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Londres:
Menem y Pinochet
--Borges / Neruda Como se sabe de memoria, si Descartes y Pascal aluden, casi sin tocarse, a lo fundamental del siglo XVII francés, Godot y Guernica condensan lo más inquietante de la centuria que se nos acaba. --Mark Twain / Henry James. Okéi O para obstinarme en una propuesta de paralaje más próxima, Alfonsina y Victoria Ocampo son postuladas en su vaivén como la metáfora mayor de las escritoras argentinas a partir del 1900. --Frac / chiripá en el XIX, y Boca y River en el field, campo o cancha lisa. Así como no creo que suscitará excesivas querellas sugerir que Macedonio corporiza los ensueños libertarios de la rígida vigila de Leopoldo Lugones. --Propongo a mis compatriotas: "Recién venido" / "Patria fuerte". Y pues bien, si en Londres del siglo XVIII, el doctor Johnson y Daniel Defoe aprietan el frontis neoclásico, Joyce y Eliot revelan el carozo británico entre las dos guerras mundiales. --O, entre paraguas y habanos enhiestos, Chamberlain y Winston Churchill. Pero la práctica plutarquiana solicita moderación: no abundar, por consiguiente en Rugilo y sus brincos leoninos en Wembley respecto de la asimetría ocular de la señora Thatcher. Shhh. Prudencia, pies de plomo, el nombre arriba y a la derecha, el fotógrafo nos apunta, gentlemen's agreement, Saint Paul y la Franco Inglesa. Menem y Pinochet, Londres y finales del '98. Recepciones palaciegas / clínicas sombrías. Reminiscencias y reclamos. Isabel II aterciopeladamente recibe al presidente argentino / Scotland Yard detiene al ex dictador chileno. Apogeos e infierno (o solamente purgatorio). --Ameno arlequín riojano / verdugo uniformado. --¡Todos los caminos llevan al Támesis! --Cierto. Y las relaciones carnales en el mejor estilo Roca-Runcimann, ¿pueden refritarse después de sesenta años? --Todo es posible, mis cariñosos cretinos, si al final el honor se salva. --Un besito en esta mejilla, máileidi; otro en la derecha, Zulemona; Qué hermosos caballos corren en el Derby, mi señora King; Queen, Charly. Queen, por favor, pero ninguno galopa (como los del Pellegrini). "Derby / Pellegrini". Dos antiguos ministros y sportmen; curdelas del príncipe de Gales en 1925 y malestares frontales en su descendiente hacia el '90. Mucha sed o excesivas reflexiones. Plutarco puede convertirse en una coreografía alucinante. Menem con sus apogeos cortesanos y Pinochet en sus clínicas desdichas. --El infierno de mi vecino suele convertirse en mi cielo. --Nada más próximo y supuestamente antagónico que los baños ladies / gentlemen. --La derecha y la izquierda (categorías denegadas por el pensamiento único), no sólo han reaparecido, sino que solicitan otros barrios y un capítulo plutarquiano. Y va de coda. Mientras la aseñorada derecha chilena se siente compungida por la detención de su Pinochet en Londres, la izquierda argentina no (porque permanece como leche cortada), pero sí la oposición canónica de nuestro país parece perpleja frente a las destrezas circenses de Carlos Menem en Buckingham Palace. --La picaresca / lo siniestro. --A modo de ejemplo: ¿o los aliados llegan a envidiarle --como se dice-- su cintura política a Menem? Lectores, mis benévolos, entre bomberos plutarquianos no se pisan la manguera. Y mucho menos en medio de la neblina del Soho.
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Una
saludable provocación resultan las vidas paralelas: además de su presunto linaje
clásico, el efecto de síntesis vertiginosa y de juego retórico insinúa la posibilidad
de alguna hipótesis más o menos certera.