Por A.G. desde Córdoba
Gimnasia tiró la toalla. El mazazo certero que le aplicó Martín Palermo el sábado por
la noche lo había dejado al borde del nocaut y Talleres se encargó de darle el golpe
definitivo. Por méritos y defectos propios, ya había abandonado antes de pisar el
Chateau la pelea por el título que dejó vacante Vélez, por lo que Boca ya se puede ir
probando la corona.
Hay que estar tranquilo e intentar hacer lo mejor para terminar lo más cerca
posible de Boca, le dijo Mariano Messera a Líbero antes del partido con Talleres.
Un síntoma evidente de que, a esa altura, el campeonato era una utopía. La reflexión
era compartida por la mayoría del plantel luego del triunfo de Boca y por los hinchas, ya
que poco más de trescientas personas viajaron desde La Plata. Por eso, no sorprendió la
actitud que mostró en el primer tiempo, dedicado a obstruir los intentos de Talleres, a
esperar que corran los minutos y a intentar embocar un bochazo en la cabeza de Reggi. No
fue suficiente y recién tuvo su primera chance sobre el final del primer tiempo. Todo
dentro de una apatía imperdonable en un equipo con aspiraciones.
Esa desidia contrastaba con las ganas de Talleres. Con la habilidad de Diego Garay y el
criterio de Javier Villarreal, los cordobeses vapuleaban a su rival pero fallaban cerca
del área. Recién en la segunda parte encontraron algo de puntería.
Con su rendimiento, Garay y Villarreal ayudaron a Boca, dueño de parte de sus pases.
Más allá de que con este resultado Boca sea prácticamente campeón, lo importante
era brindarme por la gente de Talleres. Es lindo haberle dado una mano a Boca, ojalá
pueda jugar allá, se ilusionó Garay, autor de una jugada muy lucida previa al
segundo gol de Talleres. Para Villarreal fue una revancha personal por el resbalón que le
posibilitó a Boca ganar la semana pasada. Por una desgracia mía perdimos un
partido increíble, pero con esta actuación quedé más contento. Por más que sigo
pensando en Talleres, soy consciente de que aportamos una mano a Boca para que ellos
salgan campeones, afirmó el volante. Gimnasia deberá modificar la postura que
mostró en Córdoba para luchar por el premio consuelo del subcampeonato, aunque para sus
fanáticos el segundo lugar no cuente. Ser subcampeón es un orgullo destacó
Darío Cavallo más teniendo en cuenta la gran campaña de Boca. No cualquiera lo
consigue en Argentina.
LA OTRA PELEA DE BOCA Y
GIMNASIA
Mellizos en disputa
El Apertura parece ya en manos del líder, pero
la tenencia de los Barros Schelotto no está tan clara. ¿Volverían a La Plata?
Por Ariel Greco desde Córdoba
La lucha entre Boca y Gimnasia no es sólo
por el título. Si bien el líder tiene la pelea del Apertura casi ganada, muy diferente
es la situación en el pase de los mellizos Barros Schelotto. Es posible que Boca deba
vender su porcentaje de los jugadores sin desearlo si no puede igualar una eventual oferta
del exterior e incluso existe una chance de que los Mellizos retornen a Gimnasia.
Cuando Guillermo y Gustavo fueron cedidos en agosto del 97, Boca compró sólo el 50
por ciento de cada uno de los jugadores, la otra mitad quedó en La Plata. Por ese
contrato, si alguna de las dos instituciones recibe una oferta concreta y comprobable por
los futbolistas, superior a los 3,5 millones de dólares, debe comunicarla a la otra
parte. En 48 horas ese club debe responder si iguala la propuesta para quedarse con la
totalidad del pase del jugador.
Si a Gimnasia llegara un ofrecimiento por Guillermo por 20 millones de dólares, Boca debe
analizar si puede pagarle 10 millones al Lobo. En caso negativo, si el jugador quiere ser
transferido, Boca está obligado a venderlo y recibirá 10 millones de dólares por su
porcentaje. En caso de que alguno venda a los jugadores sin consultar a la otra parte,
está prevista una indemnización de 10 millones de pesos.
El convenio rige hasta junio del 99. Si no existiera demanda o Guillermo y Gustavo
no quisieron emigrar, ambos clubes licitarán en sobre cerrado por el valor que ellos
estiman que valen los pases por separado. El que aporte la cifra más alta se quedará con
el pase definitivo de cada uno, pero deberá abonarle a la otra institución el 50 por
ciento del monto ofertado. Por eso existe la posibilidad de que Gimnasia gane esa
licitación y los Mellizos retornen al Bosque. Tenemos alguna carta guardada,
comentó a Líbero un dirigente importante de Gimnasia.
Esa carta son varios intermediarios diseminados en distintos países con poder y permiso
de Gimnasia para intentar colocarlos en algún club europeo, forzando una tasación de los
jugadores conveniente para el club de La Plata.
El contrato no estipula que Boca o Gimnasia pueda comprar el 50 por ciento que le falta
antes del plazo previsto sin ofertas del exterior, aunque se puede conversar. Sin embargo,
la relación entre los directivos de ambos equipos no es buena luego de la frustrada
negociación por el pase de Andrés Guglielminpietro. Ambos presidentes, Héctor Delmar y
Mauricio Macri, no se hablan luego de ese incidente. Nos quisieron comprar un
jugador por atrás, argumentan.
El problema surgió cuando Gimnasia vendió al volante porque atravesaba una difícil
situación económica que le impedía asumir deudas con sus jugadores. Delmar fue a
ofrecerle a Macri el pase de Guglielminpietro, pero el presidente de Boca le propuso darle
500.000 pesos al contado, pero no por el volante, sino a cambio de la mitad del pase del
mellizo Guillermo. En Gimnasia nadie quiso aceptar el negocio y allí se cortó
definitivamente el diálogo. |
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