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Por Raúl Dellatorre Desde que tomó a su cargo la flamante Secretaría de Industria, Comercio, Turismo y Empleo del gobierno de la ciudad, Rafael Kohanoff se planteó como objetivo central el combate contra la exclusión social. "Los gobiernos tienen la obligación de enfocar su política hacia los temas sociales, pero no como reparación de los daños que causa la política económica, sino articulando lo económico y lo social de movida, y la única forma de inclusión es que la gente tenga un trabajo con el cual ganarse la vida", sostuvo el veterano dirigente industrial (72 años) y hoy funcionario ante Página/12. Por momentos, su discurso parece recoger los conceptos de La comunidad organizada, de Juan Domingo Perón. En otros, sugiere un traslado de la experiencia italiana de "distritos industriales" que desarrolló un movimiento de pequeños y medianos empresarios autónomos en el centro y norte de la península, y los convirtió en poderosos exportadores. "Recién empezamos la tarea, pero pondremos toda la fuerza en apoyar a las pymes, convencidos de que son los que tienen que sostener y crear empleo", apuntó Kohanoff. --Se habla mucho de las pymes, y son múltiples los institutos que dicen trabajar para ellas, con fondos millonarios, sin que se vea cuál es el beneficio. ¿En qué se diferenciará su tarea de estas experiencias? --No se puede seguir hablando de las pymes sin hacer cosas concretas. Una línea de acción es buscar una articulación entre ellas, identificando en qué lugares de la ciudad se desarrollaron conglomerados industriales de algún carácter y buscar su potenciación. Y a partir de allí, desarrollar una acción distrital, con participación de la comunidad: centros comerciales, escuelas, bancos de la zona. Es una política de descentralización para una ciudad grande, pero válida para aplicarse a nivel de país. --La política económica dominante les asigna a las pymes el rol de proveedor de las grandes empresas, como si el derrame del fenómeno de la concentración las fuera a incluir en el proceso de crecimiento. Pero la realidad es que la mayoría va quedando en el camino. --No van a quedar incluidas si no se busca una integración vertical. Una de las consecuencias de la desnacionalización de la economía ha sido que las grandes empresas se abastezcan de insumos importados. Hay que recomponer la cadena de las pymes con las grandes empresas. Creo que es posible imaginar una red articulada que regenere una alianza productiva nacional. Pretender acciones generalizadas "para las pymes" no sirve para nada. Hay que focalizar la acción en aquellas áreas donde se observa un potencial. --¿Existe en la ciudad de Buenos Aires una identificación de sectores potenciales de desarrollo, como los que menciona? --Hemos hecho un estudio de la ciudad, del cual surge una fuerza muy grande de pymes en servicios y turismo, y en el sector industrial aparece muy claramente definido un núcleo vinculado al diseño y la moda, y otros en torno a indumentaria, gráfica, calzados y marroquinería. Ya estamos desarrollando en la zona Boca-Barracas un conglomerado del diseño y la moda, transformando una zona abandonada industrialmente, con espacios vacíos y gran desocupación, en un polo potencial de desarrollo cultural y artístico vinculado a la actividad empresaria. Incluso con proyección exportadora. No es una actividad en la que se requiera una gran inversión, es una de las de menor utilización de maquinaria. El gran capital es la creación, y su vinculación con el mundo comercial. --¿Qué otros proyectos localizados encararán? --Estamos pensando en montar centros de investigación industrial en biotecnología, probablemente en Mataderos, que ya cuenta con una importante industria farmacéutica instalada. Y además, acabamos de inaugurar el primer Centro Pyme en Caballito-Flores, que busca vincular a los comerciantes, industriales, empresas de servicios, trabajadores y vecinos de la zona para ver qué ventajas se pueden generar con la asociatividad y la cooperación. Desde el financiamiento, la capacitación, el acceso a tecnología, hasta la gestión de oportunidades de exportación, hay una oferta múltiple disponible que yo quiero charlar con la gente para ver cómo se aprovecha. En materia de turismo, lanzamos una línea especial de créditos para remodelación de 200 hoteles que están fuera de categoría. Se pagan a 60 meses con 12 de gracia. Hemos convocado a pymes de la construcción para que faciliten los proyectos, y a las empresas de amoblamiento. --¿No le va a temblar la mano para dar créditos subsidiados, a contramano de la política económica vigente? --Si sirve para que la gente tenga trabajo, no me tiene que temblar. Sí me temblaría si tuviera que apoyar emprendimientos faraónicos. Los economistas dicen que tenemos reservas suficientes, que en dos meses se sale de la crisis. La realidad que veo es que la gente cobra cada vez menos y paga menos.
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