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Israel vota el acuerdo pero con más condiciones

Finalmente, el acuerdo de Wye sobre la entrega a los palestinos de un 13 por ciento de Cisjordania volverá hoy al gabinete israelí. Sería aprobado, pero Benjamin Netanyahu puso nuevas condiciones.

Netanyahu quiere anular partes de la Carta palestina.
Pero el gobierno admite que los palestinos están ayudando.

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t.gif (67 bytes)  Después del paréntesis impuesto por el atentado del viernes en un mercado de Jerusalén, el gabinete israelí se reunirá hoy para aprobar el acuerdo de Wye Plantation, por el cual Israel se compromete a devolver un 13 por ciento de Cisjordania a los palestinos a cambio de que la Autoridad Palestina refuerce sus disposiciones antiterroristas y elimine de su Carta fundacional las exhortaciones a la destrucción de Israel. El anuncio de la reunión llegó después de que la AP amenazara con congelar la aplicación del acuerdo si Israel sigue aplazando su ratificación y de que Yasser Arafat declarara: “Pensamos que (el premier israelí Benjamin) Netanyahu va a perder mucho tiempo. Seguramente no aplicará el acuerdo honesta y rápidamente”.
Un comunicado israelí dijo que “el gobierno se reunirá mañana (por hoy) al mediodía para completar las discusiones y aprobar el acuerdo de Wye. El primer ministro decidió convocar al gabinete tras recibir informes de que la Autoridad Palestina ha comenzado a dar pasos prácticos contra la infraestructura terrorista y los terroristas bajo su control en la zona”. Netanyahu ha insistido también en que, en una reunión que celebrarán en Gaza a mediados de diciembre, el Consejo Nacional Palestino y otros organismos palestinos deben votar la anulación de las cláusulas ofensivas de su Constitución –de 34 años de historia– y que los palestinos consideran que ya han sido eliminadas. El comunicado israelí de ayer dice al respecto que “en caso de que el gobierno ratifique el acuerdo de Wye, la decisión llevará adherida la siguiente condición: El cumplimiento del resto del acuerdo estará condicionado a la reunión del CNP y la votación para cambiar la Constitución, como se prometió”. El acuerdo no menciona la votación, pero la reunión, a la que se dirigirá el presidente norteamericano Bill Clinton, tiene la intención de reafirmar las decisiones previas que anulan las cláusulas.
El acuerdo contempla la entrega por parte de Israel de un 13 por ciento más de Cisjordania al control palestino en 12 semanas, además de pasos específicos de los palestinos contra la violencia emanada de sus formaciones fundamentalistas como Hamas y Jihad Islámica, que se responsabilizó del ataque de la semana pasada. Un funcionario israelí había declarado previamente que Israel esperaba recibir “ciertas cosas de los palestinos en relación con la guerra contra el terrorismo” –sin dar detalles–, antes de que se convocara la reunión del gabinete. Rashid Abu Shabak, alto funcionario de la seguridad palestina, dijo que Israel no había formulado demandas específicas y aseguró que Netanyahu “está jugando”.
Los palestinos han manifestado frustración ante los retrasos israelíes en la rúbrica del acuerdo, que de ser aprobado hoy podría ser sometido mañana a la aprobación del Parlamento, donde tiene una mayoría asegurada. Pero esta vez los palestinos tienen la ventaja de poseer a Estados Unidos y su servicio de inteligencia, la CIA, como garantes de su cumplimiento en materia de seguridad y de lucha antiterrorista. Estados Unidos, que patrocinó el acuerdo, dejó igualmente claro que espera que Israel siga adelante a pesar del atentado del viernes, que hirió a 21 israelíes y mató a sus dos perpetradores a la misma hora que el gabinete trataba el tema.
Previamente al anuncio israelí, el negociador palestino Hassan Asfour había dicho que “la dirigencia palestina está estudiando congelar la implementación, hasta que Israel comience a cumplir con sus compromisos, como está estipulado en los acuerdos”. Asimismo, hizo un llamamiento urgente a Estados Unidos a seguir presionando a Netanyahu a que respete el pacto de tierra por seguridad que firmó el mes pasado con el presidente palestino Yasser Arafat en la Casa Blanca. “Sin eso, no creo que este chico Bibi Netanyahu implementará lo que firmó”, dijo Asfour.
En todo caso, el respaldo norteamericano a la posición palestina fue inequívoco. “Ellos han reanudado la plena cooperación en materia de seguridad (con Israel) e iniciaron otras medidas de seguridad”, dijo en Washington James Rubin, portavoz del Departamento de Estado. Y aunqueagregó que “es comprensible que hubiera una pausa” después del atentado, aclaró: “Creemos que es importante que el gobierno israelí reanude el proceso político-legal pronto y cumpla con sus responsabilidades bajo los términos del memorándum de Wye”. Que es lo que Israel –al menos por el momento, y si no median nuevos atentados– parece disponerse a hacer.

 

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