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Los fondos de inversión ya compiten por las pilchas

El centenar de grandes marcas de indumentaria que existen en el país facturan unos 2500 millones de pesos anuales. Este es el bocado hoy en la mira de inversores como Exxel o Soldati.

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Por Claudio Zlotnik

t.gif (67 bytes)  Los fondos de inversión están haciendo pie en el mercado de la indumentaria. El Exxel Group, dueño de las empresas de servicios que se atribuían a Alfredo Yabrán, de Alfajores Havanna, de la panificadora Fargo y de una porción del paquete accionario de Supermercados Norte, acaba de adquirir el 65 por ciento de la marca de ropa femenina Paula Cahen D'Anvers en ocho millones de pesos. Con esta compra, el fondo manejado por el financista Juan Navarro ya controla cuatro compañías del sector: la citada Paula Cahen D'Anvers, Lacoste, Polo Ralph Lauren y Coniglio. Pero el Exxel no está solo. Compite con otros fondos de inversión que vieron en el rubro indumentaria la posibilidad de obtener jugosos rendimientos.

Por ahora, el único que salió al cruce del Exxel fue el AVP (Argentine Venture Partners), el fondo regenteado por Santiago Soldati. En el rubro indumentaria, el AVP ya tiene las marcas John L. Cook y Vitamina. Pero otros inversores están al acecho. El grupo BISA, de la familia Bemberg, el Tower Fund, del grupo Roberts, y el fondo de inversión del Santander estarían buscando oportunidades en el rubro, según pudo testear Página/12 entre empresarios del sector.

La estrategia de estos inversores es similar a la que desarrollan en otros sectores de la economía: comprar una empresa reconocida por su prestigio, inyectarle capitales para expandirla y, algunos años más tarde, revenderla a un valor tal que permita distribuir dividendos entre los socios del fondo. En el caso particular de la ropa, los inversores tienen en mente incursionar en Brasil, a través de exportaciones directas o abriendo locales propios. Y eligen comprar aquellas marcas con suerte probada en el mercado local entre los consumidores con poder adquisitivo medio-alto y alto.

En Exxel --que pagó 75 millones de pesos para quedarse con Paula Cahen D'Anvers, Lacoste, Polo Ralph Lauren y Coniglio-- explicaron que se eligieron esas empresas "para conformar un pool de marcas con un estilo determinado y, al mismo tiempo, abarcar el mercado de hombres, mujeres y niños para abastecer al Mercosur". El objetivo del Exxel es triplicar su facturación en este segmento en los próximos cuatro años, hasta llevarlo a los 300 millones de pesos anuales.

Entre el centenar de grandes marcas que existen en el país facturan en conjunto unos 2500 millones de pesos anuales, la tercera parte de las ventas totales del sector textil. "El ingreso de los fondos de inversión será clave para el mercado. Es común que en los Estados Unidos un mismo fondo controle varias marcas a la vez. Y que entre pocos inversores se repartan el mercado. En cambio, lo más difícil de ver en el mundo es lo que sucede en la Argentina donde el sector está muy atomizado. Por eso creo que, con el tiempo, en este negocio también asistiremos a un proceso de concentración", comentó en diálogo con este diario Daniel Coli, directivo de la cámara de grandes marcas.

Si bien los jugadores de este negocio prefieren la reserva a la hora de hablar sobre futuras operaciones, este diario pudo saber que las marcas Chocolate, Caro Cuore y Drugstore son algunas de las que están siendo tentadas por los fondos de inversión.

El ingreso de los grandes inversores al negocio de la vestimenta trae consigo una pelea de fondo. La que disputan los comercios minoristas administrados por los fondos de inversión y los dueños de los shoppings centers. De un lado está el grupo Alto Palermo --del que participa IRSA, de George Soros-- y los chilenos de Cencosud controlan los paseos de compra más importantes. Del otro, las grandes marcas que invaden los shoppings y que desde hace tres años están agrupadas en una cámara. La aparición del Exxel Group y de AVP, y la promesa de que otros inversores se sumen al mercado de la indumentaria promete tornar más equilibrada la balanza al momento de negociar los contratos de alquiler en los shoppings.

 

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