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Por Raúl Dellatorre En la disputa por el 14,9 por ciento de las acciones de YPF que el Estado pondrá en venta, ni la propia empresa YPF está al margen. Su presidente, Roberto Monti, y el vicepresidente de Finanzas, Carlos Olivieri, informaron ayer en conferencia de prensa que la participación de YPF en la licitación no está vedada. Algunos accionistas minoritarios --Pérez Companc, entre ellos-- buscarían armar una oferta colectiva de los actuales participantes en la empresa, incluida la propia YPF, para competir con la propuesta que haría Repsol. Mientras esté el dinero, el Ministerio de Economía no excluiría esa alternativa. Monti presentó ayer los resultados económicos de YPF del tercer trimestre del año, que arrojó una utilidad neta de 159 millones de pesos. Ello implica una disminución del 30 por ciento respecto de igual período del año pasado, reflejando el impacto sobre la petrolera de la baja en el precio del crudo a nivel internacional. "Hemos implementado desde el mes de enero un estricto control de costos, que ha mejorado la eficiencia de la compañía al punto tal que nuestro precio de equilibrio del crudo --al cual tendríamos una utilidad cero-- es de siete dólares por barril, menos de la mitad que el precio actual del mercado; esto nos permite manejarnos con tranquilidad y sin caer en pánico cuando el petróleo cae", dijo Monti ayer ante la prensa. El ahorro por las medidas adoptadas alcanzó, entre enero y setiembre, a 175 millones de pesos en relación con el año pasado. La actividad de la petrolera a nivel internacional registró, como principales novedades, el abandono de la exploración en un área asignada en Perú, por inviabilidad económica, y la compra del 18,67 por ciento de una compañía canadiense con reservas probadas en Rusia. Como resultado de una "reestructuración societaria a nivel internacional", según se informó, se lograron ahorros en el pago de impuestos en EE.UU. de su filial Maxus. "YPF sacó de Estados Unidos las propiedades en Indonesia, que pasaron a depender de la filial de YPF en Holanda, cuyo régimen tributario es menos severo, permitiéndonos un ahorro de más de 10 millones de dólares por trimestre", señaló Olivieri. Agregó, además, que algunas actividades de la filial estadounidense fueron mudadas a Bahamas y a islas Cayman, con el mismo objetivo. Durante la conferencia de prensa, Monti quiso evitar referirse a la venta de las acciones de YPF en poder del Estado. "No somos compradores ni vendedores, yo estoy para defender los intereses de los accionistas de YPF. Es difícil decir si hay ventajas o no en tener un socio de ese tipo", respondió Monti a la primera consulta sobre el eventual ingreso de Repsol como accionista. Pero minutos después, Olivieri admitió que existía la alternativa de que YPF intentara recomprar las acciones de la propia compañía que venderá el Estado. "La empresa puede aplicar sus resultados acumulados, que suman 1700 millones de pesos, a la compra de sus propias acciones, pero tendría que revenderlas en un año, excepto que resuelva una reducción de capital", explicaron los directivos. "La reducción está descartada", aclaró de inmediato Monti, que se negó a referirse a una eventual alianza con otros accionistas para ofertar por el paquete del Estado. Se sabe, sin embargo, que existe interés de parte de accionistas privados locales y extranjeros, que buscarían impedir que Repsol --u otro operador grande local, como Shell y Exxon-- pueda asumir una posición dominante en el mercado interno al pasar a incidir en la política comercial de YPF.
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