Apóstoles judiciales
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Por Marcelo Justo Desde Londres
El caso Pinochet se encuentra a partir de hoy en la última instancia legal de Gran Bretaña, la Cámara de los Lores. Esta institución inglesa, de origen aristocrático y feudal, conocida en el mundo entero por el atuendo y la peluca medievales de sus miembros, tiene en su seno a buena parte del "establishment" británico. Los 752 lores hereditarios, que transmiten el título a sus descendientes, constituyen la poderosa nobleza inglesa. Los Lores de por Vida ("life peers") son los que obtuvieron el título en reconocimiento a su desempeño en la función pública. Entre estos "life peers", se encuentran los 12 magistrados ("law lords") que conforman la instancia judicial última del país que decidirá si el ex dictador chileno queda en libertad o sigue arrestado hasta que se decida sobre su extradición a España, Suiza, Francia o Suecia. Ayer viajaron a Londres Isabel Allende, Juan Pablo Letelier y Joyce Horman (del caso "Missing"), entre los testigos que declararán contra Pinochet ante los Lores. El polémico fallo de la Alta Corte de Justicia, que dictaminó que Pinochet gozaba de inmunidad ante la Justicia inglesa en su condición de ex jefe de Estado, dejó sin embargo abierta la posibilidad de apelación a la Cámara de los Lores. Los expertos en temas legales ingleses consultados por Página/12 coincidieron en dos puntos: hay argumentos legales para rebatir el dictamen del miércoles y es impredecible la dirección que tomará el panel de cinco magistrados que será elegido de los 12 "law lords" para fallar sobre la apelación. "Hay actos que son tan ofensivos para la humanidad en su conjunto que ningún estado puede reclamar inmunidad. Esto es lo que van a tener que decidir los lores: si aceptan la interpretación restringida del miércoles pasado o si entienden el caso como un crimen contra la humanidad que puede ser juzgado aquí o en otro país en nombre de la comunidad internacional", indicó a Página/12 la abogada Fiona Mc Kaya. La reforma de la Cámara de los Lores es una de las propuestas constitucionales más importantes del Nuevo Laborismo de Tony Blair. La Cámara que hoy cuenta con 1223 miembros perdería de un plumazo más de la mitad. Sin embargo el laborismo se plantea mantener a la cámara como última instancia judicial de la nación. Y no modificaría otra tradición de la Cámara: los lores seguirán trabajando "ad honorem" aunque el Estado se haga cargo del pago de una cuota limitada de viáticos. En contra de la imagen que proyectan en todo el mundo --la de una cueva de conservadores anacrónica y medieval--, los "law lords" han seguido a menudo un criterio progresista que los puso en muchas ocasiones en la vereda de enfrente de los gobiernos de Margaret Thatcher y John Major que se sucedieron en Gran Bretaña entre 1979 y 1997. Los especialistas consultados por este diario consideran que de los 12 "law lords", cuatro son "liberales" (progresistas), tres conservadores y el resto se encuentra a mitad de camino de ambas posiciones. "Mucho va a depender entonces de los 5 "law lords" que elijan para el caso Pinochet. Hay un par de ellos que votan siempre en una misma línea reaccionaria, el resto son innovadores o intentan atenerse al máximo a la lógica de la ley", subrayó a Página/12 Kate Ackester de la organización "Justice". El nombramiento de los 5 "law lords" depende del más "senior" de los 12, Lord Browne Wilkinson, considerado en los medios legales ingleses como un "liberal". Se calcula que Browne Wilkinson se inclinará por un panel moderado con un liberal y un conservador en los extremos. En caso de que la composición del panel de jueces que se anunciaría el martes mantenga este equilibrio, sería difícil que los "law lords" alcancen un dictamen unánime sobre la suerte del General Pinochet. De ser así, el fallo, que se espera en el curso de los próximos diez días, se decidirá por mayoría simple. Dos factores podrían ayudar a inclinar la balanza a favor de la apelación. En primer lugar, la decisión unánime de la Audiencia Nacional española de validar la competencia del Juez Baltasar Garzón en el caso Pinochet añade presión moral y suministra un antecedente en favor de la interpretación amplia y extraterritorial del caso Pinochet. En segundo lugar, la autorización que se concedió a víctimas del régimen del General Pinochet para que comparezcan ante el panel de los "law lords". Ambas consideraciones podrían favorecer ante los Lores la idea de que la escala y la gravedad de las violaciones a los derechos humanos constituyen crímenes contra la humanidad penados por el derecho internacional. Amnistía Internacional, la Fundación Médica para el Cuidado de las Víctimas de Tortura y la Organización No Gubernamental "The Redress Torture" se encontrarán también representados en la cámara. En Gran Bretaña, el proceso será seguido con especial interés en los medios legales y de derechos humanos. No sólo porque la causa se relaciona con Pinochet, sino por el impacto que tendrá en el futuro legal del país. La instancia judicial de los Lores se ha utilizado sobre todo en casos comerciales, civiles y criminales pero la incorporación en dos semanas a la ley británica de la Convención Europea de Derechos humanos, ha abierto un debate sobre la capacidad de los "law lords" para lidiar con estos temas. "Una corriente de opinión sostiene que los 'law lords' no están capacitados para comprender los puntos más finos de la Convención porque la tradición legal continental es distinta a la nuestra", señala Ackester. Según los especialistas, en vez de fundamentar sus decisiones "a la inglesa", basándose en gran medida en los precedentes legales de cada caso, los "law lords" tendrán que decidir por sí mismos la interpretación de la nueva ley que se basa en principios legales mucho más genéricos. "Tendrán que adoptar decisiones de acuerdo a los méritos de cada caso. Como es la primera vez que se incorporan los derechos humanos a la ley de este país, cada decisión que adopten creará un precedente", señaló a la prensa el abogado y defensor de derechos humanos Ben Emmerson.
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