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¿Crisis? ¿Qué crisis? Haciendo oídos sordos a los reclamos de todos los sectores del cine nacional, que el viernes y ayer pidieron públicamente su renuncia como director del Instituto de Cine por considerarlo responsable directo de la desastrosa situación por la que atraviesa el área, esta noche a las 20.30 Julio Mahárbiz dejará inaugurada la 14ª edición del Festival Internacional de Mar del Plata, la tercera desde el inicio de su gestión. La platea del Teatro Auditorium tendrá seguramente ausencias notorias, considerando que las entidades del cine local llamaron a no participar de la muestra (que se extenderá hasta el sábado 21), en un acto de repudio al funcionario. Pero Mahárbiz sigue adelante con la misma consigna que el presidente Menem ha impuesto a su gabinete durante toda su gestión de gobierno: a mayores cuestionamientos, mayor resistencia y permanencia en el cargo. De hecho, ante las dificultades de financiamiento que enfrentaba este año el festival, Mahárbiz habría conseguido en las últimas horas, por vía de la Jefatura de Gabinete, una partida especial de un millón de pesos para sacarlo adelante. El presupuesto final oscilaría en los dos millones y medio, menos de la mitad del dinero con que se hicieron cada una de las dos ediciones anteriores. Considerando que a pesar de los generosos fondos con que contó en 1996 y 1997 el caos fue una constante del festival, la pregunta de rigor es cómo harán los organizadores para poner orden en la muestra con un presupuesto mucho más exiguo. En principio, Sabina Sigler y Nicolás Sarquís, máximos responsables de Mar del Plata 98 después de Mahárbiz, debieron reducir considerablemente la cantidad de films, que este año no superarán entre la sección oficial y las paralelas los 120 títulos, contra más de 200 de los festivales anteriores. Aun así, han conseguido sin embargo películas en concurso de mayor nivel, con varios directores de primera línea compitiendo por el Ombú de Oro, como el mexicano Arturo Ripstein con El evangelio de las maravillas, el portugués Manoel de Oliveira con Inquietude, los hermanos Paolo y Vittorio Taviani con Tu ridi y el estadounidense independiente Todd Solondz con Happiness, premiada por la crítica internacional en Cannes en mayo pasado. La apertura de esta noche estará a cargo de la flamante ganadora de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, El viento se llevó lo que, la nueva película de Alejandro Agresti, quien se ubicó como un ferviente defensor de Mahárbiz, en contra de la mayoría de sus colegas. En él confía seguramente el funcionario para darle un toque brioso y juvenil a la ceremonia de apertura, que por otra parte contará con un habitual homenaje nostálgico, en este caso al veterano capocómico italiano Alberto Sordi, que en la conferencia de prensa que ofreció al llegar afirmó que mi cine continúa vigente porque mi trayectoria tiene que ver con el cine de costumbres. También estaba previsto un tributo a Gérard Depardieu, pero el actor francés decidió ignorar tan magno acontecimiento, sin que el festival diera a conocer los motivos de su deserción. Presidido por el director iraní Abbas Kiarostami, el jurado oficial, a su vez, ha estado cambiando también hasta último momento: en las últimas horas entraron Ken Russell y Shirley Anne Field por Michael Winner y Assumpta Serna quien ya reemplazaba a otra actriz española, Emma Suárez, pero al cierre de esta edición se anunció la deserción de Russell y el ingreso de la actriz británica Shirley Eaton. Del mismo modo se hace casi imposible consignar una lista de invitados oficiales, pero ya es una costumbre en Mar del Plata ir descubriendo a cineastas extranjeros caminando extraviados por la Rambla.
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