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Por Adriana Meyer El ex dictador Jorge Rafael Videla recusó al juez federal Adolfo Bagnasco en la causa por la apropiación de menores. El juez federal de San Isidro, Roberto Marquevich, le había dictado el procesamiento y la prisión preventiva, por la cual Videla cumple arresto domiciliario, pero la Cámara Federal de San Martín dispuso que la causa pasara a la Justicia de la Capital y Bagnasco se hizo cargo de los seis casos que tenía Marquevich, además del ex presidente preso en su casa. Ahora los abogados de Videla sostienen que el juez tiene enemistad manifiesta hacia su defendido, a raíz de declaraciones periodísticas del magistrado. Bagnasco rechazaría esta recusación. Los letrados Carlos Tavares y Alberto Rodríguez Varela invocaron el artículo 18 de la Constitución nacional en su argumentación. Bien se ha dicho que para muestra basta un botón, empero en este caso son dos los testimonios periodísticos que acreditan en sentido procesal una posición anímica de enemistad manifiesta y una total ausencia de la garantía del juez independiente e imparcial, se lee en la presentación. El primer recorte que acompañaba el escrito es una nota del diario La Nación del 1º de julio en la que el juez recusado hizo declaraciones sobre los jueces que habían sido elegidos para integrar el Consejo de la Magistratura. Bagnasco dijo que muchos de los jueces que integran la lista que resultó vencedora en las elecciones realizadas anteayer para el Consejo de la Magistratura fueron nombrados por el último gobierno militar. Según los abogados, de esa crónica surge que el sentido del comentario es descalificante en relación a los jueces ganadores. La segunda nota es un reportaje que Bagnasco concedió en Suiza, cuando viajó para tomar declaraciones a algunas sobrevivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada. Ante una pregunta referida al posible juzgamiento del ex presidente, el juez respondió que Videla, si bien no podría ser juzgado como comandante de las Fuerzas Armadas, sí podría serlo como ex presidente. Eso es lo que pidió la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo y el fiscal Freiler tiene que pronunciarse sobre ese planteo. Y, en principio, los militares que sean citados no podrían beneficiarse con la excarcelación. También destacan otra respuesta del magistrado en la cual afirma que los militares pueden ser juzgados por hechos que toleraron si fueron presidentes de la Nación, en el caso de que lo hayan sido. En ese caso, lo que se juzga no es su conducta como jefes militares, sino su responsabilidad política. Los defensores de Videla también impugnan los comentarios que Bagnasco hace en el reportaje sobre los testimonios acumulados en la investigación y según ellos anticipa su juicio sobre la existencia de los hechos que se encuentra investigando y prejuzga sobre las responsabilidades consiguientes. En el final del escrito sostienen que no tienen ninguna duda de la incompetencia de la Justicia federal para enjuiciar a nuestro defendido, ni tenemos tampoco ninguna duda en el sentido de que Videla ya fue juzgado y absuelto por la Cámara Federal en la causa 13 (Juicio a las Juntas). Bagnasco no se excusaría de seguir en este proceso, en el cual Videla está acusado de ser el autor mediato de la sustracción de varios hijos de desaparecidos, y rechazaría la recusación. Si los abogados apelan deberá decidir la instancia superior. Fuentes judiciales afirmaron a Página/12 que el juez hizo esas declaraciones antes de tener bajo su jurisdicción al ex presidente, y la segunda de ellas fue una mención genérica sobre un planteo hecho por las Abuelas y recogido por el Ministerio Público. El juez había intimado al dictador a constituir domicilio en el plazo de 24 horas, un procedimiento formal para que se diera por enterado de manera oficial de que debía estar a disposición del Juzgado Federal Nº 7. Tavares y Rodríguez Varela dicen, en el escrito presentado ayer, que la decisión de la Cámara Federal de San Martín de remitir el expediente a la Capital no está firme y que tampoco se han resuelto todas las apelaciones queellos han interpuesto en favor de Videla. Pero la causa ya fue remitida de hecho al edificio de los Tribunales Federales de Retiro y está en manos de Bagnasco.
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