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Lluvia de críticas y promesa de acudir a todos los tribunales

La cúpula opositora lanzó una andanada verbal contra la elección del senador,  pero no articuló acciones políticas.

La cúpula de la Alianza protestó vehementemente contra la designación del senador justicialista.
“Hicieron pelota la Constitución. Quieren convertir al Senado en una cueva de protección.”

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Por Fernando Cibeira

t.gif (67 bytes) “Hicieron pelota la Constitución.” “Es un bochornoso espectáculo de usurpación política.” “Quieren convertir al Senado en una cueva de protección.” “Es un fenómeno aberrante desde el punto de vista institucional.” El nombramiento de un nuevo senador peronista por Corrientes en contra de la letra de la Constitución y de lo dispuesto por la justicia electoral provocó la andanada verbal de los dirigentes que conducen la Alianza. Además, la jefatura de la coalición ratificó que acudirán a tribunales de aquí y del exterior impugnando la maniobra, además de desconocer las leyes que voten los legisladores cuestionados. Pero más allá de la catarata de calificativos, la coalición mostró cierta mesura a la hora de articular una acción concreta de respuesta al peronismo. Por ejemplo, todavía no decidieron qué harán en Capital cuando deban elegir al senador que al PJ le corresponde como segunda fuerza.
Los senadores justicialistas usaron su mayoría en la Cámara alta para aprobar el pliego del correntino Rubén Pruyas a la una de la mañana de ayer. Al mediodía, los cuatro conductores de la Alianza ya estaban instalados en el Hotel Panamericano dando a conocer un duro comunicado al respecto. “No han reparado en burlar la letra y el espíritu de la Constitución”, dijeron en el documento. Además, cada uno agregó lo suyo. Raúl Alfonsín opinó que Pruyas ni siquiera es un senador trucho. “No es senador”, sentenció. Fernando de la Rúa dijo que la maniobra peronista “es una usurpación que puede constituir un delito”. Más enfáticos todavía fueron Graciela Fernández Meijide y Carlos “Chacho” Alvarez. “Es una burla, como cuando se instala un grupo de bandidos en un lugar y le hacen pito catalán a la sociedad”, dijo la precandidata presidencial. “Quieren al Senado como reserva de impunidad”, agregó el diputado.
La mayor dureza de los frepasistas luego provocó que el PJ les dedicara especialmente un documento titulado “El gorilismo en acción” (ver aparte). El ministro Carlos Corach defendió la jugada peronista y dijo que la Alianza tendrá que demostrar las irregularidades que denunciaron. Como ya ha sucedido en otra oportunidad para casos similares, una de las voces oficiales que buscó diferenciarse fue la del vicepresidente Carlos Ruckauf. Pese a que presidió sin problemas la sesión de la polémica, ayer Ruckauf dijo que la banca correntina “es un tema que se va complicando cada vez más”. También reconoció que la interpretación de la cláusula de la Constitución que hizo el bloque del PJ es “sumamente discutida”.
En la coalición opositora remarcaron que hace 15 días ya les habían burlado una senaduría que les correspondía por el Chaco y que detrás de estas maniobras se esconde la transparente intención del PJ de conservar la mayoría en la Cámara alta para trabar cualquier investigación que intente llevar adelante el próximo gobierno. Pero a la hora de mostrarse en acción, los hombres de la Alianza no fueron tan terminantes. De la Rúa remarcó que iniciarán acciones judiciales contra la jugarreta y llamó a los particulares a presentarse en Tribunales con escritos similares. En tono gandhiano denominó ese accionar como “una lucha pacífica”.
Más allá de eso no se animaron. Algunos legisladores porteños de la Alianza comenzaron a repensar su postura frente a la elección del tercer senador porteño que debe asumir el 10 de diciembre. Hasta el miércoles, casi todos coincidían en que debían designar a quien eligiera el PJ aunque no les gustara y prefirieran nombrar a un senador propio en devolución de gentilezas. Pero, ayer, algunos no estaban tan seguros. “La verdad es que mucho más que quejarnos no podemos hacer. Nuestra venganza va a ser cuando lleguemos a la Rosada”, se consolaba un operador frepasista.

 

“Mucho más delincuentes”

Luego de la rueda de prensa de la Alianza, Graciela Fernández Meijide dio breves entrevistas. Quizás el apuro o el afán de encontrar nuevas formas de decir lo mismo la llevó a pronunciar una frase que casi sonó a confesión: “Los peronistas son mucho más delincuentes que nosotros”.
–Dos senadores peronistas van a asumir un cargo que no les corresponde –le dijeron.
–¿Qué quiere que le hagamos? –repreguntó Meijide.
–Precisamente, la pregunta apunta a si eso se debe a la lentitud de la Alianza o a la habilidad del peronismo.
–¿Es decir que el peronismo es más hábil que la Alianza para cometer delitos? Es posible. Son mucho más delincuentes que nosotros –concluyó.

“El gorilismo” de la Alianza

“Cuando creíamos superado definitivamente el antagonismo que dividió cruelmente a la sociedad argentina durante décadas en peronismo-antiperonismo, la cúpula de la Alianza ha retomado su estrategia de enfrentarnos –sustentada en la acumulación de agravios, violencia verbal y odio– propiciando una política perversa de escándalos reiterados.” Este es el primer párrafo de un documento difundido ayer por el Partido Justicialista bajo el título de “El gorilismo en acción”. El comunicado es una respuesta a las críticas de la oposición por la designación del tercer senador por Corrientes y a las acusaciones por la presión del gobierno en el caso de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. “Carecen de autoridad para abogar por la independencia del Ministerio Público quienes gobernaron con un Ministerio Público subordinado al Poder Ejecutivo”, sostuvo el PJ en referencia a la gestión de Raúl Alfonsín. El documento lleva las firmas de los tres integrantes del Consejo Nacional Justicialista: Rubén Marín, Eduardo Bauzá y César Arias.

 


 

CRONICA DE LA SESION LEGISLATIVA QUE DESATO EL ESCANDALO
Pizza, oratoria, café y celulares

Por José Natanson

t.gif (862 bytes) a mayor parte de los senadores del PJ comía pizza en un despacho contiguo al recinto. Los legisladores de la oposición gritaban sus acusaciones a las paredes y a las cámaras de televisión. Eduardo Menem firmaba un talonario mientras presidía la sesión. Algún senador cabeceaba de sueño. Otro hablaba por su celular. Y otro pedía un café al ordenanza. En este contexto, el Honorable Senado de la Nación tomó, en la madrugada de ayer, una decisión de peso institucional: con el apoyo de la mayoría justicialista, la Cámara alta nominó al peronista Rubén Pruyas como flamante senador por Corrientes. Después llegaron los aplausos, las felicitaciones y las risas.
La sesión comenzó a las siete de la tarde, luego de que la conducción del bloque justicialista se asegurara el quórum propio para elegir al tercer senador. Después de izar la bandera nacional, Alfredo Avelín dedicó media hora a un homenaje al poeta Homero Manzi, que incluyó la lectura (íntegra) del tango “Malena”. “Malena canta el tango como ninguna/y en cada verso pone su corazón/aromas de suburbio su voz perfuma/Malena tiene pena de bandoneón”, recitó el senador justicialista mientras el resto de los legisladores fatigaban sus celulares, tomaban café con leche o leían el diario.
Carlos Ruckauf leyó el orden del día. A partir de ese momento el recinto se convirtió en un concurso retórico, con 14 legisladores compitiendo por el premio al mejor orador. De los justicialistas, el más vitoreado fue el riojano Jorge Yoma, el responsable de elaborar la curiosa argumentación que le permitió al PJ quedarse con dos de los tres senadores por Corrientes, una provincia en la que no gana desde 1973. “Grande negro, sos un jurista de la puta madre. No me aflojés con los argumentos”, le gritaban sus compañeros de bloque.
Al radical Alberto Maglietti se lo veía indignado. Tanto, que sus argumentos se volvieron –por momentos– incomprensibles. El senador intentó comparar el ocaso que, según dijo, se apoderará del justicialismo a partir de 1999 con el ciclo vital de los seres humanos. “Así como la vida nace, muere por la muerte”, explicó. La presidencia de la sesión ya había pasado a Eduardo Menem. El senador firmaba un talonario mientras esperaba pacientemente que el radical concluyera su discurso.
A esa altura, la mayoría de los senadores del PJ había abandonado sus bancas para reunirse en uno de los despachos: pidieron pizzas y se dispusieron a esperar que la oposición concluyera con sus discursos. Cuando despuntaba la medianoche volvieron a sentarse. Pidieron cafés y se prepararon para escuchar a Héctor Maya.
El representante del PJ por Entre Ríos dedicó buena parte de su discurso a chicanear a la oposición. “Nosotros no les estamos quitando nada. Eso lo dicen quienes vienen de un partido que se ha salteado muchas veces la representación popular. Y ahora, con sus rostros pétreos, verdaderas efigies, nos dicen que estamos usurpando una banca”, sostuvo Maya. A continuación habló Augusto Alasino. Con voz ronca, el titular de la bancada justicialista dijo que la intención de su partido “no es sustituir a una provincia, sino analizar un diploma”.
“Pero si acá no hay ningún diploma”, lo interrumpieron desde la bancada radical.
“Un diploma no necesariamente es un cartón. Es una propuesta”, fue la explicación de Alasino.
Una vez que finalizó el discurso, Eduardo Menem sometió el tema a consideración del cuerpo: 37 manos se levantaron al unísono. El reloj marcaba la una de la mañana. El justicialismo había ganado la votación.

 

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