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Por Victoria Ginzberg "He luchado por un ideal sin ánimo de ofender a personas determinadas. Alfredo Pedro Bravo ha sido mi enemigo. Hoy pretendo que seamos adversarios en el campo de las ideas políticas." El ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz leyó estas palabras frente al juez Fernando Larrain durante su descargo en el juicio por calumnias e injurias que le inició Bravo. El represor afirmó que no tuvo intención de agraviar al diputado cuando, en el programa "Hora Clave", lo acusó de terrorista y de haber mandado a los jóvenes a la muerte. Antes, el abogado Juan María Ramos Padilla pronunció un duro alegato y pidió cinco años de prisión para el represor. La sala de audiencia estaba llena. La gran mayoría de los presentes había ido a solidarizarse con Bravo. Mientras Etchecolatz pronunciaba su preparado discurso, Marta Maffei, Víctor De Gennaro, el rabino Daniel Goldman, el ex fiscal Julio César Strassera, Graciela Lois, de Familiares de Desaparecidos y varios diputados de la Alianza miraban su espalda con indignación. "Si en el calor del enfrentamiento surgieron en el entredicho palabras que estaban en la médula de la discrepancia o manifestaciones que el actor tomó como agraviantes tengo, a fuerza de ser sincero conmigo mismo, que confesar que no hubo intención alguna de agravio personal", afirmó el ex policía para justificar sus dichos en el programa de televisión que varios de los testigos calificaron como "una nueva tortura" para el diputado. "Dice que Bravo mató jóvenes. ¿A qué jóvenes se refiere? A los que él mató", afirmó Ramos Padilla durante su alegato. Enfrente, el responsable del operativo de secuestro de los secundarios en La Noche de Los Lápices lo miraba sin inmutarse. La defensa empezó su discurso descalificando a los testigos. El vicepresidente de la legislatura porteña, Aníbal Ibarra, los periodistas Héctor Timerman, Miguel Bonasso y Magdalena Ruiz Guiñazú, el arquitecto Rodolfo Livingston y el ex secretario de la Cámara que juzgó a los comandantes, Juan Carlos López, fueron algunos de los que declararon. "Son políticos o empleados de algún político", afirmó el abogado Sebastián Maffrand, que también dijo que todos demostraron aborrecer al acusado. Ramos Padilla recordó que la defensa tuvo la oportunidad de aportar a sus propios testigos y no lo hizo. El letrado Pedro Bianchi solicitó la nulidad del juicio --pedido que ya fue rechazado por el juez en dos oportunidades-- y luego pasó a defender el pedido de absolución. "Vamos a señalar que hay injurias recíprocas, las hemos vertido y las hemos recibido", aseguró el abogado. Las injurias supuestamente vertidas por el diputado serían haber llamado a Etchecolatz "siniestro personaje de la historia", "mentiroso", "asesino" y haberle dicho "no lo califico como corresponde por respeto a su familia". El abogado de Bravo rebatió este argumento afirmando que "perverso" es poco para un torturador que afirmó estar orgulloso de sus crímenes y que dijo --por televisión-- que "sería un mérito" violar a una mujer. Los abogados de Etchecolatz también afirmaron que las injurias se produjeron cuando el acusado se encontraba fuera de sí y que por consiguiente no tenía "plena conciencia". Ramos Padilla afirmó que, obviamente, el libro --en donde constan las mismas ideas que las que dijo en el programa-- no se pudo escribir en ese estado. "Le digo que nunca tuve, ni pensé ni me acomplejó culpa alguna... ¿Por haber matado? Fui ejecutor de la ley hecha por los hombres. Fui ejecutor de preceptos divinos. Por ambos fundamentos volvería a hacerlo, exponiendo todo lo mío que para esa empresa es poco", asegura Etchecolatz en la página 124 de La Otra Campana del Nunca Más. Por último Bianchi "concedió" que "puede ser que no sea exacto todo" lo que se consta en el libro, pero aseguró, "no hubo calumnias, puede ser que Etchecolatz estuviera mal informado". Ramos Padilla solicitó cinco años de cárcel para el represor, aunque el delito de injurias y calumnias tiene un máximo de tres. El pedido se fundamentó en que se trata de dos hechos independientes: lo escrito en el libro y lo dicho durante la emisión de "Hora Clave". El abogado también pidió la prisión preventiva de Etchecolatz, pero esto fue rechazado. Por último solicitó que la pena sea de cumplimiento efectivo. Si la condena quedara en suspenso el policía puede ir a la cárcel si es condenado en un par de meses cuando se realice otro juicio oral, esta vez por apología del delito, que tiene pendiente. "Está en sus manos el reclamo de la sociedad entera", le dijo a Ramos Padilla a Larrain. La decisión del juez se conocerá el martes.
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