Andá a cantarle a su Señoría
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Por Irina Hauser y Adrián H. Mouján
¦"En el Senado de la Nación el oficialismo está construyendo un cinturón de seguridad e impunidad hacia el futuro que afecta a las instituciones democráticas", decía el senador radical José Genoud ante los nueve ministros de la Corte Suprema. El fervor de los discursos políticos públicos se apoderó ayer de la sala de audiencias donde el gobernador del Chaco, Angel Rozas, y otros radicales explicaron por qué creen que la designación del justicialista Hugo Sager como senador es inconstitucional y, en su lugar, debería asumir Carlos Pavicich. Mientras Rozas suplicaba (micrófono en mano) a los supremos que se expidan antes del miércoles, fecha en que juraría Sager, por la platea circulaba el fallo de la Cámara Electoral que ayer mismo ordenó que se detenga la asunción del legislador trucho hasta que la Corte resuelva la cuestión de fondo. Pero tal vez ese paso no sea necesario porque el máximo tribunal, apremiado por la presión política, directamente definiría hoy quién es el senador legítimo. La audiencia pública que se realizó ayer fue una suerte de concesión de la Corte hacia la Alianza, al aceptar que el mandatario chaqueño expusiera su postura en una audiencia pública. Por eso, algunos voceros de la UCR temen que la decisión final del tribunal los desfavorezca y el justicialismo dé sus primeros pasos en sus intentos por asegurarse una mayoría parlamentaria pese a un cambio de gobierno. Para el inusual evento, también fueron citados el procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, y un representante del Senado, que en este caso fue el senador Jorge Yoma, designado por decreto del vicepresidente Carlos Ruckauf. El problema de los senadores truchos llegó al máximo tribunal a raíz de dos reclamos: por medio de un recurso de amparo el legislador Carlos Tomasella, del Pacto Autonomista Liberal de Corrientes, reivindicó la banca que le usurpó el justicialista Rubén Pruyas, y Pavicich actuó en igual dirección, a través de una acción declarativa de inconstitucionalidad presentada por Rozas. Ambos, además, pidieron que los ministros atendieran a una medida de no innovar y frenaran la asunción de los senadores controvertidos. Los jueces de la Corte agilizaron el trámite, a tal punto que lograron que Antonio Boggiano regresara anticipadamente de su estadía en La Haya. En principio, la resolución de la Cámara Electoral dice que "el Senado deberá abstenerse de incorporar a Hugo Abel Sager como senador nacional titular por la provincia del Chaco" hasta que haya sentencia definitiva. Tal vez esta definición pase inadvertida porque, según comentó a Página/12 un allegado a la Corte, aunque todavía no hay cinco votos iguales, es probable que hoy los jueces salgan de su habitual reunión de acuerdos de los martes con un fallo sobre la mismísima cuestión de fondo y definan sin vueltas si es legítimo el nombramiento de Sager. Ese es el deseo de varios jueces de la mayoría automática (Julio Nazareno, Eduardo Moliné O'Connor, Adolfo Vázquez, Guillermo López y Boggiano), adicta a los deseos del Gobierno. La minoría preferiría estudiar el tema en profundidad. "En el marco constitucional el Senado no puede constituirse en elector de sus miembros." Rozas resumía así una de las aristas de la estrategia de la UCR. Poco después de las 11 de la mañana Rozas era el primero en tomar la palabra en un debate que duró tres horas y media y despertó bostezos de incomodidad de algunos jueces. Genoud, titular del bloque de la UCR de la Cámara alta, dijo que si asumen los senadores truchos, cualquier decisión del Senado "estará sometida a una fuerte sospecha de ilegalidad". "La mayoría parlamentaria corresponde a la Alianza", agregó el mandatario chaqueño para redondear sus argumentos. En las butacas de primera fila a la derecha acompañaba a los dos dirigentes el jurista Ricardo Gil Lavedra, Pavicich, el senador pampeano Antonio Berhongaray y el presidente de Legislatura del Chaco, Eduardo Moro. Del mismo lado de la hinchada estaba Ramón Aguirre Lanari, del Pacto Autonomista Liberal. Rozas también advirtió que acudirá a la Unión Interparlamentaria Mundial y a los organismos internacionales de derechos humanos. Cuando le tocó el turno a Yoma, quien le confió a Página/12 que su traje color crema era una cábala, desplegó sus papeles sobre una baranda, miró fijo al tribunal y sostuvo: "Esto no es una cuestión judiciable sino política. La jurisdicción corresponde al Senado. En la presentación del gobernador del Chaco no hubo ni una sola cita de jurisprudencia". Para diferenciarse, citó siete casos en que el Senado intervino en forma directa en el nombramiento de sus integrantes. Becerra, que la semana pasada dictaminó que la Corte es competente para opinar sobre el caso del Chaco pero no sobre el de Corrientes, dijo que los ministros todavía deberían pronunciarse oficialmente en este tema y después analizar si se ha violado o no la Constitución. Pero no emitió otras opiniones. Radicales y justicialistas cerraron la jornada lanzándose chicanas de todo tipo. Entre ellas, una de Alasino, que aguijoneó a Rozas por una amenaza que éste realizó de pedir la anexión del Chaco a "Brasil, Paraguay, Bolivia o Chile" si la Corte fallaba en su contra.
Los senadores truchos jurarán pase lo que pase
Por I.H. y "De ninguna manera el Senado de la Nación reconoce jurisdicción judicial sobre una decisión de la Cámara alta." El titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, el peronista Jorge Yoma, remató así su larga exposición ante la Corte Suprema, adelantando un posible conflicto de poderes ante la posibilidad de que el Tribunal impida el juramento de los senadores elegidos por el PJ de Chaco y Corrientes. Los peronistas están dispuestos a desafiar a la Corte y a afrontar cualquier escándalo en el recinto. Pase lo que pase, los dos senadores truchos se presentarán mañana a jurar. En su presentación, Yoma recurrió a innumerables argumentos jurídicos para justificar la decisión política del oficialismo de conseguir una mayoría en el Senado hasta la mitad del próximo mandato presidencial. Por esa razón, y a pesar de no haber recibido formalmente la notificación oficial de parte de la Corte para asistir al evento excepcional debido a la premura con que el máximo Tribunal aceptó el pedido de audiencia que solicitó el gobierno chaqueño, los justicialistas demostraron ayer haber estudiado largamente la situación y los antecedentes. Además de la necesidad de asegurar el control de la Cámara que ejerce el rol de juez en los casos de juicio político a Presidente, vice, ministros y algunos jueces, los peronistas no quieren comenzar un año electoral con tres bancas menos --Capital Federal, Catamarca y Tucumán--, que le corresponden legítimamente y dos que usurpó a la oposición, las de Chaco y Corrientes. Los representantes elegidos de acuerdo con una visión distorsionada de la Carta Magna por parte del PJ, Rubén Pruyas (por Corrientes) y Hugo Sager (por Chaco), jurarían mañana, aunque la Corte falle lo contrario. Y así lo reafirmó públicamente el senador Eduardo Menem. El optimismo del oficialismo, representado por el jefe del bloque, Augusto Alasino, el formoseño Ricardo Branda, el jujeño Alberto Tell, el correntino Angel Pardo y el chaqueño Horacio Zalazar, era tal que ni siquiera el fallo de la Cámara Nacional Electoral, que dictó una medida de no innovar en el caso del senador chaqueño, alteró los ánimos. Sólo el temperamental Alasino acusó: "Claro, los miembros de la Cámara Nacional son dos punteros radicales". Tanto Sager, senador hasta el 10 de diciembre por el Chaco, como Pruyas, actual diputado nacional por el PJ correntino, permanecieron el fin de semana en Capital Federal, pero el chaqueño mantuvo un perfil casi subterráneo. El peronismo asumió el riesgo de exponer a la Corte Suprema a expedirse con un fallo político, que cualquiera sea generaría las protestas de los perjudicados. En la audiencia, Yoma tampoco ahorró provocaciones: "El gobernador Rozas está haciendo este escandalete porque está a cinco días de la interna de la Alianza", disparó el riojano.
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