Por Adrián H. Mouján
Dentro de la
ley todo, fuera de la ley nada. El viejo apotegma de Juan Domingo Perón fue
llamativamente utilizado por la figura política más cuestionada de la semana: Rubén
Pruyas, el flamante senador peronista por Corrientes. Pruyas no se siente
trucho ni cree que la tormenta que desató su designación se justifique.
Políticamente, creo que hicimos lo que correspondía. Los dirigentes de la Alianza
se equivocaron, no la tuvieron muy clara. Pruyas asegura tener la Constitución de
su lado. Y dobla la apuesta: cuando se le pregunta por qué el PJ no dio quórum para su
designación en la Legislatura de su provincia explica que adoptó esa resolución ante la
actitud de la Unión Cívica Radical (UCR) correntina que llamó a votar al
candidato del PAL de manera inconstitucional.
¿Considera que su nominación fue correcta pese las fuertes críticas que
despertó?
Lo que hizo el justicialismo está basado en la jurisprudencia anterior que existe
sobre estos casos y con la Constitución en la mano. Políticamente creo que hicimos lo
que correspondía. Nosotros tenemos una enseñanza que nos dejó el general Perón hace
mucho tiempo: Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada.
Su nominación es la segunda que impugna en menos de quince días la oposición por
considerar inconstitucional la forma en que fueron elegidos y porque la banca
correspondía a las fuerzas mayoritarias de la provincia.
Para nominar al senador del Chaco se siguió el mismo criterio, basado en la
cláusula transitoria cuarta de la Constitución nacional. Aquí los dirigentes de la
Alianza se equivocaron, no la tuvieron muy clara.
¿Cuál es su respuesta al calificativo de senador trucho que lanzó el
titular del bloque radical, José Genoud?
Es fruto de la ofuscación de la derrota del senador Genoud. El agravio a un senador
nominado correctamente no tiene ningún asidero. Yo soy senador como cualquier otro. Es
una actitud autoritaria y antidemocrática.
¿Qué argumento esgrime el oficialismo para sostener su nominación?
El justicialismo es mayoría en Corrientes y esa es la razón jurídica, legal y
constitucional por la que nosotros reclamamos esta banca. La composición de la
Legislatura correntina, según el dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales y
de acuerdo a informes girados por el presidente de la Asamblea Legislativa y por la Junta
Electoral permanente de la provincia es de diez justicialistas, nueve miembros del Partido
Nuevo, ocho del Pacto Autonomista Liberal (PAL), dos de la Alianza Frente de Todos, tres
radicales y otros de menor cuantía (sic).
¿Por qué razón el justicialismo correntino no dio quórum en la Asamblea
Legislativa?
Hay que aclarar varios puntos. La Asamblea Legislativa provincial debe reunirse
entre 60 y 90 días antes de la asunción del senador. Y la Asamblea fracasó por la falta
de quórum provocada por los legisladores del justicialismo y los del Partido Nuevo y de
un bloque escindido del PAL. Además el titular del radicalismo correntino, Diego Brest
llamó a sus cinco legisladores a votar por el candidato a senador del PAL.
¿Pero entonces hubo una alianza entre el justicialismo y el Partido Nuevo para
boicotear la sesión de la Asamblea Legislativa?
No es así. Nosotros adoptamos nuestra decisión y los del PN adoptaron la suya, no
hubo conversaciones entre los dos partidos. Cada uno tomó su decisión por su lado.
Inclusive, los legisladores del PJ enviaron una carta al Senado en la que explicaban su
decisión de no dar quórum y los del PN hicieron lo mismo pero en otra misiva.
Ese tipo de alianzas ocurren en todas las provincias. Ramón Ortega fue elegido
senador con el voto de legisladores radicales tucumanos...
Pero el radicalismo correntino adoptó una actitud anticonstitucional, que va en
contra de la cláusula cuarta que dice que los legisladores deben surgir de una
alianza para ser tenidos en cuenta. Habla de una alianza política y no de una
alianza parlamentaria eventual como sería ésta. Si en la elección anterior el PAL
hubiera estado unido a la UCR su actitud sería constitucional. Pero quisieron construir
una alianza ficticia y confundir a la opinión pública.
¿La actitud del justicialismo de garantizarse una mayoría hasta el 2001 parece una
forma de tender un manto protector a funcionarios y jueces acusados de actos de
corrupción?
Esta nominación no está relacionada con ninguna estrategia como la que usted
señala. Eventualmente, si es la Alianza la que gana, el justicialismo va a trabajar desde
la oposición como siempre lo ha hecho dentro del marco democrático y constructivo que
corresponde. Aunque pienso que el PJ va a ganar las elecciones del 99.
Dos juristas difieren |
El Senado no elige
Alberto García Lema
El Senado no elige al senador, y esto no es así desde la reforma de la
Constitución de 1994, sino que ya estaba establecido en 1853. La función del Senado es
juzgar sobre el mérito de los títulos de quienes han sido designados para ocupar las
bancas. En principio, los senadores deben ser proclamados por la Legislatura provincial
pero puede suceder que la Legislatura distorsione el procedimiento de designación, como
sucedió con Horacio Massaccesi o con Ramón Saadi. No me parece que la cláusula
transitoria cuarta sea confusa, de hecho se ha aplicado normalmente en la mayoría de los
casos. No he estudiado el caso concreto de Corrientes, no conozco el debate jurídico pero
creo que el problema en este caso pasa por la conformación de la alianza (el Pacto
Autonomista Liberal). Habría que estudiar qué pasa cuando una alianza varía, si se
rompió una coalición el justicialismo podría haberse transformado en mayoría. Tampoco
puede admitirse que la Legislatura no designe al senador. En este caso podría discutirse
si el Senado puede nombrarlo. Se violó la
Constitución
Ricardo Gil Lavedra
Se ha violado groseramente la Constitución. El Senado es juez de los títulos de
sus miembros, no elige a sus representantes. El Senado es la representación de los
estados provinciales y ellos, a través de la Legislatura deben designar a los senadores.
Cuando el Senado elige, rompe con el principio de representación. Si la Legislatura no
designa el senador debe haber mecanismos locales que resuelvan el problema, en última
instancia se debería intervenir la provincia pero no puede aceptarse que el Senado elija
a uno de sus miembros. La función de juez se restringe a estudiar la legitimidad del
título, es decir, si reúne los requisitos de la Constitución. El Senado sólo puede
oponerse a un título. Además, no se puede atentar contra el sentido común y si el
justicialismo no gana las elecciones en Corrientes desde hace 20 años no puede tener
representantes por la mayoría. El daño que se produce va más allá de los senadores
truchos, esto se paga con la ruptura del valor de la Justicia en la sociedad y conduce a
la anomia. |
LOS PRECEDENTES DEL ESCANDALO
Bancas polémicas
Cuando las circunstancias políticas favorecen a sus intereses acompañan y
aplauden. Ahora, cuando no los favorece, se acuerdan de la Constitución. El senador
peronista Jorge Yoma estuvo ayer en su salsa, le sobraron micrófonos para chicanear a la
oposición. A la hora de argumentar explicó que la elección de un senador por la Cámara
alta nacional sin haber sido ungido por su Legislatura provincial no es ninguna novedad.
Pero lo es. Hubo antecedentes en los que el Senado ignoró decisiones de Legislaturas
provinciales invocando su condición constitucional de juez de las elecciones y
títulos de sus miembros. Pero jamás hubo un senador que, como el correntino Rubén
Pruyas, haya accedido a su banca sin que mediara una elección previa.
Los precedentes fueron:
* En diciembre de 1995 la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado decidió que la
banca de senador por la minoría de Santiago del Estero fuera ocupada por el radical
Javier Meneghini aunque la Legislatura de la provincia, con los votos del PJ, había
designado al desarrollista Virgilio Castiglione. En este caso Mene-ghini representaba al
partido que tenía la primera minoría y había sido legalmente presentado por la UCR.
* En el mismo año, la Legislatura del Chaco eligió a Elda Pertilé, de Acción
Chaqueña, como senadora provincial pero los representantes del justicialismo en Asuntos
Constitucionales rechazaron su diploma e interpretaron que el puesto le correspondía al
peronista Horacio Zalazar, que había salido segundo en la votación realizada en la
provincia. El justicialismo sostuvo que le correspondían los dos senadores por la
mayoría porque superaba en un legislador a Acción Chaqueña. Los partidarios de Pertilé
sostenían que cuando se incorporaron eran trece, pero que perdieron uno cuando el
ucedeísta Mario Marrueco Mansilla se pasó al justicialismo. Ganaron los peronistas.
* En Formosa y Salta también hubo problemas con la designación de senadores, aunque en
estos casos el conflicto fue resuelto por las provincias. En Formosa, el justicialismo se
oponía a designar al radical Alberto Maglietti como senador por la minoría. Como la
Asamblea no se reunía se pensó en intervenir la Legislatura pero, tras las negociaciones
del ex presidente Raúl Alfonsín, se aprobó el diploma, que luego fue aprobado por el
Senado. En Salta se demoró la designación del ex marino Roberto Ulloa, porque el PJ no
quería ratificarlo como senador por la minoría.
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