Economía ya habla de pedir "perdón"
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Por Maximiliano Montenegro Por primera vez, un alto funcionario del Ministerio de Economía admite que Argentina podría solicitar un waiver (perdón) al FMI por el probable incumplimiento de las metas fiscales de este año. Fue durante una reunión reservada, con representantes de los principales bancos de inversión locales y extranjeros. Allí, Miguel Kiguel, subsecretario de Financiamiento y jefe de asesores de Roque Fernández, reconoció que la situación fiscal era muy ajustada, debido a la caída de la recaudación, y analizó alternativas frente a un incumplimiento de las metas acordadas con el FMI. El viernes último, en el décimo piso del Palacio de Hacienda, funcionarios del equipo económico mantuvieron un encuentro secreto con los bancos denominados creadores de mercado. Por Economía estaban Miguel Kiguel, el subsecretario de Programación Económica, Julio Nogués y el jefe de asesores de la Secretaría de Hacienda, Nicolás Dujovne. Por el sector privado participaron economistas de los principales bancos: Río-Santander, Galicia, Deutsche Morgan Grenfell, HSBC-Roberts, JP Morgan, ING-Barings y BBV-Francés, entre otros. Nogués confirmó, como publicó Página/12, que el indicador mensual industrial (EMI) oficial, que se conocerá hoy, cayó en octubre un 6 por ciento. Si bien ese retroceso de la actividad industrial es menor al que registran las consultoras privadas, el funcionario aceptó que octubre había sido un pésimo mes para la economía real. Sin embargo, insistió en que "lo peor ya pasó". "Las tasas de interés bajaron; las turbulencias financieras no impactaron sobre la inversión extranjera directa (para el tercer trimestre el Gobierno estima 1400 millones dólares) y se percibe una recuperación del precio de las commodities", comentó. Pero los banqueros estaban ansiosos por escuchar otro tema: la marcha de las metas fiscales. Dujovne explicó que el Gobierno debería tener un déficit fiscal de 750 millones en los dos últimos meses del año para cumplir con el FMI. Con la recaudación en el tobogán y el impedimento político para efectuar recortes adicionales en el gasto público, las metas se complican, ya que en el bimestre noviembre-diciembre del año pasado el rojo fue de casi 1200 millones de pesos. El asesor de Pablo Guidotti se cuidó de no responsabilizar por la magra recaudación al titular de la AFIP, Carlos Silvani, como lo suele hacer en privado su jefe. En cambio, sostuvo que por la crisis "la recaudación del impuesto a las Ganancias cae porque las empresas revisaron sus estimaciones de utilidades" y en consecuencia pagan por anticipado menos al fisco. "Además, prefieren financiarse al 3 por ciento mensual (tasa de punitorios por mora) con la DGI", consideró. También admitió que Economía estaba "parada sobre la caja" para frenar las presiones por más gasto público. Ante semejante panorama, un inversor le preguntó a Kiguel cuál era el plan en caso de que no se llegaran a cumplir las metas fiscales con el FMI. El número tres de Economía no dudó: "Si no podemos cumplir vamos a pedir un waiver (perdón), porque de esa forma nos aseguramos no perder los préstamos del FMI", afirmó. La cuenta de Kiguel es la siguiente: hasta hoy, por haber cumplido sucesivamente con las metas trimestrales del Acuerdo de Facilidades Ampliadas firmado en febrero, Argentina acumula con el FMI un crédito por 1000 millones de dólares, que sería de 1400 al primer trimestre del '99, y son parte de los 2800 millones de todo el programa. Estos préstamos se denominan "fondos desembolsables", aunque el Gobierno los mantiene como reserva en caso de que los necesitara para afrontar los vencimientos de la deuda. "Aunque no cumplamos con las metas fiscales, si pedimos un waiver estos fondos siguen siendo desembolsables. Si la crisis internacional continúa los vamos a necesitar, así que no tendríamos problemas en solicitarlo", agregó Kiguel. Sin embargo, el funcionario evitó comentar el impacto negativo de un waiver en la percepción de los inversores. En la primera semana de diciembre desembarcará en Buenos Aires una
misión del FMI, encabezada por Teresa Ter Minassian. Entonces, se empezará a tantear
cómo suena la palabra "perdón" a la exigente economista italiana. A favor del
alumno Roque Fernández juega no sólo haber cumplido con los deberes por nueve trimestres
consecutivos, sino también ser el preferido del jefe de la señorita Teresa, el francés
Michel Camdessus. |