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El procurador general de Colombia, Jaime Bernal, defendió la honestidad de la Fuerza Aérea de su país y dijo que a Estados Unidos también le cabe responsabilidad sobre el cargamento de 740 kilos de cocaína que fue confiscado el lunes en un avión militar colombiano que había aterrizado en el aeropuerto de Fort Lauderdale. En Colombia, el descubrimiento motivó la renuncia del comandante de la Fuerza Aérea, general Manuel Sandoval. El Departamento de Estado norteamericano aclaró que el incidente no afectará las relaciones entre los dos países, pero el subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Peter Romero, aclaró que aviones norteamericanos vigilarán la zona del sur colombiano, que está siendo desmilitarizada para el inicio de conversaciones de paz entre el gobierno y las guerrillas. Hasta hace dos semanas, el presidente colombiano Andrés Pastrana había obtenido dos logros: que la Casa Blanca, luego de varios años de relaciones bilaterales difíciles a raíz del narcotráfico, recibiera a un mandatario de su país, y que las guerrillas que controlan el 40 por ciento del territorio de Colombia aceptaran discutir un plan de paz. Pastrana negoció con el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel "Tirofijo" Marulanda, la desmilitarización de 42.000 kilómetros cuadrados al sur de Colombia para que sea el escenario de las negociaciones que podrán desembocar en un acuerdo de paz para una guerra civil que lleva más de 30 años. Pero las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los grupos paramilitares que combaten a estas guerrillas han realizado varios atentados en los últimos 15 días que complican el futuro de las conversaciones. Y respecto del tema del narcotráfico, el Hércules C-130 colombiano que aterrizó el lunes en Fort Lauderdale se encargó de señalar que la batalla que el gobierno colombiano se comprometió a librar contra los narcotraficantes será difícil. "Hacemos lo posible por extirpar el cáncer del narcotráfico de la institución, pero siempre revienta", dijo el general Sandoval luego de renunciar a la comandancia de la Fuerza Aérea. El jefe del Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM), general Arturo Dueñas, aseguró que los paneles en los que iba camuflada la cocaína habían sido sacados de otro avión que llegaba de hacer un vuelo por las selvas del sur del país, un territorio abundante en plantaciones de coca. Sin embargo, el nuevo comandante de la Fuerza Aérea, general Héctor Velasco, aclaró que eso no es posible ya que el avión fue revisado hasta minutos antes de su despegue. "Seguramente, los señores de Inteligencia, al ver unas láminas metálicas que iban vacías, obviaron esa requisa y precisamente ahí iba la droga", dijo Velasco. Bernal defendió la honorabilidad de todos los integrantes de la Fuerza Aérea y señaló que las autoridades estadounidenses, en lugar de impedir el desembarco de la droga, deberían haber hecho el seguimiento del destino del cargamento, ya que "es indudable que debe haber una conexión entre quienes envían la droga de Colombia y quienes la reciben en Estados Unidos". Por el momento, las autoridades de la DEA (la agencia antidrogas norteamericana) prefieren monitorear la desmilitarización del territorio que será utilizado para las conversaciones de paz: según sus archivos, de allí sale el 10 por ciento de la producción de coca de Colombia.
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