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Por Ariel Greco La realidad de Olimpia de Venado Tuerto en la Liga Nacional de Básquet no sólo es un caos: también es poco serio. El conflicto entre los jugadores y el entrenador Pedro Escaraín determinó la salida de Marcos Nóbile y Sebastián Uranga por decisión de los dirigentes. Pero tres días después de desafectarlos y una jornada después de conseguir la segunda victoria en trece partidos (sin la presencia de Escaraín), la dirigencia de Olimpia decidió reincorporar a Nóbile, que hoy se reintegrará al equipo. El conflicto dejó una víctima de cada lado ya que Uranga y Escaraín no seguirán en la institución. El titular del club, Osvaldo Dibenedetto, le dijo a Página/12 que la situación está solucionada. Se había planteado un inconveniente luego de las diez derrotas, pero ya está superado. Escaraín decidió dar un paso al costado por el bien del club y yo charlé con Uranga, con quien tenemos una muy buena relación, por lo que quedó todo aclarado. Nóbile se reincorporará porque no podemos prescindir del jugador más importante del plantel y todos juntos vamos a seguir luchando para que Olimpia mantenga la plaza, aseguró el presidente. Sin embargo, Uranga le contó a este diario que no conoce las causas que motivaron su despido. La situación es muy confusa. Conmigo no se contactó ningún directivo de peso, simplemente hablé con Dibenedetto para arreglar una reunión para el sábado. Tampoco recibí ninguna explicación oficial de la decisión. Todo lo que escuché son rumores. Por eso quiero esperar hasta que me digan las razones de la desafectación para luego dejar clara mi posición, remarcó el jugador. Por su parte, Escaraín se mostró molesto por la actitud que tuvieron los jugadores, aunque prefirió no hablar de camarillas. Esa no es la palabra justa para definir la situación, pero ocurrió algo parecido. Lo que los jugadores deben entender es que le están haciendo mal al club Olimpia y no a Escaraín, remarcó el ex-entrenador. La justificación que esgrimieron los dirigentes para desafectar a Uranga y a Nóbile se había dado luego de una reunión en la que los jugadores cuestionaron al técnico por la severidad con que dirigía las prácticas. Pero los problemas de Olimpia no son únicamente deportivos. La situación económica del club es insostenible y las deudas con los jugadores de esta campaña y de las anteriores. El entrenador Horacio Seguí, quien fue el técnico de la institución cuando ganó la Liga Nacional y se adjudicó la Liga Sudamericana, habría pedido la quiebra por la deudas que el club mantiene desde la temporada 96. Fuentes allegadas a Olimpia reconocieron que esta cuestión está muy cerca de concretarse. Además catalogaron a las actuales autoridades como poco confiables. A Alejandro Montecchia, ex jugador de Olimpia hasta la temporada pasada, le habían entregado un auto cero kilómetro como parte de pago, pero el vehículo le fue retirado porque el club no lo abonó. El actual base de Boca debió pagar de su bolsillo la diferencia para recuperarlo e inició una querella al club. Para colmo, la realidad institucional tampoco es buena. En la actual Comisión Directiva sólo quedan cuatro integrantes (Dibenedetto, el tesorero Pelicioni, el secretario Eterovich y Coretti), ya que el resto decidió renunciar. Y ya se está formando un frente interno para hacerse cargo del club en las próximas elecciones.
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