Por Laura Vales y Adrián H. Mouján
El orador elevó
tres veces su brazo derecho haciendo el saludo nazi al grito de Viva la
patria; el público respondió con entusiasmo. La escena presenciada por
Página/12 ocurrió en la noche del jueves, al cierre de un encuentro que reunió a
unos cien neonazis y ultranacionalistas en el subsuelo de una librería católica de la
Capital Federal. Los organizadores usaron como pantalla la convocatoria a un acto por el
aniversario de la batalla de la Vuelta de Obligado. Desde la tribuna llamaron a
limpiar el país de inmigrantes ilegales, lanzaron consignas como
Libertad: ¿para qué? y homenajearon a figuras vernáculas del fascismo. Los
responsables de la librería sostienen que alquilaron sus instalaciones desconociendo para
qué iban a ser utilizadas, pero se sospecha que el grupo de nazis, ultranacionalistas y
carapintadas la viene usando como lugar de reunión hace por lo menos tres años (ver
aparte).
Los organizadores del encuentro fueron el carapintada Rubén Gioanini, el
ultranacionalista Marcos Ghío y Alejandro Franze, el líder del Partido Nuevo Orden
Social Patriótico que nuclea a los cabezas rapada locales. La mayoría de los asistentes
eran jóvenes vestidos a la usanza de los skinheads y rude boys británicos: cabezas
rapadas, borceguíes y camisas negras. Los seguidores de Franze sobresalían por los
tatuajes de águilas negras, calaveras y figuras de la mitología vikinga como el dios
Thor, identificado por su martillo y popularizado por un dibujito animado en la década
del 70 por la televisión procesista. Varias adolescentes con ropas del mismo estilo
colocaban a cada recién llegado un brazalete con dos banderas argentinas. En la puerta,
dos jóvenes repartían panfletos reclamando la renuncia del juez que investiga la muerte
de las tres jóvenes de Cipolletti, que tuvo como primer detenido a un chileno al que
liberó tras comprobar su inocencia.
Los viejos fascistas y nacionalistas siguieron los discursos reunidos en torno de una
efigie de Juan Manuel de Rosas. Hay que desterrar a los inmigrantes ilegales que le
quitan el trabajo y el pan de la boca a los hijos de nuestros connacionales, dijeron
en el acto, que estuvo plagado de consignas xenófobas. Los ultraderechistas rindieron
homenaje a la figura de Alberto Ottalagano, el ex interventor de la Universidad de Buenos
Aires que en 1974 admitió sí, soy fascista, ¿y qué?, y no se privaron de
soltar sus propias frases de antología. La Revolución Francesa llevó al mundo al
estado de colapso en el que se encuentra actualmente, dijo uno de los oradores. La
palabra decadencia se repitió una y otra vez, casi siempre acompañando al
término democracia. Los organizadores se cuidaron de exhibir cruces esvásticas o de
mencionar a la comunidad judía para no ser denunciados por violar la ley
antidiscriminatoria.
Rubén Gioanini, el ex dirigente de jubilados que fue expulsado de las marchas por Norma
Plá, aprovechó la oportunidad para criticar a aquellos que hoy nos dicen que fue
un crimen enviar a los chicos a Malvinas, y puso como ejemplo al alférez
Güemes, de 13 años, que en las invasiones inglesas de 1806 y 1807 hundió un barco a
cañonazos.
El encuentro se realizó en el salón de conferencias de la librería Marista, ubicada en
Callao al 200. Página/12 se comunicó con el contador de la firma Guillermo Bobrik, quien
sostuvo que la librería sólo alquiló el salón para el acto, suponiendo que se iba a
realizar una conferencia sobre temas religiosos. Por norma, no permitimos que se
realicen encuentros políticos en nuestra librería, sostuvo Bobrik, quien sin
embargo reconoció que Marcos Ghío, uno de los organizadores, ya había alquilado el
lugar con anterioridad. Bobrik se mostró muy molesto por la presencia de los neonazis:
Fue algo deprimente sostuvo, no es el tipo de auditorio al que estamos
acostumbrados. El salón de conferencias había sido adornado con banderas de los
partidos convocantes: el Movimiento Restaurador Nacionalista, la Concentración
Nacionalista y el PNOSP, y se había hecho publicidad del acto con varios días de
anterioridad.
El del jueves no fue el primer encuentro de neonazis, fascistas y ultranacionalistas bajo
la excusa de un evento histórico. El 16 de agosto se realizó un congreso de
historiadores en el Colegio de La Salle; al día siguiente, algunos medios recibieron un
comunicado de prensa firmado por el Partido Nuevo Orden Social Patriótico. La gacetilla
informaba que en realidad lo que se había realizado era un encuentro del Nacional
Socialismo en la Argentina. El titular del partido, Alejandro Franze, dijo entonces
a Página/12 que el encuentro había servido para que viejos y nuevos militantes
patriotas unieran fuerzas con vistas a las elecciones del 99. Franze señaló
también que los socialpatriotas de las principales ciudades del interior
se están organizando, y que planean un encuentro con dirigentes neonazis
latinoamericanos para el año entrante.
El PNOSP se llama social patriótico y no nacionalsocialista sólo por razones legales.
Hasta que las leyes no cambien el nacionalsocialismo está prohibido y por eso somos
social patriotas, dice Franze. Sin embargo, en las páginas de Internet que publican
los nazis españoles, el PNOSP reivindica abiertamente a Hitler y sostiene que su enemigo
es la subhumanidad judeo marxista.
AUDITORIO DE LA LIBRERIA MARISTA, EL LUGAR
ELEGIDO
Siempre a su disposición
Por Adriana Meyer
Entre los concurrentes al
supuesto congreso de historiadores nacionalistas, realizado en el Colegio La Salle a
mediados de agosto, figuran personajes que en los últimos años desarrollaron actividades
tras la fachada de un ámbito dedicado a la difusión de literatura religiosa: el
Auditorio Champagnat de la Librería Marista, ubicada en Callao al 200. El hombre clave es
Marcos Ghío, presente en aquella oportunidad y también en el reciente encuentro de
fascistas, ultranacionalistas y neonazis en ese lugar.
Los denominados Centros Cívicos Patrióticos son dirigidos por el teniente
coronel retirado Santiago Roque Alonso (participante de la reunión del La Salle), el
doctor Hugo Esteva (del Partido de la Independencia) y por Antonio Rego, dueño de la
librería Huemul y ex candidato a elector de senador por el MODIN, en la lista que
encabezó el mayor Enrique Venturino en 1992. Estos centros realizaron sus Reuniones
de Actualización de la Situación Argentina e Internacional en 1995 y 1996, en el
Auditorio Champagnat de la librería Marista. Sus actividades son de carácter regular y
previamente anunciadas en los periódicos El Fortín y Patria Argentina, cuyas páginas
cuentan con avisos de la librería Huemul. Algunos temas de las disertaciones de 1996 en
esas reuniones fueron La ley antidiscriminatoria conforma un instrumento de
persecución y de terror contra los patriotas argentinos o La planificación
familiar expresa el nuevo modelo de genocidio.
Un año antes el disertante fue Marcos Ghío (ver nota central), quien a comienzos de esta
década presidía la junta promotora rionegrina del Partido Nacionalista de los
Trabajadores, continuador de la agrupación nazi Alerta Nacional, de Alejandro Biondini.
El mensuario Patria Argentina es dirigido por Federico Ibarguren, denunciado en febrero de
1996 por infringir la ley antidiscriminatoria al publicar una poesía en la que se ataca a
la colectividad judía. El procesamiento fue solicitado por Alberto De Renzis, miembro del
Movimiento contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación. El poema de
R. V. decía: judíos deicidas, soberbios y endiablados, nos chupan
la sangre cual vampiros.
Con estos antecedentes, De Renzis afirmó a Página/12 que la librería Marista no
puede alegar lo mismo que las autoridades del Colegio De La Salle, es decir que fueron
sorprendidos en su buena fe, porque estas reuniones fueron habituales en los últimos
años. Este ex candidato a legislador por Izquierda Unida se preguntó qué pasó
con sus denuncias y si no funcionan las leyes que reprimen el odio racial. Y recordó que
el Partido Nuevo Orden Social Patriótico es un grupo probadamente belicoso y su
líder, Alejandro Franze, sigue teniendo el puesto 27 en el Parque Rivadavia, donde
difundía literatura nazi. El protagonizó los incidentes en el recital que se hizo allí,
y en el cual murió un skinhead. En las paredes cercanas al Parque pueden verse
pintadas con la consigna Franze Presidente, así como en Coghlan pintaron
Holocausto: mentira judía.
De Renzis explica que el Movimiento por la Reconquista (ver nota central) es liderado por
el vicecomodoro retirado Horacio Ricciardelli, quien intervino en la toma de Aeroparque el
18 de enero de 1988, en apoyo del levantamiento iniciado por Aldo Rico en Monte Caseros.
Actualmente apoya a Hugo Chávez en Venezuela. Según él la guerra de resistencia
nacional a la que apelan tiene como modelos al nazismo, el franquismo, el fascismo o
los carapintada locales.
Primer acto público del partido de
Seineldín
El lanzamiento fue en Lanús,
donde se escuchó un casete con la voz del carapintada, entrerriano como Bussi y
Yabrán.
El ex capitán Gustavo Breide
Obeid, delegado del ex coronel y candidato a gobernador bonaerense.
Unas cien personas gritaron vivas a la patria mientras escuchaban música de
Roberto Rimoldi Fraga. |
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Por Felipe Yapur
Los convoco para
que en cada esquina griten que la patria es eterna y que existe. No escatimen esfuerzo ni
tiempo para salvarla, rugió desde un casete el ex coronel preso, Mohamed Alí
Seineldín. Trascartón, sus 150 seguidores reunidos en Lanús aplaudieron, vivaron a la
patria, pidieron por la libertad del militar y se desconcentraron al finalizar el primer
acto en una calle que organizó el Partido Popular de la Reconstrucción (PPR). Desde el
palco, con los brazos en jarra y con una sonrisa de oreja a oreja, el ex capitán Gustavo
Breide Obeid observaba a su pequeña tropa mientras lo felicitaban por haber sido nombrado
el delegado de Seineldín. Desde abajo del palco, un asistente decía que el ex coronel
es uno de los mejores hijos que dio Entre Ríos, aunque también tenemos a Antonio
Bussi y Alfredo Yabrán, pero a todos estos los exportamos.
La alegría de Breide Obeid contrastaba con la apenas disimulada decepción de alguno de
los organizadores del acto. A media tarde de ayer arriesgaban que participarían cerca de
800 personas, poco más tarde y cuando el inicio del acto se demoraba alguien dijo que con
400 se contentaban. A pesar de la larga espera, más de dos horas, apenas pudieron juntar
poco más de un centenar.
Nosotros somos nacionalistas, queremos a la patria y nos estamos organizando para
luchar y defenderla. No nos confundan con los nazis y fascistas, somos católicos y
estamos en contra de la pena de muerte, aseguraron a dúo Norma y Héctor, mientras
sostenían una bandera argentina y que junto a otros diez llegaron de Concordia, Entre
Ríos, para participar de lanzamiento oficial del partido que inspira el carapintada
Seineldín.
Carlos, también de Concordia, aseguró que sigue al coronel porque es el único
hombre honesto que tiene el país: Está preso porque lo traicionaron, él
nunca quiso dar un golpe de Estado. Y el responsable de esa traición es Carlos Menem, que
llegó al poder con el discurso del coronel, un discurso nacional. Luego reconoció
que le duele que el militar continúe detenido, es uno de los mejores hijos que dio
Entre Ríos, aunque también tenemos a Antonio Bussi y Alfredo Yabrán, pero a todos estos
los exportamos, comparó el seguidor de Seineldín.
Y el acto no comenzaba y la espera se volvía larga, entonces alguien de la organización
se dio cuenta de que era necesario calentar el ambiente y mandó a que pusieran música.
El musicalizador puso lo primero que encontró y se escuchó la voz de Jorge Cafrune, un
hombre del folklore que su hija sostiene que fue asesinado por los militares durante la
dictadura, por si acaso el hombre de la música cambió por alguien más acorde a la gente
del PPR y los presentes escucharon a Roberto Rimoldi Fraga.
Yo estoy aquí porque quiero un cambio real. A pesar de ser de extracción radical
lo voté a Menem porque dijo que iba a mejorar nuestras vidas. Privatizó todo y ahora
tenemos que pagar los impuestos por adelantado. Está todo trastocado, a este hombre (por
Seineldín) lo tienen preso por golpista y es todo mentira, lo tiene así porque es un
verdadero nacionalista, dijo Osvaldo, mientras abrazaba a su novia, la única
demostración de cariño que se pudo ver durante el acto.
Y por fin los oradores subieron a la tarima. Todos señalaron que a partir de ahora la
Argentina contaba, por primera vez y desde la muerte del general Perón, con un partido
que luchará por el poder. Aseguraron, obviamente y en referencia a la escasa
concurrencia, que no les preocupan las cantidades. Breide Obeid dijo que ya el
pueblo sabrá lo que somos, militaremos sin recursos porque no transamos. Sabemos que si
hablamos con Corach y Arias tendremos el dinero, pero no lo haremos porque queremos
participar en las elecciones del 99 para demostrar que amamos la patria, y un
pequeño coro de bombos tronó como festejando la frase. Un dato para tener en cuenta, el
líder de los bombistas llevaba con orgullo una remera del grupo inglés The Rolling
Stones. Todo terminó luego de que escucharan el corto mensaje que Seineldín envió en
una cinta grabada en el que tras pedirles que lleven el mensaje del partido a todos lados,
los despidió con una invocación religiosa: Los abrazo en Dios y la Virgen y ruego
que les dé la fuerza necesaria para recuperar a la patria.
Cuando todos se retiraban, Carlos se acercó a este redactor y dijo: ¿Sabés por
qué sigue preso el coronel? Porque así quieren los Estados Unidos. Seineldín es el que
entrenó a la gente del comandante Noriega de Panamá. Los yanquis los odian a los dos
porque son verdaderos nacionalistas.
BREIDE OBEID, SEINELDINISTA, CANDIDATO A
GOBERNADOR
No apoyamos los juicios
Por Raúl Kollmann
El próximo paso de la
fuerza seineldinista, el Partido Popular para la Reconstrucción (PPR), será legalizarse
y participar de las elecciones de 1999. Todo indica que el ex capitán carapintada,
Gustavo Breide Obeid, participante de todos los levantamientos y hombre de confianza de
Seineldín, será el candidato a gobernador bonaerense. Este es el diálogo que mantuvo
con Página/12:
¿Ustedes se definen como nacionalistas-católicos?
No. Nos gusta más definirnos como nacionales. Los nacionalistas han sido más
elitistas. Nosotros somos además populares y no le tenemos miedo a esa palabra. Por eso
hablamos de que este modelo es perverso y que no puede dar justicia social.
¿El perfil entonces es parecido al de Rico?
Con Rico lo único que tenemos en común es que mucha de la gente decepcionada con
él nos mira ahora a nosotros.
Pero igual que Rico han pasado de los levantamientos a las elecciones. ¿Han hecho
alguna autocrítica por los levantamientos?
No, mire, a la gente le ha quedado claro que nuestras acciones no fueron golpes de
Estado. Yo tomé el Edificio Libertador, estaba a 100 metros de la Casa Rosada, y la
hubiera podido tomar sin ninguna resistencia. Pero fue toda una cuestión interna del
Ejército.
Ustedes se levantaron contra los gobiernos elegidos por el voto.
Nosotros nos levantamos contra una jefatura que quería depurar los cuadros
nacionales y que perseguía a nuestra gente, pasándola a disponibilidad. Hicimos lo que
teníamos que hacer, aunque tal vez tuvimos un error de cálculo: creíamos que el
Presidente aceptaría cambiar al jefe del Estado Mayor Conjunto.
Si hubieran ganado, a esta altura estarían protagonizando otro levantamiento contra
la detención de Videla, Massera o contra la restitución de los chicos robados durante el
Proceso.
Vea, si en época de Alfonsín a nosotros, los capitanes, nos hubieran dicho que
iban a enjuiciar sólo a las cúpulas y a los casos aberrantes, hubiéramos aceptado. Pero
se la quisieron agarrar con todos, con los suboficiales que recibían una orden por
escrito, se llevaban a alguien y se lo entregaban en tal lugar, en un centro de
detención, a una persona que ni siquiera sabían cómo se llamaba.
¿Y por qué no se levantaron en aquel entonces?
Nosotros éramos muy jóvenes. Tal vez lo pudo haber hecho gente como Rico, de mayor
graduación. En el Proceso levantarse era complicado. Si uno decía una palabra demás,
perdías la carrera o te pasaba algo peor. Lo mismo que les pasaba a ustedes los civiles
nos pasaba a nosotros. Igualmente, pasaron 20 años. A los chicos de ahora no les
interesa.
Le aseguro que la mayoría de la gente está a favor de que los militares que
secuestraron o mataron vayan presos.
Nosotros, los capitanes, siempre fuimos anti-Proceso. A nosotros y a ellos, los
subversivos, nos usaron. Eramos idealistas, mientras nuestros superiores y los Firmenich
se reunían, pactaban.
Le insisto. Ustedes se levantarían contra la detención de Videla y compañía. Le
hago una pregunta puntual: ¿usted estaría a favor de juzgar y encarcelar a los que se
robaron chicos?
No, no hay que volver al pasado. España no juzgó a los que lucharon en la Guerra
Civil, Francia no juzgó a los que actuaron en Argelia, ni Inglaterra hizo nada con su
feroz presencia en tantos lugares. Le insisto, en su momento hubiéramos estado de acuerdo
con el juicio a las cúpulas y a los aberrantes. Hoy no.
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