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Por Maximiliano Montenegro Mientras Roque Fernández pronostica el final de la crisis, hoy Fiel, la consultora líder en la medición del nivel de actividad económica, anunciará una caída de la producción industrial en octubre inesperada hasta para el más pesimista. Según pudo saber Página/12, de acuerdo con ese instituto las empresas produjeron en octubre un 8 por ciento menos que en igual mes del 97. El encarecimiento del crédito para consumidores y empresas, junto al derrumbe del mercado brasileño, explican el parate en las fábricas locales. Con expectativas empresarias mayoritariamente negativas, Fiel estima que el crecimiento industrial de este año será de apenas el 2 por ciento. El sector automotor y la construcción son los que más sufren la crisis. También impacta fuerte a los productores de bienes intermedios, por la caída de los precios internacionales. Según las cifras preliminares, la producción industrial retrocedió un 8 por ciento en relación a octubre del 97, cuando se alcanzó el pico máximo de actividad. Si se mide contra septiembre de este año, hubo una suba del 0,6 por ciento. Pero esta comparación no es válida, ya que en septiembre habían ocurrido paradas técnicas en la mayoría de las ramas industriales: por ejemplo, en plástico y caucho, químicos minerales y electrodomésticos de línea blanca. La crisis internacional golpea en la economía real de diversas formas. La más notoria es la menor disponibilidad de crédito para consumidores y empresarios. Mirado desde los consumidores, el aumento de las tasas de interés para préstamos personales, hipotecarios, prendarios (autos) y descubiertos en tarjetas, contrajo las ventas de los sectores donde el financiamiento es clave, como bienes durables y construcción. Del otro lado, a las empresas grandes se les cerró el mercado internacional de deuda, obligándolas a recurrir a los bancos locales, que, a su vez, cortaron préstamos y descubiertos en cuenta corriente a las pymes. A este panorama se le suma la recesión en Brasil, que desplomó las exportaciones de autos y alimentos. En tanto, a los sectores productores de bienes intermedios (siderurgia, aluminio, petroquímicos) los afecta la caída de los precios internacionales. Esta es la situación sector por sector que relevó Página/12: * Automotor: en octubre, la producción cayó un 25,6 por ciento, en línea con los planes de suspensiones que afectaron a 10 mil trabajadores de las terminales en las últimas semanas. Esta es la respuesta de los empresarios ante el derrumbe de las ventas tanto en el mercado local como en el brasileño, donde hoy se coloca la mitad de la producción local. Las perspectivas de la demanda son desalentadoras, al igual que el resto de bienes durables (electrodomésticos, cocinas, termotanques), hasta tanto no haya una sustancial baja en las tasas de interés y se recupere la confianza de los consumidores. Además, como Brasil soportará el año próximo una profunda recesión, seguirán contrayéndose las exportaciones. * Construcción: los despachos de cemento se redujeron en octubre un 7 por ciento. Esta es, tal vez, la industria más dependiente del financiamiento, y la menor actividad está reflejando el fuerte ajuste en la demanda de créditos hipotecarias, así como la paralización de obras públicas a causa de las urgencias fiscales. * Siderurgia: el mes pasado produjo un 6 por ciento menos que el año pasado. Las exportaciones de tubos sin costura de Siderca (Techint) están siendo afectadas por la caída de los precios del petróleo, que acotó las actividades de exploración en el mundo. Las ventas de Siderar (la otra compañía de Techint), en tanto, soportan la competencia en el mercado local de acero excedente proveniente de Ruisa y Ucrania. Las empresas volcadas exclusivamente al mercado interno, como Acindar, sienten el impacto de la menor actividad en las automotrices y la construcción, los dos sectores demandantes principales de la siderurgia. * Petroquímica: la baja en la producción fue del 21 por ciento. La debacle en los precios internacionales, debido a la sobreproducción asiática, está afectando las inversiones de PASA, del grupo Pérez Companc, como de Indupa y Atanor, en manos de multinacionales. * Aluminio: en octubre la producción cayó alrededor del 1 por ciento, y en lo que va del año se mantiene estancada. El único productor primario, Aluar, de la familia Madanes, también padece un escenario internacional adverso: los precios están hoy un 15 por ciento debajo de los niveles de año pasado. * Textiles: la actividad de las fábricas cayó el mes pasado en un 2 por ciento. Pero el sector ha mostrado un comportamiento recesivo durante todo el año, perjudicado por la avalancha de importaciones a precios de remate proveniente del sudeste asiático desde fines del 97. * Alimentos y bebidas: la producción creció hasta octubre apenas un 2 por ciento en alimentos y sólo un 1 por ciento en bebidas, debido al límite impuesto por la caída en el poder de compra salarial y a las menores exportaciones a Brasil, donde el año pasado pisaban fuerte empresas como Sancor, Mastellone y Arcor. * Cigarrillos: el menor poder adquisitivo también fijó un techo a las multinacionales que operan en el sector, cuya producción aumentó en lo que va del año apenas el 1 por ciento. * Petróleo: las empresas están recortando planes de inversión y exportaciones debido a la baja de los precios internacionales. En octubre mantuvieron sus niveles de actividad gracias a un aumento en la refinanciación.
DUDAS SOBRE LOS INFORMES DEL INDEC Alguna
vez alguien dijo que hay dos cosas sobre las cuales es mejor no preguntar: de qué están
hechas las salchichas y cómo confeccionan las estadísticas los economistas. En los
últimos días, consultores de la city comenzaron a sospechar que los datos del INdEC
estaban siendo retocados para esconder la recesión.
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