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Por Pablo Ferreira "Yo, que estuve preso, sé lo duro que es vivir una situación de gran incertidumbre." Lo dijo ayer el presidente Carlos Menem, aludiendo al desasosiego que reina entre los más de 3000 trabajadores vinculados al fallido Banco Mayo. El mandatario se reunió en Olivos al mediodía --poco antes de partir rumbo a Roma-- con los representantes del personal de esa entidad y el titular de La Bancaria, Juan José Zanola. Menem instruyó a Pedro Pou, presidente del Banco Central, y al ministro de Trabajo, Erman González, a buscar "todas las alternativas" para asegurarles ocupación al conjunto de los empleados. En la autoridad monetaria aseguraron a Página/12 que la transferencia del Mayo al Citibank se concretaría el próximo viernes. El jefe de Estado, según aseguró la delegada general del personal Susana Zaldúa, llegó a considerar la posibilidad de que, en el caso de que el sistema financiero no estuviera en condiciones de absorber a todo el personal, salieran en su auxilio algunos organismos oficiales. Los gremialistas, que habían solicitado la entrevista 24 horas antes, informaron que Menem también conminó a los funcionarios a eliminar una cláusula del contrato de traspaso que otorgaba libertad de despidos al Citibank. Esa disposición, conocida al trascender un informe reservado de los acuerdos entre Pou y el presidente del Citi, Carlos Fedrigotti, fue objeto de diversas críticas y denuncias. La cláusula, además de financiar el despido del personal, comprometía en 5 millones de pesos los activos del fondo fiduciario que manejará el recupero de fondos para los acreedores del Mayo. Menem habría ordenado, en contraposición, que se hicieran figurar en el convenio cláusulas de estabilidad laboral. La creciente preocupación por la oferta del Citi que implica el despido de cientos de trabajadores y el desgaste que genera la demorada transferencia llevó al banco estadounidense a mejorar su propuesta. Antenoche comunicó que se había ampliado a 2000 la cantidad de puestos de trabajo que estaba dispuesto a garantizar. Hasta ese momento se hablaba de unos 1400. A ello se le sumaban otros 170 empleados correspondientes a 25 sucursales --al margen de las 54 elegidas por los estadounidense-- que adjudicó el Central. Estas fueron entregadas a un grupo de once bancos --entre ellos el Galicia, el Mercobank y el Credicoop-- incluyendo sus depósitos (unos 50 millones de pesos), que el Citi cedió en aras de volverlas apetecibles. El mandato presidencial tuvo un inmediato correlato a nivel legislativo. La Comisión de Trabajo de Diputados se reunió por la tarde con Eduardo Escasany, presidente del Galicia, para solicitarle que estudie la forma de incorporar a su plantel un número mayor de trabajadores del banco que aún preside Rubén Beraja. La nacionalización del conflicto permitió que llegaran al primer
mandatario otros tres requerimientos del personal: liberar la venta del resto de las
sucursales (unas 29) no adjudicadas aún; prorrogar la conciliación obligatoria durante
la semana próxima y, además, que se retirara la selectora de personal, Thomas
Internacional, activada por el Citi. Zaldúa informó que la consultora había sido
denunciada porque, para lograr la concurrencia de los bancarios, los amenazaba con que los
que no lo hicieran serían incorporados automáticamente a la lista de los retiros
voluntarios.
Preocupa la recaudación impositiva La caída de la recaudación impositiva fue uno de los temas que analizaron ayer en Washington miembros del equipo económico con funcionarios del FMI. Al organismo le preocupa la magra performance en el cobro de impuestos y pidió precisiones sobre cómo evolucionará este tema en los próximos meses. El segundo de Roque Fernández, Pablo Guidotti, y el secretario de Programación Económica, Rogelio Frigerio, admitieron que la recaudación viene en baja, pero aseguraron que se logrará cerrar el trimestre y el año en línea con las metas pactadas con el FMI. El encuentro fue con el director del organismo para América Latina, el argentino Claudio Loser, y con el jefe de las misiones del FMI a la Argentina, el chileno Tomás Raichman. Este último vendrá al país a principios de diciembre, junto con Teresa Ter Minassian, para revisar las cuentas del segundo semestre y fijar las metas para el próximo año. La otra actividad de Guidotti y Frigerio fue negociar con el BID un préstamo por 2000 millones de dólares, fondos que cubrirían las necesidades de financiamiento hasta marzo del '99. En tanto, Roque Fernández y la representante del Banco Mundial en la
Argentina, Myrna Alexander, firmaron ayer el préstamo por 2525 millones de dólares que
también se utilizará para repagar deuda. El crédito es a una tasa de 4 puntos sobre la
Libo, cuando antes de la crisis se pagaba un punto.
Piden gestión ante Cardoso La UIA le pidió a Carlos Menem que interviniera en el conflicto con Brasil. En un almuerzo en la Quinta de Olivos, el titular de la central fabril, Alberto Alvarez Gaiani, le transmitió al jefe de Estado la preocupación de los industriales por las trabas que el principal socio del Mercosur impuso a las importaciones. La UIA entiende que "es más fácil llegar a un acuerdo con Brasil a nivel político que técnico", según indicó una fuente de la entidad. Del encuentro, realizado anteayer, también participó Roque Fernández. "Técnicamente Argentina no tiene pruebas concretas para comprobar un daño cierto", agregó la fuente, y explicó que esto se debe a que por el momento Brasil no aplicó las medidas.
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