Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


CHARLA SOBRE LA VIOLENCIA EN UNA ESCUELA

Los otros alumnos de Bianchi

A horas del triunfo sobre los cordobeses, el técnico de Boca respondió a las preguntas de los alumnos de una primaria de Flores.

na27fo01.jpg (9799 bytes)
Por Gustavo Veiga

t.gif (67 bytes)  El de ayer fue un día muy particular para Carlos Bianchi. Abandonó por una vez el rito de la siesta y visitó una escuela. Rodeado de maestros, alumnos de sexto y séptimo grado y vecinos del barrio de Flores, el técnico de Boca pasó una tarde refrescante. Lo habían convocado para la Primera Jornada Educativa de Prevención de la Violencia en el Fútbol. Y él asistió con gusto.

Durante una hora, los chiquilines de guardapolvo blanco reemplazaron a los cronistas y les preguntaron de todo al entrenador y al otro invitado, Sergio Gendler, periodista de TN. La experiencia resultó gratificante. Bianchi se retiró aplaudido y los pequeños estudiantes vivieron una tarde que, seguramente, no olvidarán.

En un salón de actos pintado de tonos color pastel, el hacedor del líder del campeonato ocupó el centro del escenario. Con Gendler sentado a su derecha y el profesor Gustavo Lesbeguiris a su izquierda --integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Gobierno porteño--, el técnico despertó adhesiones, vivas y, también, silencios respetuosos. Cada una de sus respuestas fue escuchada con atención.

Tras una breve presentación, los pibes lanzaron sus preguntas con y sin machete. Bianchi se lució con algunas reflexiones, pero también optó por elegantes evasivas. De todos modos, sedujo al pequeño auditorio por su sola presencia.

En el día Internacional de la Tolerancia --así declarado por la Unesco-- se lanzó a argumentar sobre la intemperancia de los argentinos. "La violencia comienza porque nosotros no tenemos paciencia y no somos tolerantes. No sólo en la cancha; también en la calle, en el trabajo, en nuestras casas. Deberíamos tratar de imitar a Inglaterra, que logró crear un clima de armonía en los estadios, donde concurren familias enteras..." El primer aplauso cerrado lo cosechó cuando dijo: "El poder adquisitivo no te garantiza un nivel determinado de cultura. Hay muchos que son bastante limitados pese a eso". Los chicos --a esa altura-- se encimaban para preguntarle a Bianchi en una proporción de cinco a uno sobre Gendler. Un gordito de flequillo parecido a "Bocha", el personaje de "Cebollitas", lo consultó sobre ese programa. "Veo muy poca televisión. Apenas canal á, algunos documentales y partidos de fútbol". Otro alumno que se animó micrófono en mano le disparó: ¿Qué medidas tomaría para erradicar la violencia en el fútbol? El conductor del Boca puntero no se jugó: "No me siento en condiciones de sugerirlas. Hay gente capacitada para eso".

Un veterano que estaba de pie se coló con otra pregunta que tomó en offside al entrevistado: ¿Qué opina de la agresión de Chilavert a un periodista en Rosario y del corte de mangas de Fúriga --el delantero de Estudiantes-- a un hincha?

Bianchi, viejo zorro del área y hábil reporteado, volvió a realizar un amague de cintura. "No ve que hay muchos medios esperando la respuesta". Gendler contestó por él. "No puedo justificar de ninguna manera lo que hizo. Por más que no le guste la respuesta, no hay que reaccionar así". Tras algunos contrapuntos risueños entre el técnico y los desinhibidos reporteros de pantalones cortos, un maestro cerró el acto con palabras de agradecimiento.

Los únicos defraudados fueron los periodistas que aguardaban a Bianchi. Sólo pudieron observar y filmar. El entrenador de Boca se alejó trotando por la calle Lafuente al 500. Subió a su automóvil gris metalizado y se perdió bajo una molesta llovizna. Había hecho los deberes como un alumno más.

 

PRINCIPAL