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AMPLIA DEFENSA DEL PRINCIPIO DE TERRITORIALIDAD DE LOS DELITOS DE LESA HUMANIDAD
Menem es el abogado defensor de Pinochet

El Presidente desplegó ayer toda su batería a favor del ex dictador chileno. Ante el premier italiano puso el tema sobre la mesa del desayuno. Luego repitió su posición ante el Papa y el cardenal Sodano.

En su reunión con el Papa, Menem planteó “lo que estaba ocurriendo con el tema Pinochet, que veíamos esta cuestión un poco difícil”.

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Por Sergio Moreno desde Roma

t.gif (67 bytes) El intérprete pidió perdón. Carlos Menem acababa de nombrar como ex presidente, y él había traducido del español al italiano como “ex dictador y senador vitalicio”. “Bueno –dijo Menem–, fue presidente, pero presidente dictador, está bien.” La aserción, efectuada el jueves, fue el ensayo para el día fuerte de la visita del riojano a Roma, ayer, cuando el Presidente pidió por Pinochet en todas las reuniones que mantuvo. Lo hizo al principio de la mañana frente al primer ministro italiano, el ex comunista Massimo D’Alema; lo hizo después ante Juan Pablo II; y lo volvió a hacer con su secretario de Estado, Angelo Sodano.
Las respuestas fueron distintas, y hasta hubo silencios, pero Menem machacó una y otra vez con que no se debía violar el principio de territorialidad de las naciones, por el cual Gran Bretaña debería liberar al tirano y devolverlo a Chile, la tierra en la que cometió asesinatos y crímenes, pero donde estaría a salvo de todo acto de justicia.
La teoría de Menem, y por ende de todo su gobierno, guarda la siguiente lógica:
* No se puede juzgar en terceros países los crímenes cometidos en otras naciones.
* Las extradiciones que se solicitan a la Argentina se encuadran en esa máxima. Como ejemplo dio el caso del nazi Erich Priebke, que cometió la masacre de las Fosas Ardeatinas en Italia, por lo cual era válido extraditarlo a ese país.
* También se ejemplificó con dos mafiosos que habían sido extraditados hace dos semanas atrás de la Argentina hacia este país.
* El caso de Pinochet pone en peligro, según Menem, la estabilidad democrática de Chile. “Espero que esto no pase a mayores y la democracia en Chile, que costó tanto conseguir, igual que a la Argentina, no se vea alterada por este incidente. Nosotros apoyamos al pueblo, a la democracia y al presidente chilenos”, justificó el riojano anteayer, ante un grupo de editores periodísticos italianos.
* Cuando Menem habla de Pinochet, se refiere además por transitividad a los militares argentinos acusados y condenados por violaciones de lesa humanidad a los derechos humanos que efectuaron durante la dictadura. En el caso de estos militares, Menem agrega a la teoría de la extraterritorialidad, la de la cosa juzgada.
* El gobierno argentino impulsa la creación de un tribunal internacional que juzgue los crímenes de lesa humanidad, considerándolos imprescriptibles. Pero también propone que esos juicios no sean retroactivos, con lo cual personajes de la calaña de Pinochet, Videla, Massera, Suárez Mason, Etchecolatz y tantos otros quedarían exceptuados de rendir sus cuentas pendientes.

Ayer Menem desplegó toda su batería pro Pinochet. Ante D’Alema, el primer ministro italiano de la coalición de izquierda del Olivo, puso el tema sobre la mesa del desayuno en el hotel Excelsior. El jefe de los Demócratas de Izquierda (ex Partido Comunista Italiano) respondió que él acataba lo que dispusiera la Justicia y que no se iba a oponer al proceso. Los tribunales romanos, en este preciso momento, están estudiando la posibilidad de comenzar un juicio contra el dictador chileno por la desaparición de tres ciudadanos italianos ocurrida en Santiago en 1973. Y en Europa cada día se suma un nuevo país que analiza lo mismo.
Un participante del desayuno dijo a Página/12 que “a Menem no le preocupa tanto que Pinochet esté preso o no. Lo que le preocupa es la situación chilena, ya que hay un 50 por ciento de gente a favor” del dictador. Pero las palabras del propio Presidente desvirtuaron la interpretación del vocero diplomático.

Menem contó así lo expuesto a Karol Wojtyla: –Yo planteé lo que estaba ocurriendo con el tema Pinochet, que veíamos esta cuestión un poco difícil. Le hablé de lo que nosotros pensábamos en cuanto al principio de territorialidad.

–¿Qué le respondió el Papa? –preguntó este diario.
–Me dijo que confiaba en una justa decisión de quienes están a cargo de la situación.
–¿Le planteó el asunto al cardenal Sodano?
–Sí. El también está muy preocupado por el tema. El cardenal está de acuerdo con el principio de territorialidad. No se puede violar este principio. Tanto él como yo estamos esperando la decisión que tome la Cámara de los Lores (de Gran Bretaña).
La deliberada insistencia de Menem, y sus posteriores esfuerzos por difundirla, erigieron al riojano como uno de los mayores defensores de la libertad de ese hombre que tomó el poder ilegal y brutalmente en Chile el 11 de setiembre de 1973. La captura de ese hombre, hoy encarcelado en un hospital británico, pide el juez español Baltasar Garzón, y distintos pares suyos de Francia, Alemania, Italia y Suecia, entre otras naciones que bien podrían no ser las únicas.
A pesar de todo eso, Menem presiona donde va, como lo hizo ayer ante los máximos representantes de dos Estados (Italia y el Vaticano), para que su viejo conocido el “presidente dictador”, a quien condecoró, vuelva a la tranquilidad de su vida en Santiago.
Esa fue la versión de Menem. Los voceros de la Santa Sede prefirieron guardar silencio ante el periodista.

 

Rodríguez pinochetista

“Respaldamos las decisiones que tome el gobierno democrático del presidente Eduardo Frei porque es la sociedad chilena la que tiene que resolver este tipo de problemas.” De esa forma, el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, volvió a reiterar ayer su rechazo al juzgamiento de Augusto Pinochet en otro país que no sea Chile. Y lo hizo en España, el país que precisamente reclama a Pinochet para juzgarlo por sus violaciones a los derechos humanos.
El alineamiento del gobierno argentino con el chileno que Rodríguez volvió a poner de manifiesto en España no es casual: la misma justicia española que reclamó la extradición de Pinochet del Reino Unido también pidió la captura de a varios militares argentinos por los crímenes que cometieron durante la última dictadura. Desde un primer momento la administración menemista advirtió que se trata de una “cosa juzgada”.
Rodríguez lo repitió ayer en territorio español, adonde viajó para mantener contactos con empresarios y participar del Congreso Internacional de la Democracia Cristiana. Explicó que “durante el gobierno de Alfonsín, a través del juzgamiento de los militares involucrados en la represión, se dictaron las sentencias y sanciones correspondientes” y señaló que para resolver los casos “de aquellos que no quedaron conformes con esas decisiones respaldamos la institucionalización de un tribunal penal internacional”.

 


 

LOS TEMAS QUE DOMINARON EL ENCUENTRO CON D’ALEMA
Subsidios, olimpíadas y radares

Por S.M.

cuadro2.gif (17644 bytes)t.gif (862 bytes) Massimo D’Alema tiene 47 años, es un ex eurocomunista, y ahora dirige mediante una ingeniería sutil y firme el gobierno de Italia. Ayer desayunó con Carlos Menem en el Hotel Excelsior durante una hora. Menem tiró sobre la mesa sus temas: la situación del dictador Augusto Pinochet, requerido por el juez español Baltasar Garzón y detenido en Londres (ver nota central), y los perjuicios que le ocasiona a la Argentina y al Mercosur la política de suspensión de productos agropecuarios que implementa la Unión Europea. D’Alema, que no se opone a dejar de subsidiar tales mercaderías, puso sobre el tapete sus temas: requirió el apoyo de la Argentina para que Roma sea sede olímpica en el 2006 y –tal como adelantó en exclusiva Página/12– le expuso su preocupación por el proceso de radarización que está armando el gobierno argentino, y en el cual compite la empresa italiana Alenia.
La empresa italiana había cuestionado la transparencia del proceso de privatización que lleva adelante el ministro de Defensa, Jorge Domínguez. Por eso el embajador italiano en buenos Aires, y los directivos de Alenia en Roma, expusieron quejas formales ante el gobierno Argentino. Ayer, D’Alema volvió a la carga con la cuestión.
Menem estuvo acompañado en el desayuno por el embajador argentino en esta ciudad, Félix Borgonovo; por el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan; por el vicecanciller, Andrés Cisneros, y por la embajadora Alicia Martínez Ríos. D’Alema llevó a la cita a dos de sus asesores expertos en relaciones internacionales: Gianfranco Verderrame, diplomático de carrera de la Farmesina y viejo consultor del premier, y a su nueva estrella de la política exterior, Marta Dassu, directora de un prestigioso centro de estudios internacionales de izquierda.
Cisneros relató, después de la reunión, que “el Presidente le garantizó al primer ministro que el proceso de radarización iba a ser transparente y que tenía entendido que Alenia estaba bien posicionada en la carrera”. Otro participante de la reunión comentó a Página/12 que, además, Menem le dijo a D’Alema que la privatización estará finalizada antes de fin de año.
Con respecto al proteccionismo agrícola, Cisneros sostuvo que “el año que viene habrá una cumbre entre la Unión Europea y el Mercosur y pretendemos medidas concretas contra la subvención. El Presidente le dijo que esperamos que el asunto no se quede en algo simbólico”.
El propio D’Alema dijo que la charla fue muy cordial y productiva. Del encuentro quedaron pendientes dos viajes cruzados después de haberse cursado las invitaciones respectivas: Menem podría hacer una visita oficial el año entrante a Italia, y D’Alema regresaría a Buenos Aires, esta vez como primer ministro, en mayo de 1999.


 

MENEM PROPUSO CREAR EL DIA DEL NIÑO ANTES DE NACER
Un cruzado contra el aborto

Aborto: Menem fue más papista que el Papa: le propuso al Santo
Padre que el 25 de marzo sea nombrado Día Universal del Niño Antes de Nacer.

Irak: “En cuanto llegue a Buenos Aires, voy a procurar una comunicación con el presidente Clinton para ofrecerme en lo que pueda ser útil.”

El Papa preside la Liturgia de la Palabra en la Iglesia Argentina.
Carlos Menem y Zulemita, creyentes de la primera fila.

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Por S.M.

t.gif (862 bytes) Carlos Menem se vio por quinta vez con el papa Juan Pablo II, y ayer lo hizo dos veces: la primera en la Santa Sede y la segunda en la ceremonia en la Iglesia Argentina de Roma. En la audiencia privada, Menem y Wojtyla estuvieron juntos durante veinte minutos, según la versión oficial del Vaticano o treinta minutos según las palabras del Presidente. Hablaron de todo lo que se ocupan los diarios de Europa y América en estos días, según contó el riojano, desde la situación de excepción entre Estados Unidos e Irak –en la que se ofrecerá a Bill Clinton como mediador ni bien llegue hoy a Buenos Aires–, pasando por Pinochet, hasta las consecuencias del huracán “Mitch”. Pero lo concreto que quedó es que Menem le anunció al Papa que el acuerdo con Chile por los Hielos Continentales será firmado antes de fin de año, que no le propuso rubricarlo ante el Vaticano porque no había sido consultado por Santiago, y para rematar hizo un acto de fe más papista que el Papa: le propuso al Santo Padre que el 25 de marzo sea nombrado Día Universal del Niño Antes de Nacer. Juan Pablo II y el antiabortismo estuvieron de parabienes.
La fecha del 25 de marzo fue elegida por Menem por ser ése el día de la Anunciación y dista exactamente nueve meses de la Navidad, o sea del día que los católicos consideran como el del nacimiento de Cristo. Según contaron miembros de la delegación, el Papa habría mostrado su entusiasmo por la simbólica iniciativa contra el aborto que expuso el Presidente argentino. Allí, que siempre, siguiendo el relato, le habría pedido a Menem que se lo transmita a su secretario de Estado, Angelo Sodano. Menem así lo hizo en la reunión que posteriormente mantuvo con el cardenal en la misma Santa Sede y lo publicitó en el almuerzo que sirvieron en el Palazzo Patricci –casa que ocupa la representación argentina ante la Santa Sede– en homenaje del funcionario vaticano que mejor sintonía guarda con el gobierno argentino. Luego de la ensalada de langosta a la mediterránea con salsa citronette, los tortelli de pescado con mariscos, la lubina al vapor con salsa y guarnición de verduras y el babaroise de frambuesa con salsa de frutillas del bosque –más los vinos chablis y cabernet sauvignon y el champagne extra brut–, el riojano hizo su acto de fe antiabortista.
Antes del almuerzo, Menem había expuesto su preocupación y la del Papa y Sodano por la situación de tensión en el Golfo Pérsico. “En cuanto llegue a Buenos Aires, voy a procurar una comunicación con el presidente Clinton para ofrecerme en lo que pueda ser útil, porque no puedo olvidar que mis ancestros nacieron ahí”, dijo el Presidente en otro de sus acostumbrados ofrecimientos de sí mismo.
La delegación argentina remató su gira con lo que debía ser el acto central de este viaje: la celebración de la Liturgia de la Palabra, que hizo el Papa en la Iglesia Argentina de Roma y la entronización de la Virgen de Luján –patrona del país– en la preciosa capilla que remata una ochava de la plaza Buenos Aires de esta ciudad.
Todos los obispos, funcionarios, militares, diputados, sindicalistas y empresarios argentinos que se encontraban en la ciudad estuvieron en la Chiessa. La mayoría cabeceaba de cansancio ante la cansinas palabras de Juan Pablo II y la extensión de la ceremonia. Ramón “Palito” Ortega y Munir Menem dormitaban plácidamente en la tercera fila. El embajador ante la Santa Sede y demiurgo de la ida del Papa a la capilla, Esteban Juan Caselli, sonreía todo lo que podía por su día de gloria. Cuatro filas atrás, a un costado de la exquisita nave central, el embajador ante la República Italiana, Félix Borgonovo, escuchaba serio.
Tras la ceremonia, Juan Pablo II subió a su Mercedes Benz azul, y partió rodeado de su numerosa custodia. Menem, con su delegación, marchó hacia el aeropuerto de Fiumicino, con el convencimiento de que estaba más cerca de ganarse un lugar en el cielo.

 

La Dolce Vita

* Anteanoche la delegación argentina fue a cenar al restaurante “Tri Scalli”, de Piazza Navona. A la izquierda de Carlos Menem se sentó Zulemita y, más allá, Mónica Gostanian. A su derecha, Esteban Caselli. Frente al Presidente ocupó la silla Rodolfo Daer, flanqueado por la mujer de Caselli y Saúl Ubaldini, y por Kohan y Palito Ortega. Palito tuvo su momento de gloria. Una mujer cantaba acompañada de una pequeña orquesta. Palito tomó el micrófono y largó un popurrí de sus viejos éxitos (musicales, no dijo discursos). “Me lo pidió el Presidente”, contó ayer a manera de justificación.
* El general Martín Balza apareció recién ayer. Lo hizo al presentarse al almuerzo en la embajada argentina ante el Vaticano. Por la noche, también estuvo en la Iglesia Argentina. El ceremonial quiso que se sentara en la fila de atrás de Caselli, ambos involucrados de diversas maneras en el escándalo de la venta ilegal de armas argentinas a Croacia y Ecuador. A diferencia de muchos otros de sus compañeros de delegación, Balza de mantuvo despierto y rígido durante toda la ceremonia.
* El Tula fue también a la iglesia, pero lo dejaron en un pasillo trasero. Quien tuvo una buena ubicación fue Guillermo Patricio Kelly. El ex vocero presidencial Humberto Toledo estuvo en un lugar que hace años no ocupaba: al lado de los periodistas.
* Zulemita Menem estuvo muy elegante en la iglesia. Pero su pollera no fue la más apropiada para sentarse de frente y a escasos metros del Santo Padre: la mini no le llegaba a las rodillas. Fue por eso que, antes de que empezara la ceremonia, se le escuchó decir: “Acá entra un frío terrible”.
* Los diarios italianos se ocuparon en forma dispar de la visita. Il Tempo hizo el anuncio del encuentro que Menem mantendría con el Papa en su suplemento local, La Stampa destacó la defensa de Pinochet que Menem comenzó a desgranar ayer en este país. Y el Corriere della Sera consignó un recuadro donde contaba el supuesto enamoramiento de Zulemita y el príncipe Andrés nacido en la cena de gala en la city londinense, hace dos semanas, durante la visita de Menem a Gran Bretaña.
Hubo roces entre la embajada ante la Santa Sede y algunos funcionarios de la Cancillería, ministerio del que ya no depende la Secretaría de Culto, que pasó al área de Presidencia a instancias, según muchos, del propio embajador Esteban Caselli. Aun así, los diplomáticos lograron convencer al Presidente de “bajar” de la comitiva a algunos personajes que no consideraban “adecuados” para una visita de tono casi estrictamente religioso. Mencionaron entre los “desinvitados” a Armando Gostanian y a Mario Falak.

 

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