif (67 bytes) “Como jefe de Estado en el momento de cometerse los presuntos delitos de que se lo acusa, el general Pinochet goza de inmunidad ante los tribunales civiles y penales ingleses.” Ante una sala saturada por unas 300 personas que seguían en vilo un dictamen cargado de tecnicismos y precedentes judiciales nacionales e internacionales, el juez Lord Bingham arrojó este repentino balde de agua helada. Para la mitad de los presentes, chilenos o latinoamericanos, las palabras del juez habían resultado hasta ese momento oscuras y por momentos inaudibles. Pero “inmunity” era inmunidad: la similitud la hacía inmediatamente reconocible. Al cabo de dos días de audiencia, la Alta Corte de Justicia de Londres se inclinaba de modo unánime por el argumento de la defensa: un jefe de Estado goza de inmunidad por los delitos cometidos durante el ejercicio de su cargo. Desde el domingo un avión de la Fuerza Aérea chilena, con médico y enfermeras aguarda en vano al ex dictador en una base militar en Oxfordshire.
En un dictamen que duró 80 minutos, Lord Bingham recorrió los precedentes asentados en casos de esta naturaleza desde el tribunal de Nüremberg de la posguerra a los de Ruanda y Yugoslavia en la presente década. El juez recalcó que en todos esos casos se trataba de tribunales internacionales, y que no había antecedentes de un Estado nacional juzgando a un jefe de Estado de otro país, razón por la cual el general Pinochet gozaba de inmunidad frente al pedido de extradición formulado por el juez Garzón. Esta inmunidad significa que los dos autos de captura que liberó la Justicia británica contra el general Pinochet son automáticamente inválidos. El del 16 de octubre permitió el arresto del general en la London Clinic en la que se recuperaba de una operación de espalda; el emitido una semana más tarde por el Servicio Fiscal de la Corona corrigió tres errores de la primera redacción que podrían haber permitido, gracias a un tecnicismo, la libertad del ex dictador. Lord Bingham reconoció la gravedad de las acusaciones que pendían sobre el ex dictador y dictaminó que debía permanecer bajo arresto “ante la posible apelación a este dictamen”.
La noticia de que Pinochet permanecería bajo arresto corrió como un reguero entre las decenas de personas que aguardaban afuera de la sala y enseguida se escuchó un estallido de gritos y aplausos de los que no habían podido entrar al recinto. Una vez finalizado su dictamen, la Crown Prosecution Service (CPS, Servicio Fiscal de la Corona) que representa al juez Garzón en este caso, anunció que apelaría la decisión ante la última instancia de la Justicia inglesa, la Cámara de los Lores. Por su parte, el abogado del general, Clive Nichols, indicó que en los próximos días solicitaría una libertad bajo fianza para el general. Los expertos legales consultados por Página/12 coincidieron en que es prácticamente imposible que se le conceda la libertad bajo fianza ya que sería evidente que el general la aprovecharía para abandonar el país. Sin embargo, consultado por este diario, Clive Nichols insistió en que la solicitud se haría antes del fin de semana.
Una chilena militante de un movimiento de derechos humanos presente en el Tribunal Superior de Justicia explicó a Página/12 por qué algunos compatriotas habían celebrado tanto el anuncio del arresto. “Para muchos de ellos lo único que importaba era que Pinochet no se fuera hoy o mañana o pasado. Un día más de arresto de Pinochet es como un poco más de esperanza”, indicó Miriam Bell. A medida que corrió la información sobrelos alcances del dictamen de Lord Bingham, la decepción creció entre los chilenos que se retiraron del tribunal y se reunieron afuera a masticar su frustración.
En general había poca fe en la apelación que el Servicio Fiscal de la Corona tiene que presentar el lunes y que se calcula que los Lores responderán en un período de entre 10 y 14 días. “¡Qué van a hacer los Lores, si son una cámara de viejos que la mitad se pasa dormida casi todo el día!”, expresó a Página/12 uno de los chilenos, de gorra y cara afilada y quijotesca. Algunos citaban la orden de captura solicitada por la Justicia suiza, la francesa y la sueca como una posibilidad de volver a cerrar el cerco sobre el dictador en caso de que fallase la apelación a la Cámara de los Lores. Pero enseguida enmudecían ante un argumento que parecía demoler toda esperanza.
La mayoría de ellos no desistieron y fueron del Real Tribunal Superior a la clínica London donde se encuentra Pinochet, “para reemplazar a los compañeros” en la guardia permanente que montan desde el 18 de octubre. Vicente Alegría, presidente del Movimiento de refugiados chilenos en Londres, se demoró un poco más, declamando a los cuatro vientos, en impecable inglés, su furia. “¿Qué quiere decir inmunidad porque se es un jefe de Estado? ¿Quiere decir que se puede asesinar, que se puede cometer genocidio por el cargo que uno ocupa? ¿Inmunidad diplomática o impunidad diplomática? Este es un precedente muy peligroso no sólo para nosotros los chilenos. Es para la democracia en todo el mundo”.

 


 

EN FRANCIA SIGUEN EMBISTIENDO CONTRA PINOCHET
Crímenes contra la humanidad

Por Eduardo Febbro  desde París

t.gif (862 bytes) La causa contra Augusto Pinochet tiene desde ayer una nueva querella presentada bajo el cargo “crímenes contra la humanidad” por un universitario francés de origen chileno, Marco Antonio Espinosa. El abogado que remitió la petición al Tribunal de Gran Instancia de París, Serge Lewish, precisó que la causa, acompañada de un pedido de extradición suplementario, se basa en el asesinato y el secuestro de Miguel Espinosa, asesinado el 5 de octubre de 1974 en Santiago de Chile, y de su hermano, Edgardo Enríquez Espinosa, secuestrado en la Argentina el 24 de abril de 1976. Según declaró Lewish, “la jurisdicción francesa es competente para instruir la querella y lanzar un mandato de captura internacional contra Pinochet”.
Muchos sectores políticos del país, desde el ex ministro socialista de Cultura y hoy presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional, Jacques Lang, pasando por los radicales de izquierda, PRG, y la Liga Comunista Revolucionaria manifestaron su “sorpresa” y hasta su “tristeza” por el fallo de la Alta Corte de Londres que considera “ilegal” la detención del dictador por cuanto éste goza del amparo que le da su “cualidad” de Jefe de Estado. Los radicales de izquierda urgieron incluso al gobierno francés para que intervenga en los procedimientos para impedir la liberación de Pinochet.
Más allá de estas acciones judiciales dos temas monopolizan el fondo de los debates: uno atañe al embrollo jurídico del caso Pinochet y el otro, que se desprende del primero, toca el papel de la Justicia europea, convocada por accidente a juzgar a quien fue, en una época, un amigo impune. Olivier Duhamel, diputado socialista europeo y profesor de derecho, considera que “juzgar a Pinochet es para Europa una necesidad política”. Según el análisis del diputado, “una concepción exigente del derecho penal para juzgar crímenes contra la humanidad responde a una visión política de la protección efectiva de los derechos fundamentales. Europa debe defenderla”. Duhamel ve en la catarata de demandas “sin fronteras” que convergen hacia Pinochet un buen motivo “para reconciliar a los europeos con la política y el derecho y a los demócratas de otros continentes con Europa”.
Desde el punto de vista del derecho estricto, Brigitte Stern, profesora de derecho internacional en la Universidad de París, reconoce que “el arresto del general Pinochet crea una situación internacional de una extrema complejidad”. Stern resalta también que en el campo del crimen contra la humanidad no existen actualmente “convenciones internacionales” sino sólo “definiciones internacionales” de ese crimen. Pero, agrega, la “definición histórica del estatuto del Tribunal de Nuremberg” y las bases con que actuó el Tribunal Penal Internacional para los crímenes en la ex Yugoslavia señalan que el crimen contra la humanidad comprende tres categorías: “Debe estar dirigido contra la población civil: deber ser organizado y sistemático: tiene cierta gravedad. Los actos de los que Pinochet está acusado entran en esta definición”. Brigitte Stern no se tapa los ojos y admite que “queda por saber si la voluntad política de juzgar a un dictador como Pinochet existe en el seno de la comunidad internacional. Lo que está en juego va más allá de Pinochet”.

 


 

“Toda instancia puede revertirse”

Por M. J. desde Londres

t.gif (862 bytes) El diputado socialista chileno Alejandro Navarro era uno de los tantos chilenos que aguardaron ansiosamente el fallo de los jueces ingleses en los pasillos del Tribunal Superior de Justicia. Enviado del Partido Socialista para contrarrestar la fuerte campaña lanzada por los pinochetistas en Inglaterra, dialogó con Página/12 sobre el futuro de la causa contra el dictador.
–¿Cuál es su reacción al fallo?
–Va a haber que estudiar los fundamentos de la resolución del fallo que rechazó la orden de detención porque sin duda hay implicancias jurídicas importantes en materia de tratados internacionales respecto de la violación de los derechos humanos. Es un fallo de primera instancia, y como toda instancia judicial puede ser revertido.
–¿Está satisfecho con que Pinochet siga arrestado?
–Lo que cabe ahora es cesar con las presiones políticas, que los diputados de derecha cesen con el lobby porque aquí será la Justicia inglesa la que debe expedirse. Hoy [por ayer] ha dicho que rechaza la orden de detención pero que mantiene bajo arresto a Pinochet porque hay condiciones bajo las cuales se puede apelar el dictamen.
–Usted habla de lobby, ¿es ésa la razón por la que se encuentra acá?
–Efectivamente. La detención de Pinochet ha conmovido a Chile y al mundo entero. La presencia masiva de diputados de oposición que han venido acá ha distorsionado la percepción de la opinión pública inglesa, generando la sensación de que la excarcelación de Pinochet puede producir un quiebre institucional en Chile. He comunicado al Partido Laborista, al gobierno y a la opinión pública de Londres la posición del partido y también de la transición chilena. Estuve con Ann Clwyd, presidenta de la comisión de derechos humanos de la cámara, con Tony Lloyd, subsecretario de relaciones exteriores de Inglaterra, he estado con diputados laboristas y conservadores, y con Amnistía Internacional. Esperamos que lo que inició España siga su curso.

 


 

Garzón busca ganar el segundo round en Madrid

La Sala en lo Penal de la Audiencia Nacional española decidirá hoy la competencia del magistrado en la causa contra Pinochet.

Varias ciudades españolas fueron escenarios de actos; aquí, el realizado en Barcelona.
También se realizaron vigilias nocturnas a la espera del fallo de la Audiencia Nacional.

na02fo01.jpg (11820 bytes)

Por Norberto Bermúdez desde Madrid

t.gif (862 bytes) Llegó el día D para el juicio de Madrid. Esta tarde se celebrará la vista oral y pública del recurso presentado por los fiscales Eduardo Fungairiño y Pedro Rubira contra la competencia del juez Baltasar Garzón para proseguir el sumario por los desaparecidos españoles en Chile y Argentina. Once jueces de la Sala en lo Penal, presididos por Siro García Pérez, tomarán la decisión, que podría conocerse en las últimas horas de hoy y que podría archivar definitivamente la causa. Pocos minutos después de conocerse la sentencia de la Justicia británica de Londres a favor de la inmunidad diplomática de Augusto Pinochet, Página/12 se puso en contacto con Garzón, quien negó tajantemente que los jueces británicos consideraran que su orden de detención contra Pinochet fuera ilegal.
La competencia de Garzón será sostenida por seis letrados acusadores. Carlos Slepoy (Asociación Argentina Pro Derechos Humanos) impugnará las derogadas leyes de impunidad y los indultos. Manuel Ollé (por las Madres de Plaza de Mayo) probará la existencia de genocidio. Enrique Santiago (representando a Izquierda Unida) abordará la cuestión de la normativa internacional en materia de derechos humanos. Juan Puig de la Bellacasa se referirá a los delitos de torturas. La doctora en leyes Carmen Lamarca tratará sobre la existencia de terrorismo de Estado, cuestión en la que es una experta, y José Luis Galán será el que haga las alegaciones finales a favor de la continuidad del sumario 19/97. Cuando terminen estas exposiciones, los jueces se reunirán a puerta cerrada y el magistrado ponente Carlos Cezón hará una propuesta que dará paso a una ronda de intervenciones. Cuando ésta finalice, se votará el fallo.
Consultado por este diario sobre el fallo de la High Court británica, el juez Baltasar Garzón dijo que “los tribunales ingleses no pueden expedirse sobre la legalidad o ilegalidad de una solicitud cursada por un magistrado extranjero. Y la realidad es que no lo han hecho”. Para Garzón, sus colegas británicos “sólo se han limitado a enjuiciar las decisiones adoptadas en el Reino Unido por los jueces locales en virtud de un pedido que yo efectué. Lo que se afirma sobre que dicté una orden de detención ilegal no es correcto, por cuanto mis decisiones fueron adoptadas conforme a lo que determina la legalidad vigente en España”.
El viceministro de Relaciones Exteriores español, Ramón de Miguel Egea, afirmó a Página/12 que la decisión que ha sido tomada en Londres “compete a los jueces británicos, por lo tanto no tengo ninguna valoración que hacer y cualquier otra decisión que se tome en España por parte de los jueces referente a la petición de extradición del general Pinochet es algo que también les compete a ellos”. Egea afirmó tajantemente que “el gobierno no tiene absolutamente nada que decir al respecto”.
El diputado socialista Rafael Estrella manifestó a este diario que lo sucedido “no cambia el significado político de lo ocurrido en las últimas semanas con la detención de Pinochet y con su figura humillada”. Estrella consideró que “Pinochet ya no será el mismo cuando vuelva a Chile, si es que vuelve y, en cualquier caso, quedan todavía los recursos que se han planteado y queda pendiente aún la decisión que puedan tomar la Sala en lo Penal de la Audiencia Nacional sobre la competencia del juez Garzón para continuar con el sumario”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, Juan Serraler, calificó de “auténtica vergüenza para la humanidad” el dictamen de los magistrados británicos. Serraler manifestó que “la única razón por la que Pinochet tiene inmunidad diplomática es porque tiene el respaldo de las armas. Que una Justicia europea le haya admitido inmunidad diplomática a un ser tan nefasto, detestable y tétrico es una auténtica aberración”. Preguntado sobre la posibilidad de que prosperen los recursos presentados ante la Cámara de los Lores, Serraller dijo que confiaba en la Justicia porque “lo que se pretende es que Pinochet seallevado a juicio pero no para que lo maten ni lo torturen como él supo ordenar”.

 


 

EL FISCAL SUIZO, DECEPCIONADO
“Hitler sería inmune”

Por E. F. desde París

t.gif (862 bytes) La Justicia suiza reaccionó con profunda decepción al dictamen de la Alta Corte de Londres. El fiscal general del cantón de Ginebra, Bernard Bertossa, que también ordenó la detención de Pinochet, consideró que sus posibilidades de extraditar al ex dictador son ahora “prácticamente nulas”. El fiscal es además uno de los firmantes, junto al juez Garzón, del “Llamado de Ginebra” a favor de una “Europa de jueces sin fronteras para enfrentar la criminalidad globalizada” –1996.
Bertossa declaró a Página/12 que si el pronunciamiento de la Alta Corte británica se confirma más tarde por el tribunal de alzada, “Pinochet quedará libre de todo cargo”. El fiscal suizo manifestó sin embargo su esperanza de que “la Cámara de los Lores salve el honor de Gran Bretaña”. Sin ahorrar calificativos ni perderse en frases de suavidad diplomática, Bernard Bertossa recalcó que “con su política de extradición Gran Bretaña se convirtió en una verdadera cueva de piratas. Hay un montón de criminales y terroristas que aprovechan el sistema de la Justicia británica para refugiarse del otro lado de La Mancha”.
Indignado hasta la ofensa, el fiscal pugna ahora para que los europeos en su conjunto “pongan fin a esta situación, que no puede durar más. Los políticos deben actuar para que Gran Bretaña respete las convenciones que firmó”. El caso de Pinochet pone aún más en evidencia la “preferencia británica”. El fallo mismo de la Alta Corte representa una suerte de insulto y Bernard Bertossa acota al respecto que “si se quiere luchar contra los actos genocidas no se puede, con toda sinceridad, invocar la inmunidad de los jefes de Estado. Si se sigue ese razonamiento, sólo se podría condenar a criminales de segunda mano. Concretamente, hoy se le acordaría la inmunidad al mismo Hitler”.


OPINION
Persona non grata
The Guardian*

Ayer, el general Augusto Pinochet resultó muy beneficiado por el sistema judicial de un país cuya “moderación civilizada” siempre dijo admirar. Aunque él mismo nunca se haya destacado en la práctica de esa virtud, ahora tiene razones de sobra para agradecer el fallo del Tribunal Supremo que lo declaró inmune a los procesos criminales y civiles en virtud de su status de ex jefe de gobierno de un país extranjero.
Es cierto que mañana Pinochet tendrá que sufrir algunos malestares cuando se enfrente a un pedido de fianza de sus abogados, por el que habrá que determinarse si en verdad está tan enfermo como afirma. Pero lo peor que puede pasar es que después de todos sus crímenes le descubran una mentira más. Un hombre que llegó a Inglaterra con dolor de espalda empeoró súbitamente hasta el punto de que, afirmaron, su vida estaba en peligro. Los terrores que Pinochet supo hacer sentir a tantos otros hacen que no parezca injusto que como contrapartida, hacia el final de su vida, él conozca qué es el sudor de la ansiedad. De hecho, el declinar que se le atribuye al general fue tan rápido que el lento deterioro de Boris Yeltsin, puntuado por breves explosiones de energía, parece en cambio el síntoma envidiable de una robusta salud.
El resultado más favorable para las últimas dos semanas que Pinochet vivió bajo arresto es que desde ahora el ex dictador va a tener que pensarlo dos veces cada vez que quiera viajar al exterior de Chile. Ya la mayoría de los países europeos no lo quieren recibir. Una vez que la Cámara de los Lores dé su fallo, y aun partiendo de la premisa de que favorecerá al general, el gobierno británico debería cerrar este lamentable episodio judicial dejándole en claro que nunca más será bienvenido al país. En Gran Bretaña, hasta hace dos semanas, la mayoría de la población no tenía ninguna conciencia de cuán a menudo el general venía aquí de visita. La hostilidad indisimulable que provocó la revelación de su presencia frecuente entre nosotros –hasta el principal asesor de imagen del gobierno lo llamó “nauseabundo”– tendría que llevar al gobierno a anunciar que, más allá de su inmunidad diplomática, es una persona non gratissima. Go home, Augusto, y nunca más vuelvas a un país que te trató con una moderación tan inmerecida.

*Editorial del día 29 de octubre.


PRINCIPAL