ALUMNOS Y DOCENTES QUIEREN
REFORMAR LA CURSADA
Ingeniería cambia de curso
En la sede de la UBA todos aceptan que el
régimen actual es desordenado y alarga la carrera. Pero no acuerdan qué modificar.
Por Marina Caporale
Los estudiantes, docentes
y graduados de la Facultad de Ingeniería (UBA) tienen algo en claro: el régimen de
cursada de las materias no sirve ni a unos ni a otros. Es un desastre. Las fechas de
finales se superponen con la cursada y la carrera se estira mucho, protesta Carolina
Fuentes, estudiante de Sistemas. Pero las coincidencias se disipan a la hora de acordar
una reforma. En el consejo directivo de la facultad ya se instaló el debate y, por el
momento, hay dos propuestas concretas y una tercera en camino. Una de profesores y
graduados, y otras dos de los consejeros del claustro estudiantil. Más allá de las
disidencias, las estadísticas parecen darles la razón a los impulsos reformistas: a
nivel nacional, los estudiantes de Ingeniería son los que más tardan en recibirse.
Según los datos oficiales, demoran un 80 por ciento más del tiempo previsto.
El plan del 86 todavía vigente planteaba que, después de cursar una
asignatura, la nota final debía obtenerse por medio de un coloquio. Pero se fue
degenerando. Ahora hay finales clásicos. Y, para que los chicos lleguen a rendirlos,
están distribuidos durante casi todos los meses del año, dice el estudiante
Hernán Ons. Queremos ordenar el estudio, que haya un tiempo para cursar y otro para
rendir los exámenes integradores, explica Horacio Rojo, representante de los
docentes. Ordenarlo está bien, pero eso no significa reducir las posibilidades de
evaluación y establecer un régimen de correlatividades más severo, argumenta
Ernesto Yáñez, consejero estudiantil por la Alianza.
El desorden de las fechas de finales también genera problemas con las correlatividades.
Como hay un tiempo de entre seis meses y un año para aprobar una materia, los
alumnos se inscriben en la correlativa posterior (por si aprueban) y en la misma materia,
para ya estar anotados en caso de tener que recursar. Entonces, hay un 50 por ciento de
alumnos fantasma que no tienen interés en la materia, explica Juan Carlos
Fernández, consejero docente. Y agrega: Hay que garantizar que los alumnos no
cursen una materia sin antes haber aprobado el final de la correlativa anterior.
Pero los estudiantes disienten: Con un régimen de cuatro materias por cuatrimestre,
y teniendo en cuenta que el 60 por ciento de los alumnos trabaja, esta exigencia es
inaceptable. Proponemos que se prolongue a dos años el tiempo para dar finales y que
tener aprobada la cursada de una materia sea suficiente para ano-
tarse en la próxima, dice Yáñez.
Ante un sistema que perjudica por igual a estudiantes y profesores (que están
continuamente tomando exámenes), las autoridades de la facultad decidieron precipitar una
reforma que se viene gestando desde hace tres años. Los dos proyectos presentados ante el
consejo (uno por los docentes y otro por la Alianza estudiantil) suponen, por cada
cuatrimestre, un período de clases de 16 semanas y otro de siete para las evaluaciones
integradoras. La diferencia entre ambas propuestas radica en la cantidad de oportunidades
para rendir. Los alumnos demandan que se mantengan dos recuperatorios por parcial y un
plazo de dos años para dar los finales. Los profesores quieren reducir las instancias de
recuperación a una por examen y que los finales se rindan antes de los seis meses. Los
graduados simpatizan con la propuesta docente: El método de correlatividades que
quieren los chicos no tiene ninguna ventaja para ellos asegura la consejera Fabiana
Ferreira. Ya lo aplicamos hace unos quince años y fracasó, porque la cursada se
volvió fácil y el final muy pesado. Los alumnos acumulaban finales y se les extendía
mucho la carrera.
El consejero estudiantil por La Nueva Corriente, Guillermo Rocha, tampoco está de acuerdo
con sus pares de la Alianza. Preferimos que se evalúe dentro del semestre y no
dejar colgado un examen durante dos años. Así, el énfasis se pondría en que el alumno
pueda terminar las materias que empieza, dice. Su propuesta todavía no tiene forma
de resolución, pero ya está clara: Que el final sea oral o un trabajo práctico,
como estipula el plan 86. De esa forma, habrá que aprobar dentro del mismo semestre
y se va a evitar estar pensando en varias materias a la vez. El consejo directivo
tiene prevista una reunión extraordinaria el próximo 24 para evaluar los distintos
proyectos. Esperamos poder lograr el consenso con los estudiantes, porque sin su
apoyo no podemos hacer nada. Y ya veo que todo va a quedar igual que ahora, se
lamenta Ferreira. Los estudiantes, por su parte, aseguran que no transarán
con los docentes. Preferimos el régimen actual antes que esa propuesta,
desafía Yáñez.
Para el tiempo libre... (si queda) |
Política. Osvaldo Bayer, Norberto
Galasso y otros debatirán sobre Política nacional e internacional. Mañana,
a las 18, en el aula 108 de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Puán 480.
Ciudad. Dentro del ciclo La ciudad en la literatura argentina, Horacio
González hablará sobre Ciudad positivista: los signos extraños. Mañana, a
las 19, en 25 de Mayo 217.
Danza. Los sábados de este mes, a las 19, se presenta el grupo de danza El peldaño, en
la Facultad de Psicología (UBA), Independencia 3065.
Arte. Mañana, a las 19.30, se inaugurará el Espacio de Arte de la Universidad Nacional
de Lanús. La cita es en Habana 568 (Valentín Alsina).
Sociología. Entre hoy y el sábado se realizarán las Jornadas de Sociología La
cuestión social hoy. Informes: Ciencias Sociales (UBA), Marcelo T. de Alvear 2230,
of. 206, tel. 508-3819/3800.
Filosofía. Hoy, a las 19, el filósofo español Félix Duque hablará sobre Topos,
territorios y lugares: una encrucijada del pensamiento contemporáneo. En la UCES,
Paraguay 1338, tel. 815-3290. |
|