Por Pedro Lipcovich
Está anunciado.
La resquebrajada estructura del colegio terminará por ceder. Con lentitud de pesadilla
caerán trozos de mampostería. Desde las aulas, un momento antes del derrumbe saldrán
los maestros con títeres, dibujos, lo que se pueda salvar. Por suerte, los alumnos no
estarán en la escuela condenada. Sucederá hoy a mediodía y, por esta vez, será sólo
una dramatización: los maestros y padres del Instituto Vocacional de Arte (IVA) harán un
simulacro de derrumbe y lo declararán "zona de desastre cultural". Ya hace
varios meses, la Legislatura pidió informes sobre "el deterioro de las sedes y el
consiguiente peligro para docentes y alumnos". Además, hay docentes que llevan más
de un año sin cobrar, y se les negó el aumento que recibieron los demás maestros de la
Capital: "El Gobierno de la Ciudad está dejando caer esta modalidad de
educación", denuncian.El IVA es más conocido como el
"Labardén". Se trata de un instituto de enseñanza artística con tres sedes al
que concurren unos 1500 alumnos: desde chicos de jardín de infantes a adolescentes.
Hace dos semanas, el propio Gobierno de la Ciudad clausuró dos aulas
en la sede Parque Chacabuco del IVA "por no ofrecer seguridad la estabilidad del
techado". El profesor Héctor González, integrante de la Comisión de Padres,
Docentes y Alumnos del IVA, contó a este diario que "el año pasado logramos que el
Concejo Deliberante aprobara una partida para construcciones en por 300.000 pesos, pero
las autoridades de la Secretaría de Cultura lo desconocen, aduciendo que fue `un error'.
En marzo se nos cayó el techo de un aula y hubo que suspender las clases, y la dirección
de Educación Artística de la Secretaría de Cultura decía que no tenía 800 pesos para
pagar los materiales".
La comunidad educativa se movilizó y, en junio pasado, la Legislatura
aprobó un pedido de informes al gobierno comunal --solicitado por la legisladora Clori
Yelicic--, ya que "se encuentra demorada la ejecución de una partida de la
Secretaría de Cultura, lo que agrava el deterioro de las sedes y el consiguiente peligro
para docentes y estudiantes, y se desconoce el plan de obras previstas y el estado de su
contratación". El pedido de informes no fue respondido hasta hoy.
"Lo que sentimos es que la Secretaría de Cultura está dejando
caer no sólo las instalaciones sino esta modalidad de educación", destacó
González.
Además, desde hace dos meses, Metrogás cortó el suministro en la
sede de la calle Garay, porque había escapes que siguen sin ser reparados: "Por lo
menos ahora no hace frío, porque, claro, no se pueden prender las estufas. Y ya no
podemos darles mate cocido a los chicos", relató Eugenia Ursi, una de las
coordinadoras del Instituto.
El segundo flanco de conflicto que plantea la comisión es la falta de
reconocimiento a los maestros. Santiago Ruiz, que integra la Cooperadora como padre de una
alumna, contó que "estamos cubriendo los sueldos de seis docentes que no cobran hace
un año. Claro que esto no le corresponde a la Cooperadora, y al hacerlo nos quedamos sin
fondos para comprar los materiales que necesitan los chicos, cerámica, arcilla, tela;
así ellos no pueden realizar las actividades para las que van y, claro, se
bajonean".
Ruiz comentó también que "una docente de música y danzas fue
invitada a Francia por un breve tiempo, para bailar, y tuvo que renunciar al Instituto
porque no le daban el permiso; ella perdió el trabajo y el Instituto perdió una docente
de nivel internacional".
"Yo soy una de las docentes a quienes deben horas de cátedra
desde junio de 1997 --dijo Marina Rothberg, otra de las coordinadoras del Instituto--. La
primera promesa de pago fue en diciembre. Hoy, ya no les creo nada. Cuando hacemos una
movilización con los padres, entonces prometen; cuando prometen, nos ponemos a esperar, y
las promesas no se cumplen. Es un juego siniestro. Estamos hartos." Además de la
falta de pago, la Comisión denuncia que no se están cubriendo vacantes de docentes
titulares, ni se les concede el aumento que recibieron los demás docentes porteños.
Hoy a las 12, padres, docentes y alumnos se movilizarán ante la sede
de Curapaligüe 1026: "Se realizará la dramatización colectiva de un simulacro de
derrumbe para reclamar al secretario de Cultura, Darío Lopérfido, una inmediata
solución".
"Viejo y mal mantenido"
Por P. L.
"Los edificios del Instituto Vocacional de Arte son viejos y
están mal mantenidos --reconoció para este diario Teresa Anchorena, subsecretaria de
Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires--. Tenemos previsto hacer una
restauración grande cuando terminen las clases, y acaban de desbloquearse los fondos para
empezar las obras."
"En cuanto a la situación de los docentes interinos --continuó
la funcionaria--, ya se tomaron medidas para reparar errores y este año conseguimos que
muchos fueran titularizados y están cobrando, aunque de a poco."
Anchorena observó que, "desgraciadamente, lo que no podemos dar
es el aumento que obtuvieron los docentes de la Secretaría de Educación, ya que cada
secretaría se maneja con fondos propios".
--Pero, por ejemplo usted, como subsecretaria de Cultura, ¿cobra
menos que la subsecretaria de Educación? --inquirió Página/12.
--Cobro lo mismo, claro. Lo que pasa es que en Educación tenían
presupuesto para aumentar a los docentes y nosotros no. De todos modos fue un aumento de
veinte pesos, bastante bajo.
El director general de Educación Artística, Augusto Rattenbach, dijo
a este diario que "la asignación de 300.000 pesos para el IVA fue un error del
Concejo Deliberante, ya que correspondían a tres institutos bajo mi dirección, de los
cuales el IVA recibirá 50.000 este año".
--Si fue un error, ¿no debía haberlo corregido el Concejo mismo, o
haber sido vetada la ordenanza por el Ejecutivo comunal?
--Es que el Concejo Deliberante cerró y ya no pudo hacer enmiendas.
Pero a nuestro juicio la idea del Concejo era otra, no había motivos para destinar tanta
plata al Instituto --contestó Rattenbach. |
Para educar por el arte
El
Instituto Vocacional de Arte, que se llama así desde 1958, nació en 1913 como
"Teatro Infantil Labardén". Tiene tres sedes a las que concurren unos 1500
alumnos: jardín de infantes, primaria y adolescentes; unos 300 quedan cada año sin
entrar por falta de vacantes. Cursan teatro, plástica, música, expresión corporal,
taller literario, títeres, instrumentos autóctonos y danzas folklóricas. La enseñanza
complementa y no suplanta la escolaridad habitual. Los chicos van tres veces por semana.
El objetivo es la educación por el arte: "No se trata exactamente de formar
artistas, sino de que los chicos puedan expresarse en distintos lenguajes", precisa
Eugenia Ursi, una de las coordinadoras de la institución. Los chicos trabajan en grupos,
"y se generan proyectos a partir de su interés: por ejemplo, en teatro, antes de
elaborar una creación colectiva deberán conocer la improvisación, el conflicto, los
personajes; después, si al grupo le interesa, pueden trabajar la escenografía en
Plástica o el texto en Literatura: las áreas se relacionan", explica Ursi.
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