 Las
automotrices son las más perjudicadas por el severo ajuste fiscal dispuesto por Brasil.
Renault, Sevel-Peugeot y Volkswagen mantienen o preparan, según el caso, programas de
suspensión de personal, mientras que otras terminales analizan seguir sus pasos. En
total, se verían afectados unos 10 mil trabajadores. En el país vecino, en tanto, las
autopartistas se aprestan a despedir a 24 mil empleados. “Las altas tasas de interés
son pésimas para nuestro mercado. Si no descienden, nos veremos obligadas a reducir la
producción y a recortar los planteles”, advirtió el presidente de la cámara que
agrupa a los fabricantes de piezas del país vecino, Paulo Butori.
El panorama para las autopartistas argentinas se ensombreció aún más, debido a que el
gobierno brasileño extendió a ese sector las medidas burocráticas de control para
ingresar productos a su territorio. Además de los sectores siderúrgico, alimentario y de
medicamentos, deberán ahora solicitar una autorización previa para enviar mercaderías
al socio del Mercosur los fabricantes de carrocerías para ómnibus, motores de vehículos
en general y de neumáticos. Asimismo, deberán hacerlo los productores de juguetes,
aparatos electrónicos, vidrios de seguridad, preservativos, extintores de incendios y
electrodomésticos, entre otros.
El paquete fiscal anunciado esta semana por el ministro de Hacienda brasileño, Pedro
Malán, no incluyó medidas adicionales para contener las importaciones. Sin embargo,
ahora amplió en 170 el listado de productos que necesitan una licencia previa para
realizar exportaciones a ese país. La Unión Industrial considera que esa disposición
tiene para los productores locales el mismo efecto que un aumento arancelario. El gobierno
analiza llevar el caso al Tribunal de Solución de Controversias del Mercosur.
Más allá de ese problema, las automotrices esperan una caída en las ventas a Brasil.
Fiat, por caso, está enviando en la actualidad unas 2000 unidades por mes, cuando a esta
altura del año preveían exportar cerca de 5000 vehículos. Para no acumular stock, la
firma italiana planea concentrar su producción en un solo modelo, el Siena, y suspender
por un tiempo la fabricación del otro vehículo que se hace en Córdoba, el Palio. La
empresa aún no resolvió si dispondrá nuevas suspensiones de personal, pero es una
alternativa que no descarta.
En cambio, Sevel-Peugeot anunció que desde hoy y hasta la segunda semana de noviembre
mantendrá inactivos a 1400 trabajadores de la planta de El Palomar, a quienes pagará el
75 por ciento de sus salarios. A través de un comunicado, la empresa atribuyó esa
decisión a la reducción de ventas que se espera en el mercado local y a la caída de las
exportaciones a Brasil. “En función de la actual coyuntura en los mercados, y en
especial en el ramo automotor, se ha decidido encarar medidas correctivas en los niveles
de actividad, para cumplir con el doble objetivo de preservar las fuentes de trabajo y no
generar niveles de stock excesivos”, puntualizó la terminal.
Renault, en tanto, suspenderá a los 3500 trabajadores de la planta de Santa Isabel,
Córdoba, entre el 23 y el 27 de noviembre, mientras que Ford mantiene la suspensión de
1400 operarios. Finalmente, Volkswagen prevé paralizar las actividades de su planta de
General Pacheco, con 3000 empleados, si se derrumban las exportaciones a Brasil.
“Entre el 70 y el 80 por ciento de nuestra producción –entre 4500 y 5000
unidades– va hacia ese mercado”, puntualizaron en la empresa alemana.
APORTE POR U$S 90.000 MILLONES
El G-7 apuntala al FMI
Las
naciones industriales líderes buscan apuntalar al Fondo Monetario Internacional,
fuertemente castigado por las turbulencias en la economía mundial. Los ministros de
Finanzas y gobernadores del Grupo de los 7 comprometieron una inyección de 90 mil
millones de dólares a las vacías arcas del organismo, que se aplicaría a crear una
nueva red de seguridad financiera para ayudar a economías que sean absorbidas por el
remolino.
El documento suscripto por los países económicamente más poderosos del planeta
–difundido ayer en Londres– plantea el acuerdo alcanzado en la necesidad de
“reforzar la lucha contra el contagio de las crisis financieras” y en
“establecer la posibilidad de que el FMI pueda otorgar una línea de crédito a corto
plazo de urgencia a los países que apliquen una política sólida aprobada por el
organismo”.
Recomienda, además, que la apertura de los mercados de capitales en los países
emergentes se realice “de modo cauto y ordenado”, y con la participación de las
instituciones internacionales. La experiencia de Rusia y los países asiáticos llevó a
las naciones poderosas a buscar imponer una mayor tutela sobre las decisiones financieras
de los países receptores de capitales de riesgo.
El G-7 también pidió que se refuercen los controles sobre los fondos contingentes
(“hedge funds”) y los paraísos fiscales, responsables en buena medida de la
inestabilidad de los mercados financieros emergentes. La declaración señala que los
ministros y gobernadores de los bancos centrales deberán “incitar a las plazas
financieras extraterritoriales a adoptar las normas aceptadas internacionalmente”.
El esfuerzo por fortalecer el sistema financiero quedó despejado, en buena medida, cuando
el Congreso de Estados Unidos aprobó un aporte extra de 18 mil millones de dólares para
el FMI. La preocupación se centra en que la espiral de la crisis pueda derivar en una
depresión mundial. “Hay que limitar los ciclos en los que, tras fases de desarrollo
rápido, devengan las crisis, que minan la confianza y perjudican la prosperidad”,
subraya la declaración de las siete potencias.
EE.UU. crece pese a todo
A los Estados Unidos,
la crisis internacional le pasa por el costado. Durante el tercer trimestre la expansión
de la economía fue del 3,3 por ciento, superior al 1,8 por ciento que había crecido
durante el período abril-junio. El robusto gasto de los consumidores norteamericanos
resultó el motor del crecimiento en el tercer trimestre. “El crecimiento fue mucho
más fuerte de lo que se esperaba, especialmente en lo que hace al consumo, que aumentó 4
por ciento”, señaló Cheryl Katz, economista de Merrill Lynch. El presidente Bill
Clinton se congratuló por la marcha de la economía de su país. “Esto muestra que
se continúa creciendo sólidamente”, declaró ayer en la Casa Blanca. No obstante,
John Lonski, economista de la firma Moody’s, alertó que Estados Unidos no podrá
seguir expandiéndose a este ritmo por culpa de la crisis, y que para el ‘99 se
aguarda que la expansión se reduzca al 2,5 por ciento.
El Citi cerrará no menos de 30
sucursales del Mayo
Carlos Fedrigotti, titular del
Citibank local, expuso ayer los límites para la absorción del Mayo. Pero cedería
hasta 150 millones de pesos en depósitos para que puedan colocarse 25 casas.
Carlos Fedrigotti, presidente del
Citibank en Argentina.
“Para nosotros, esta compra es un buen negocio.” |
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Por Pablo Ferreira
“Para nosotros, esta
compra es un buen negocio”, dijo ayer el titular del Citibank, Carlos Fedrigotti,
entidad que acaba de absorber al Banco Mayo. En una reducida rueda de prensa, el ejecutivo
anticipó que “en los primeros días de la semana que viene” anunciarán a los
ahorristas de la fallida entidad el cronograma de devolución de sus depósitos. Asimismo,
destacó que es improbable que amplíen su oferta de mantener abierta 54 sucursales y
alrededor de 1850 trabajadores. Sin embargo, no descartó que puedan ceder hasta 150
millones de pesos en depósitos para que el BCRA pueda transferir a otros bancos alrededor
de 25 sucursales adicionales, que involucran un total de 250 empleados. La venta del banco
cooperativo ya fue aprobada por el directorio que preside Rubén Beraja.
“Lo único que resta es implementar algunos temas estrictamente legales, como es el
traspaso físico de activos y pasivos”, explicó el número uno del Citi local. El
ejecutivo destacó que la operación ha “acortado los tiempos de nuestra estrategia
para alcanzar nuevas posiciones en el mercado”. Según Fedrigotti, lo que pensaban
hacer a través de un crecimiento orgánico en los próximos tres años, lo están
logrando ahora al incorporar estas sucursales con sus clientes. “Para nosotros, es
muy importante la combinación del Patricios y del Mayo, porque nos trae una clientela que
es justamente la que venimos tratando de adquirir desde hace dos años.”
“Vamos a mantener 54 sucursales operando”, ratificó Carlos Giovanelli,
vicepresidente del banco estadounidense. La mitad de ellas se ubica en la Capital Federal
y el Gran Buenos Aires, y el resto en provincias del interior (Santa Fe, Córdoba,
Tucumán y Salta, entre otras). Por su parte, Fedrigotti destacó, respecto de la presión
del Banco Central para que absorban dos o tres casas adicionales, que “el margen para
que pase es extremadamente pequeño”.
En contraste, el mandamás del Citi se manifestó dispuesto a colaborar en “un tema
que le preocupa al Central y a todos: que se preserve la mayor cantidad de fuentes de
trabajo”. Por ello, aseguró que “estamos más que abiertos a estudiar la
posibilidad de que entre 20 y 25, que para nosotros no tendría mayor impacto en el total
de la transacción, sean ofrecidas a otras entidades”. Los postulantes deberían
estar interesados tanto en los depósitos como en los empleados. “Nosotros
tendríamos que ceder depósitos, porque nuestra oferta es por el total de los
mismos.” Esto implica que el Citi debería ceder entre 100 y 150 millones de pesos en
depósitos (casi un 20 por ciento del total), que implican entre 200 y 250 puestos de
trabajo, de acuerdo con el número de sucursales involucradas. Respecto de las restantes
casas, que suman alrededor de 30, “el plan es que tienen que cerrarse”, gatilló
Fedrigotti.
“Nosotros vamos a preservar la empresa Provencred y por lo tanto casi el 100 por
ciento de la gente vinculada con esa tarjeta de crédito, que son unas 900 personas”.
Esa cifra incluye el personal de otras empresas satélites, como las proveedoras de
mensajería y servicios de cobranza. Por otra parte, el ejecutivo destacó que la
selección de los empleados del banco dependerá de que “reúnan los requisitos
necesarios para manejar los negocios a nuestro modo”.
Específicamente, señaló que se refería a las aptitudes técnicas –como el dominio
de idiomas– y a la capacidad de adaptarse a la modalidad de servicios que ellos
prestan. Además, resaltó que “todos tendrán las mismas posibilidades de ser
elegidos, independientemente de si la sucursal en la que trabajan sea cerrada o no”.
Por otra parte, según informaron, el Citi no tiene interés en retener las
participaciones del Mayo (heredadas del Patricios) en los bancos de Chaco y Formosa. En
cambio, quieren quedarse con la participación en laAFJP Previsol, que había sido
comprada, condicionada a esta oferta global, por el Credicoop.
| La AFIP vuelve a cobrar La
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) determinó que los contribuyentes que
pagaron impuestos con cheques del Banco Mayo entre el 7 y el 9 de este mes, los últimos
tres días en que la entidad estuvo abierta al público, deberán realizar esos pagos
nuevamente. Los aportantes tendrán diez días para volver a pagar. Caso contrario, no se
les reconocerá la tributación anterior. La AFIP justificó la medida –“de
carácter excepcional”– afirmando que los impuestos que se pagaron con cheques
del Mayo durante aquellos días no pudieron ser cobrados. Por otra parte, los trabajadores
del banco absorbido por el Citi desaprobaron el traspaso ya que, con esa actitud, “el
Central violó la conciliación obligatoria”. Los representantes gremiales reclamaron
una garantía de estabilidad laboral por dos años para los empleados del Mayo. En tanto,
el Central abrió un registro de retiros voluntarios que prevé el pago íntegro de las
indemnizaciones, además de una licencia con goce de sueldo a partir de la inscripción en
ese registro. La comisión gremial del banco se opuso a esa determinación. |
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