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ROQUE DEBIO EXPLICAR POR TV EL PAGO DE GANANCIAS
Hay un cobrador en el living

El ministro utilizó la cadena nacional para tratar de apagar el escándalo que provocó la obligación de un nuevo pago de Ganancias en diciembre. Las repercusiones habían irritado a Menem.

Roque Fernández no convenció a los empresarios ni a la audiencia.
Dedicó el día a explicar el pago de Ganancias, pero no calmó los ánimos.

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Por David Cufré

t.gif (67 bytes) Tras una orden de Carlos Menem, Roque Fernández salió a explicar ayer la polémica decisión del Gobierno de cobrar un mayor porcentaje de anticipos del impuesto a las Ganancias. La medida, lanzada justo en el momento en que la economía se ha estancado, generó una airada reacción de empresarios y economistas. Menem se enfureció con toda esta polémica y ayer descargó su enojo sobre el ministro de Economía y el titular de la AFIP, Carlos Silvani.
La reprimenda fue durante la reunión de Gabinete. El jefe de Estado primero pidió explicaciones de la medida y después ordenó a Fernández a que se las ingenie para descomprimir el fastidio que la iniciativa generó en la opinión pública. “Hay que explicar mejor por qué es necesario que se pague ahora este impuesto”, le dijo Menem al ministro, según relataron participantes del encuentro. Y decidió exhumar el recurso, caído en desuso, de transmitir un mensaje por la cadena nacional de radio y televisión. Con expresión de alumno al que han descubierto en una travesura, el jefe del Palacio de Hacienda le echó la culpa a otros. Lo primero que dijo en su presentación ante la audiencia fue que “hubo una equivocación en la interpretación de lo que las medidas realmente implican”.
Lo que siguió fue una explicación tan farragosa que si el público la siguió fue porque no tenía la opción del zapping, al menos entre los canales de aire. “No se trata de ningún anticipo de impuestos que signifique afectar la capacidad retributiva del país durante el próximo año”, dijo, por ejemplo, el ministro. En su discurso, pretendió explicar lo que pocos entendieron y nadie aceptó: aumentar en seis puntos el pago de anticipos de Ganancias correspondiente a la liquidación de 1998. Hasta ahora, los contribuyentes debían abonar, hasta diciembre, el 90 por ciento de su declaración del año anterior, y el resto al presentar la declaración jurada al año siguiente. Con la nueva reglamentación, el pago es del 96 por ciento. Es decir que, en los hechos, el aporte es mayor y hasta podría resultar excesivo si los ingresos gravados cayeran en el ‘98 con relación al ‘97. Fernández esgrimió el argumento de que en México, Brasil y Uruguay el pago de anticipos es del 100 por ciento del impuesto del año anterior. “Acá no hubo ninguna confusión ni malentendido, lo que se hizo fue modificar el calendario fiscal de 1998”, subrayó, en respuesta a las palabras del ministro, el economista radical Adalberto Rodríguez Giavarini. En diálogo con este diario, dijo que “esta medida está fundada en una menor recaudación, producto de la baja en el nivel de actividad, sin que haya sido acompañada con una modificación de las exageradas proyecciones de crecimiento para el año próximo”.
Aldo Roggio, de la Cámara de la Construcción; Alberto Alvarez Gaiani, de la Unión Industrial, y Jorge Di Fiori, de la Cámara de Comercio, compartieron la crítica. Fue durante la celebración del 74º aniversario de esta última entidad. Allí, después de que Fernández dijera lo mismo que más tarde explicó por cadena nacional, los empresarios coincidieron en señalar a Página/12 que “hay un cambio inadmisible en las reglas de juego”. Di Fiori advirtió que, “de algún modo”, se está empujando a los contribuyentes a caer en morosidad.

 

Equivocaciones en cadena
Por R.D.

En época de dictaduras, la cadena nacional era el recurso por el cual los asaltantes del poder emitían sus bandos a la población, generalmente para dar a conocer nuevas prohibiciones y los castigos que se les impondrían a quienes osaran violarlas. En tiempos democráticos, el recurso se le reservaba a los mensajes presidenciales en fechas patrias o discursos del jefe de Estado ante acontecimientos graves. Excepcionalmente, los ministros de Economía anunciaban por esa vía sus nuevos planes. A partir del renacimiento de la democracia, en 1983, el método cayó en desuso, y con la privatización de los medios directamente se lo desactivó. Ayer, Roque Fernández lo exhumó para explicar un nuevo anticipo del Impuesto a las Ganancias.
La desproporción del medio utilizado con el contenido del mensaje salta a la vista, y sólo puede ser explicado por la medida de la irritación que le provocó al presidente Carlos Menem el masivo repudio al pago adicional del tributo. Lo que pretendió ser una decisión de tono progresivo –tan poco común a la política tributaria argentina–, al gravar a 200 mil contribuyentes de Ganancias que habían declarado utilidades en 1997, terminó amplificándose como si se tratase de un “mazazo a la población”. Algo estuvo mal planificado, políticamente, desde el principio. Y ayer se le puso el broche. La obligación de transmitir un mensaje oficial impuesta a todos los canales de aire y radios AM del país suele ser interpretada como una actitud autoritaria, una señal de que el gobierno no acepta que los medios de comunicación estén informando como aquél cree que “es debido”. Más mesuradamente, podría haber limitado la transmisión a los medios oficiales (ATC, Radio Nacional y su red). Pero alguien lo consideró insuficiente. Y se lanzó a decir “su verdad por todos los medios”. El mensaje elegido no parece haber sido el más apropiado, ni que haya servido al propósito de clarificar o despejar equivocaciones, como se lo presentó.

 


 

Carpa blanca automotriz

t.gif (862 bytes) ”De continuar la crisis en la producción de vehículos, los empresarios y trabajadores podríamos instalar una carpa automotriz frente al Congreso, como hicieron los docentes.” La ironía del titular del gremio de los mecánicos, José Rodríguez, fue para graficar la delicada situación que atraviesa la industria automotriz y para reclamar al Gobierno que tome cartas en el asunto.
Ayer, las terminales automotrices, las autopartistas y los sindicalistas se unieron para exigir al Gobierno la adopción de “medidas urgentes” que permitan contener la abrupta caída en las ventas. Firmaron un documento en el que piden incentivos fiscales y financieros, expresados a través de diferentes iniciativas que ellos mismos idearon. Las dos principales son el relanzamiento del Plan Canje y la creación de la categoría de auto económico. La declaración conjunta apuntó a presionar a Roque Fernández para que acepte las demandas del sector.
“Tenemos un stock de 100 mil unidades, y cuando se llega a ese nivel hay que parar la producción”, comentó Horacio Losoviz, presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). El otro eje del reclamo del sector es que se firme a la brevedad un nuevo régimen automotor con Brasil. Y que allí se asegure el consumo de autopartes nacionales. En cuanto al auto económico, la propuesta es que el Gobierno cobre menos impuestos a un modelo determinado, que elegirá cada terminal, para abaratar su costo de venta.

 

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