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Por Nora Veiras En el cartel se lee "600 días". Ese es el tiempo que llevan los maestros en la Carpa Blanca esperando un fondo de financiamiento que se traduzca en un aumento de sueldos. "Este aniversario nos genera contradicciones: por un lado sentimos bronca por la injusticia prolongada, por el enorme esfuerzo que nos han obligado a hacer; por otro lado sentimos orgullo de nuestra lucha, de la conducta profundamente solidaria de la gente", dijo la titular de la Federación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Marta Maffei. Por primera vez en estos 600 días, el levantamiento de la Carpa puede ser un hecho si el Poder Ejecutivo no veta la Ley de Incentivo Salarial Docente sancionada por el Congreso. Educación estaba trabajando ayer contra reloj para presentar el proyecto de "ley correctiva" que permita completar los 700 millones de pesos en caso de que se elimine la garantía del Tesoro Nacional. La extensión del IVA a los canales de cable y a los espectáculos es la fórmula pergeñada por el Ejecutivo y rechazada, en principio, por Diputados. Mercedes Sosa llegó a la Carpa Blanca y felicitó a los maestros. Les dijo que "se merecen esa ley después de tanto esfuerzo porque es una ley justa y la demostración de que la lucha del pueblo no se pierde". "Estuvo bárbara la Negra", comentaban los maestros mientras se despedían en la puerta de Entre Ríos 50. Antes de visitarlos, la cantante recibió un llamado de Ramón Hernández, el secretario privado de Carlos Menem, porque el Presidente la quería ver para saber cómo estaba su madre que acaba de ser operada del corazón. Mercedes Sosa se excusó: "Tengo que ir a la carpa de los maestros" fue la respuesta que dejó en silencio al valet presidencial. Desde el 2 de abril del año pasado, el día en que el reclamo docente se plantó frente al Congreso, el escritor Ernesto Sabato acompañó el pedido. Ayer, les hizo llegar una carta porque "sé que la ley por la cual hace 600 días están ayunando, corre peligro de ser vetada. No se debe permitir que esto suceda. La permanencia de ustedes en la Carpa demuestra que aún existe una reserva humana que puede salvar a la patria". El secretario de prensa de la Ctera, Alejandro Demichelis, leyó la carta y siguió con las adhesiones de Luis Alberto "El Flaco" Spinetta, la monja Martha Pelloni, Alejandro Lerner, Fabián Vena, Damián de Santos, Arturo Bonín, Víctor Heredia, Manuel Callau, Pepe Novoa y Miguel Angel Estrella, entre muchos otros. La diputada del Frepaso y ex titular de Ctera Mary Sánchez y el padre Luis Farinello fueron algunos de los que se acercaron a la "carpa de la dignidad". Maffei destacó que "ha sido profundamente alentador descubrir en la Argentina otra imagen que la resignación de la gente. Gracias a ese apoyo hemos aprendido a organizarnos, a pelear de otra manera, a construir la dignidad todos los días". Maffei calificó como "un debate ficticio" el que se desató en torno del veto de la cláusula de garantía del Tesoro Nacional en caso de que, mediante el impuesto a los autos, aeronaves y embarcaciones, no se logren recaudar 700 millones de pesos. "Esta ley no hace más que cumplir la promesa de aumento de salarios formulada por el presidente Carlos Menem hace 14 meses. Sería no sólo arriesgado sino insensato seguir incentivando un conflicto teniendo las herramientas en la mano para solucionarlo. Nosotros no nos oponemos a una ley complementaria o correctiva como la quieran llamar, pero creemos que no se puede vetar la ley sancionada que devuelve una esperanza, pero no alcanza para reparar todas las injusticias". El equipo de la ministra de Educación, Susana Decibe, pretende presentar esta semana el proyecto de ley correctiva. Los funcionarios estaban ayer enfrascados en la definición del texto. Sin embargo, los rumores que llegaban desde el Congreso lograban desconcentrarlos: la posibilidad de que un enroque lleve a la senadora tucumana Olijela del Valle Rivas al Viceministerio de Educación no podía asimilarse en el Palacio Sarmiento. "Eso no es más que una venganza contra Susana Decibe por la Ley de Financiamiento. Es una forma de destruir el equipo de trabajo", repetían convencidos de que el pase no pasaría de versión.
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