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APROXIMACION
PSICOANALITICA A LOS LIMITES DE LA ESCRITURA EN LA OBRA DE FRANZ KAFKA
Como un hachazo en un mar de hielo fue su palabra
Indagar, con
rigor, sobre la obra del autor de La condena revela verdades que pueden
referirse a todos aquellos que padecen lo kafkiano, el mal contemporáneo al que él
entregó su apellido.
Escritor judío,
checoslovaco, de lengua alemana: Kafka.
Al llegar al límite de sí mismo, tocó el límite de la humanidad. |
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Por Teodoro Lecman *
Si se busca el nombre
Kafka en un diccionario o enciclopedia común, puede encontrarse: Escritor judío,
checoslovaco, de lengua alemana, que despliega en sus obras el absurdo de la
existencia. En un Panorama de la literatura alemana, se vincula con esta triple
condición su sensación de ser un extranjero en Praga, conflicto al que se le suma su
descontento en el trabajo y el temor al padre.
Una breve indagación de las resonancias actuales de Kafka se encuentra con la admiración
de algunos, el rechazo de otros, la no lectura mayoritaria de su obra (algunos libreros
comentan: se lee poco, es antiguo). Sin embargo, en la jerga
habitual, expresiones como kafkiano, o burocracia kafkiana
en el sentido de retorcido, laberíntico, absurdo, inacabable, incorporan el
universo literario de Kafka al mundo cotidiano. Su uso no atestigua necesariamente la
lectura de la obra. Sí la presencia en la cultura no tanto de un personaje como
sucede con el Quijote sino de un mundo, identificado por el
nombre de su creador, de su autor, que queda así envuelto por su obra.
Kafka se convierte en un personaje, su obra en un enigma, su estilo en paradoja.
Se constituye así el mito de Kafka. Sujeto a múltiples interpretaciones, integral, a
pesar de provenir de los fragmentos dejados y los rescatados por su amigo Max Brod, en una
escritura que sólo parecía tener un significado personal, o limitado, y que, sin
embargo, después de la Segunda Gran Guerra Mundial, se proyectó universalmente.
Escritura que exhala una angustia por momentos casi intolerable, pues, ¿cómo no
decirse sin cesar: ese acosado soy yo?, dice a su vez André Gide, en su Diario de
Guerra.
Antes de toda interpretación se plantea, no obstante, la cuestión del disfrute, de la
fruición de Franz Kafka. Surge así una estética de lo desagradable, habitual desde el
romanticismo para acá. Un más allá del principio del placer que no será independiente
del desarrollo de las máquinas, del golem y el robot (término checoslovaco) y de la
posición del cuerpo frente a ello.
En 1938, posado ya en tierra americana, gracias a Guillermo de Torre, ¿qué nos viene a
decir ese kavka, ese grajo, ese pájaro negro revulsivo para sí
mismo? En 1968 Mario Lancelotti, tras aducir su afinidad con él por su formación
jurídica y por la influencia de un padre despótico se pregunta cómo puede
entenderlo el argentino (poco propenso a las alegorías, dice, atraído pánicamente por
las noticias del instante y los rumores, y habitante de una pampa sin castillos, aunque
con unos tribunales kafkianos, y sin la experiencia de la guerra).
Sin embargo, hemos tenido desde entonces nuestro Proceso, nuestros
desaparecidos (Verschollene) en América (otra obra de Kafka) con el
triste privilegio de haberse incorporado como término sin traducción a otros
idiomas y hemos tenido nuestras guerras, vividas con extraño distanciamiento
brechtiano, con su secuela de Juicios, anulados luego en las paradojas de la
obediencia de-vida. La herida absurda de la vida se ve multiplicada por la
saga de funcionarios menores que recuerdan qué peligroso es responder a un timbre
después de hora. Enigmas de un Diktat que nos manda sumergirnos en el río del olvido
el de la Plata, lleno de cadáveres. Angustia de los sobrevivientes.
Así, en medio de la economía universal de mercado, del fetichismo de la mercancía,
tenemos nuestros puentes sobre los que pasan ómnibus (final de La condena).
La mercancía de las mercancías, el dinero, no puede poner precio al valor de uso de un
cuerpo. Se le puede, sí, poner un nombre insensato. Tode des Ertrunkens: muerte por
ahogo, sentencia del padre al hijo en Das Urteil (La condena).
Efectivamente, borracho (ertrunken) de literatura, condenado a la muerte del letrado
(Kafka era abogado), el poeta da fe del poder de la palabra, literalmente,
desesperadamente. Diario del 15 de setiembre de 1917: Ahora tienes la posibilidad,
por cierto siempre limitada, de empezar de nuevo. No la desperdicies. Si penetras dentro
de ti mismo no podrás evitar la inmundicia que harás desbordar. Pero no te revuelques en
ella. Si la enfermedad pulmonar es sólo un símbolo, un símbolo de la herida, toma este
símbolo (Kafka morirá de tuberculosis).
Dar cuerpo al símbolo, haciéndolo duro y conciso, restallante como un látigo y absurdo
como una injuria injustificada. Este fue el estilo de Kafka. Su oficio de abogado y
escritor le permitió hacer fluir en él el cuerpo de su sufrimiento.
Así, su concepción de la literatura, que se le hizo existencialmente necesaria, lo lleva
a un lugar paradigmático: Obedecer a las parábolas es convertirse en ellas y
ahorrarse las fatigas diarias. Decir que esto es una parábola es de un realismo
burdo. Notable coincidencia con una frase de Lacan: Si el síntoma es una
metáfora, no es una metáfora decirlo.
El efecto fuerte de Kafka en el lector no es ajeno al contexto expresionista praguense,
inclinado a épater le bourgeois, con cierto morbo decadente al que él dio una forma en
cierto modo clásica. Se podría decir de él que es tan necesario y típico de su época
y al mismo tiempo tan universal como lo fueron Goethe y Dostoievsky.
El corazón doble del hombre, dice Marcel Schwob, se mueve entre el terror egoísta y la
piedad del sufrimiento compartido, sentimientos, que, según Aristóteles, supo evocar la
tragedia. Pero, la inercia actual del corazón del hombre, ¿puede compensarse con alguna
piedad? ¿Hay algo que pueda llevarlo a compartir el terror de Kafka? Se explica así la
poca lectura invocada por los libreros, pero, al mismo tiempo y contradictoriamente, su
alto poder de penetración: otros escritores y artistas de nuestra época lo han leído,
han sufrido intensamente su influencia y la transmiten en su obra.
Alguien que leyó mucho a Kafka, el argentino José Isaacson, habla de escritura de los
límites, de asalto a las fronteras, de expansión de la conciencia a golpes, que pone de
relieve la condición de la existencia. Pero la escritura misma es un límite, un litoral,
una tarea de borde sobre una hoja, que saca a la luz las palabras que se han inscripto en
un sujeto. Palabras a través de las cuales ese sujeto puede hacer deslizar el poco de
libertad que la creación le permite.
Vivo completamente en cada idea, pero al mismo tiempo la colmo, y no sólo me parece
haber llegado al límite de mí mismo, sino también al límite de la humanidad en
general (Diario, 28 de marzo de 1911). Límite donde el deseo se deshumaniza. Enorme
paradoja de Kafka que, en un gesto abarcativo, señala el horizonte deshabitado del ser,
pero no con la virtud alusiva de la interpretación como dice Lacan en
Dirección de la cura-, sino con el golpe de la letra: la única literatura
que sirve, dice, es como un hachazo en un mar de hielo (Diarios).
* Psicoanalista, profesor de la UBA. El texto fue extractado de su libro Cuerpo y
símbolo, de próxima aparición (Lugar Editorial).
Posdata |
Penetración.
Cuando la penetración es difícil. Curso sobre alteraciones masculinas y
disfunciones femeninas en el Cetis, hoy a las 19, Darregueyra 2247. Gratuito.
Bebés. Escuela de observación de bebés en Fundaih. Clase presentación el 1º de
diciembre a las 21. 827-0980.
Tertulia. Marcas e inscripciones con Cristina Calcagnini en Tertulias
Clínicas, el 13 de 19.30 a 22. 803-5755.
Padre. Presentación del libro Del padre a la letra, con Pura Cancina, Santiago Kovadloff
e Isidoro Vegh, el 13 a las 20.30 en Córdoba 946. Gratuito.
Laboral. Integración psicodiagnóstica en psicología laboral por Agustina
Fernández Dabusti en Asociación de Psicología Laboral, el 13 de 19 a 21. 954-2483.
Danzaterapia. Seminario de formación con María Fux, el 14 y el 15.
371-5667.
Etica. Seminario La ética y el psicoanálisis, por Manuel Barcia en Centro
Psicoanalítico Argentino, desde el 13 a las 18.30. Gratuito. 822-4690.
Revistas. Actualidad Psicológica sobre disfunción sexual, con Sapetti, Volnovich,
Gindín y otros. Topía, con Galende, Carpintero y otros. El Foro, del Foro de
Instituciones de Profesionales en Salud Mental de Buenos Aires.
Cuerpo. Creatividad y cuerpo en la clínica psicoanalítica, con Enrique
Carpintero y Mario Buchbinder, hoy a las 20.30. 775-5424.
Posdata
Subvierte. Seminario ¿Qué subvierte un análisis? Lo real de la clínica,
por Daniel Piasek en la EFBA, jueves a las 20.30. 802-1803.
Familiar. Terapia familiar. Clínica sistémica relacional, en Cefyp, el 14 de
9 a 14.30. 801-3485.
Pareja. Introducción al psicoanálisis de pareja, por Marta Effron en la
Asociación de Psicólogos, los miércoles a las 15. 334-0750. Gratuito.
Taoísta. Charla sobre sexología taoísta por Ron Diana, el 19 de 19 a 22, y seminario
intensivo de tao curativo, en Córdoba, del 20 al 25. 225-2929.
Historiales. Actualidad clínica de los historiales freudianos, el 14 de 9 a
16, con Cristina Marrone y Pablo Kovalovsky, en Convocatoria Clínica. 831-5947/5237.
Símbolo. Presentación de Cuerpo y símbolo de Teodoro Lecman, el 16 a las 20 en Uriburu
1345, 1º, con Gerardo Pasqualini, Héctor Libertella y Pablo Bilar.
Filiación. Identidad y filiación, con Adelfa Jozami, Gladys Salvattore y una
representante de Abuelas de Plaza de Mayo, el 17 a las 20 en Sarmiento 1551. Gratuito.
Borges. Volver a Borges, con Jorge Pinedo y Eduardo Laso en Sociedad Porteña
de Psicoanálisis, el 17 a las 21. 961-0996.
Concurrentes. Jornada de Concurrentes de Psicología de la Ciudad de Buenos Aires, el 14 y
15 de noviembre en el Hospital Rivadavia. 802-4053/5578. |
LOS PSICOLOGOS JOVENES Y LAS CONCURRENCIAS
El día después de la graduación
Por Patricia Mónica Sierra *
La formación
universitaria de grado nos presenta diversos enfoques psicológicos que intentan dar
cuenta de la personalidad. Cada corriente nos provee un particular marco teórico a partir
del cual serán entendidos el diagnóstico, la dirección del tratamiento y la técnica a
utilizar.
El hospital se nos presenta como un espacio de aprendizaje y práctica, pero ingresar a
él implica una nueva instancia: el examen de Residencia, cuya aprobación sólo
consagrará con la renta, tan anhelada como acotada en el tiempo, a un porcentaje mínimo
de los aspirantes.
Ciertas características de este examen la bibliografía se conoce unos dos meses
antes, la importante variación de los textos de un año al siguiente, el sistema multiple
choice hacen que en condiciones diferentes se pueda lograr un buen puntaje. Pueden
obtenerlo por ejemplo: quienes conocían por su propio recorrido los textos solicitados,
quienes tuvieron más tiempo libre para leer durante ese lapso, quienes tenían un
promedio alto (en la carrera) que compense el obtenido en el examen.
Además intervienen múltiples y azarosas variables: la cantidad de postulantes (que
determina la posición en el ranking), las instituciones disponibles, pero sobre todo se
ponen en juego las posibilidades económicas personales de cada postulante para sostener
una concurrencia. Así, los concurrentes que ingresamos al hospital ya obtuvimos el
indispensable título y rendimos el examen de Residencia que de algún modo revalida una
capacitación previa. Sin embargo cada uno posee un nivel diferente de formación y de
práctica; para algunos será una primera experiencia, otros habrán comenzado antes a
transitar el camino.
Con relación a la situación laboral de los psicólogos, cito la hipótesis del
Estudio de las estrategias de inserción profesional de los psicólogos de la UBA
durante el primer año posterior a su egreso, realizado por Eduardo Gosende entre
1990 y 1993: En la profesión del psicólogo se asiste a un proceso de
precarización laboral que afecta gravemente a los egresados recientes y que se extiende a
los profesionales ya en ejercicio. Proceso en principio asociado al incremento del
número de egresados y a la elevada preferencia por la inserción en el área clínica.
Algunas de las conclusiones de ese trabajo son:
* El 59 por ciento de las inserciones logradas son en el área clínica.
* Esas inserciones tienen características precarias en cuanto a ingresos, estabilidad y
posibilidad de desarrollo profesional.
* El ciento por ciento de los recién egresados han recibido tratamiento psicoterapéutico
o psicoanalítico durante la carrera.
* Las inserciones más redituables se deben tanto al establecimiento temprano de una
estrategia clara como al trabajo simultáneo en diferentes áreas de la profesión.
* Concurrente en el servicio de psicopatología del Hospital Ramos Mejía. El texto
corresponde a un trabajo presentado a las Jornadas de Concurrentes de Psicología de la
Ciudad de Buenos Aires, que se efectuarán el próximo fin de semana.
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Subvierte. Seminario
¿Qué subvierte un análisis? Lo real de la clínica, por Daniel Piasek en la
EFBA, jueves a las 20.30. 802-1803.
Familiar. Terapia familiar. Clínica sistémica relacional, en Cefyp, el 14 de
9 a 14.30. 801-3485.
Pareja. Introducción al psicoanálisis de pareja, por Marta Effron en la
Asociación de Psicólogos, los miércoles a las 15. 334-0750. Gratuito.
Taoísta. Charla sobre sexología taoísta por Ron Diana, el 19 de 19 a 22, y seminario
intensivo de tao curativo, en Córdoba, del 20 al 25. 225-2929.
Historiales. Actualidad clínica de los historiales freudianos, el 14 de 9 a
16, con Cristina Marrone y Pablo Kovalovsky, en Convocatoria Clínica. 831-5947/5237.
Símbolo. Presentación de Cuerpo y símbolo de Teodoro Lecman, el 16 a las 20 en Uriburu
1345, 1º, con Gerardo Pasqualini, Héctor Libertella y Pablo Bilar.
Filiación. Identidad y filiación, con Adelfa Jozami, Gladys Salvattore y una
representante de Abuelas de Plaza de Mayo, el 17 a las 20 en Sarmiento 1551. Gratuito.
Borges. Volver a Borges, con Jorge Pinedo y Eduardo Laso en Sociedad Porteña
de Psicoanálisis, el 17 a las 21. 961-0996.
Concurrentes. Jornada de Concurrentes de Psicología de la Ciudad de Buenos Aires, el 14 y
15 de noviembre en el Hospital Rivadavia. 802-4053/5578. |
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