Pinochet: la decisión final
La Cámara de los Lores británica dará a conocer
el miércoles el fallo que ratificará o revocará la inmunidad dada a Augusto Pinochet
por la Alta Corte de Justicia de Londres. Si la revoca, Pinochet podrá ser extraditado a
Francia, Suiza y España por los crímenes de su dictadura. En Chile, mientras tanto, se
sigue discutiendo la "transición a la democracia".
Libération
Cualquiera que fuera la decisión de la Cámara de
los Lores, la última estadía del general Pinochet en Londres habrá tenido al menos dos
efectos positivos. Habrá puesto fin a la fase de inhibición colectiva de los crímenes y
de los horrores de su dictadura, en un Chile que vivía en la satisfacción de sus
performances económicas (siete por ciento de crecimiento anual desde hace 14 años). A
nivel internacional, el acontecimiento habrá obligado a tomar conciencia de la necesidad
de acelerar la puesta en práctica del Tribunal Penal Internacional, cuya creación ha
sido decidida en julio en Roma.
(De una columna de Yvon Le Bot)
El País
¿Acaso el presidente Richard Nixon no instigó y
financió hace 25 años el golpe militar del propio Pinochet para impedir que Chile
"cayera en las garras del comunismo", que era un pecado entonces? Las causas
nobles son cambiantes. Hace sólo diez años, en nombre de la lucha contra el
narcotráfico maligno, el presidente George Bush invadió Panamá para juzgar al general
Noriega. Es perfectamente posible imaginar que mañana un gobierno norteamericano de la
derecha puritana --el del hijo de Bush, sin ir más lejos-- practique la "injerencia
humanitaria" --judicial, bélica o las dos cosas-- para castigar a todos los
gobiernos que permiten ese "crimen contra la humanidad" que, en opinión de
muchos, es el aborto.
(De una columna de Antonio Caballero)
El Mercurio
La oposición al gobierno militar debió aceptar,
por razones de realismo político, la Constitución hecha por el régimen en 1980. Se
habló luego de pactos porque, una vez derrotado Pinochet en el plebiscito de 1988, se
iniciaron negociaciones entre gobierno y oposición para reformar la Constitución y hacer
así más viable el cambio hacia un gobierno libremente elegido. Pero como fue claro para
todos, ellas no fueron unas negociaciones libres (...) Es justamente lo que está
pendiente para completar la democratización de nuestro régimen: una Constitución que
exprese efectivamente el consenso, mediante el pacto, la negociación y la transacción de
todos los sectores de la vida política nacional.
(De una columna de Felipe Agüero)
Israel: una paz difícil
La semana pasada, en medio de un clima hostil que
incluyó tanto declaraciones como algunos atentados, comenzó la entrega israelí por
fases del 13 por ciento de Cisjordania a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Esta
retirada figura en el acuerdo de paz firmado en Washington por el premier israelí,
Benjamin Netanyahu, y el líder palestino Yasser Arafat.
Jerusalem Post
Cumpliendo con lo especificado en el acuerdo de paz,
el gobierno está gastando cientos de millones de shekels para pavimentar rutas y
fortificar las defensas de los asentamientos que quedaron "demasiado cerca" de
las áreas que quedarán bajo control palestino (...) Si este dinero invertido en proteger
estos lugares y prolongar la vida de este gobierno es visto como una manera de dejar para
más tarde lo que no se puede decidir ahora, puede ser una opción razonable. Pero si es
visto como una forma de crear "hechos irreversibles" que no preanuncie la
posibilidad de un acuerdo de paz posterior, entonces será dinero tirado en el equivalente
político de una pirámide. Sería reconfortante creer que el gobierno conoce la
diferencia.
(De una columna de Mark Heller)
Haaretz
Este es un acuerdo condicional, y no sólo porque el
gobierno debe reclamar una aprobación renovada para cada fase de la retirada basada en el
cumplimiento palestino de sus compromisos. Tampoco lo es sólo porque el primer ministro
detesta el acuerdo y secretamente espera su fracaso, al igual que muchos ministros del
Likud. Es en este sentido en el que los extremistas de derecha todavía no han dicho su
última palabra (...) Paredes de concreto están siendo levantadas para bloquear la línea
de visión (y la línea de fuego) entre los hogares árabes en el área bajo control
palestino y los asentamientos judíos aledaños (...) La confianza y las buenas
intenciones para hacer funcionar este acuerdo no existen.
(De una columna de Gideon Samet)
International Herald Tribune
La búsqueda de la paz requiere el mismo coraje y
poder de decisión que la guerra. Pero donde la guerra pone a los pueblos y sus líderes
unos contra otros, la búsqueda de la paz requiere una clase distinta de pares (...)
Cuando se produjo un atentado suicida en los días del acuerdo de Oslo, los palestinos
manifestaron por primera vez contra sus propios compatriotas (...) Este tipo de actos
desaparecieron porque la gente no ha sentido ninguna razón para identificarse con el
actual gobierno israelí. Los compromisos contraídos en Washington fueron importantes,
pero esto debe estar reflejado en un acercamiento radicalmente nuevo entre Arafat y
Netanyahu.
(De una columna de Daoud Kuttab, periodista palestino)
Irak: otra paz trabajosa
El martes pasado los inspectores de desarme de la
ONU volvieron a Irak después de que el gobierno de Saddam Hussein impidiera por enésima
vez el curso de sus investigaciones, en una crisis que por 30 minutos no terminó en un
ataque aéreo anglonorteamericano contra la nación árabe. De todos modos, las dudas
sobre el fin de este conflicto no se disiparon.
Newsweek
El objetivo final de Estados Unidos es sacarse de
encima a Saddam. Pero no podría asesinarlo ni aunque quisiera. Saddam duerme todas las
noches en una cama diferente, a menudo en casas de civiles. A Washington le encantaría
liderar un golpe de Estado, y el Congreso aprobó la partida de 97 millones de dólares
para apoyar a los grupos opositores iraquíes. Pero el dinero quizás no tenga que
gastarse: la CIA tiene problemas para identificar un líder creíble que pueda encabezar
un levantamiento. Según parece, la policía secreta de Saddam ha sido eficiente. Una
opción más viable es el debilitamiento gradual de Saddam. Y la manera más efectiva de
hacerlo es mantener a Irak bajo las actuales sanciones económicas.
(De una columna de Evan Thomas)
The New York Times
Saddam debe estar listo para entender que ningún
juego futuro con el proceso de inspecciones será tolerado. Si Bagdad intenta nuevamente
restringir las inspecciones, Washington, con el apoyo de Gran Bretaña y otros aliados, no
necesita esperar semanas y ni siquiera días para responder. La Administración Clinton,
que reaccionó en forma demasiado pasiva cuando en agosto Irak comenzó a impedir las
inspecciones de sorpresa, hizo en esta ocasión un efectivo trabajo de coordinación de
fuerzas diplomáticas y militares. Si hay una nueva crisis, Washington ya dejó muy en
claro que su reacción será pronta y certera, sin necesidad de lanzar advertencias.
(Editorial)
The Independent
El Ejército iraquí es mucho más débil hoy que en
la Guerra del Golfo, pero Irak no es simplemente un régimen militar. Irak permitió a su
presidente permanecer en el poder frente al desastre económico y a una intensa presión
internacional. Su ascendente en el Ejército está reforzado por el control de los agentes
de inteligencia. El partido oficialista Baas es otro foco de lealtad al régimen (...) Los
cambios de la política norteamericana respecto de Irán y a los kurdos pusieron una mayor
presión sobre Saddam Hussein. (...) Pero Estados Unidos temen que el cese del fuego
firmado con Irak en 1991 sólo se podrá sostener al costo de crisis internacionales cada
seis meses. Y la guerra no resolverá nada.
(Editorial)
TEMAS LIBRES
APEC: Asia Pide
El Cambio
Newsweek
La reunión de los 21 jefes de Estado en el Foro de
Cooperación Asia-Pacífico (APEC), un foro creado hace nueve años para promover la
globalización, no podía haber llegado en peor momento. El vacío de liderazgos ha
prolongado la agonía política y económica de la región (...) A lo largo de toda Asia,
la recesión económica continúa lastimando a la industria, haciendo crecer la inquietud
en materia laboral y los llamados a adoptar medidas proteccionistas. Dados estos problemas
que los líderes asiáticos deben enfrentar en sus países, el último tema del que
quieren hablar es el de "libre comercio".
(De una nota de Dorinda Elliott)
Archivando a Monica
The New York Times
En la crucial pregunta sobre si la conducta del
presidente Clinton merece la apertura de un proceso de destitución, el testimonio de
Kenneth Starr arrojó más claridad de lo que muchos norteamericanos pudieron haber
esperado. El fiscal independiente resumió su alegato diciendo que Clinton mintió bajo
juramento, que obstruyó a la Justicia y que manipuló a los testigos, pero no aportó al
Comité de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes ninguna evidencia nueva
respecto de la que ofreció en su informe del 9 de septiembre (...) Ahora, como en aquel
momento, la conclusión correcta es que el castigo apropiado para Clinton es una censura
formal del Congreso, no el proceso de destitución.
(Editorial) |