La DGI marca a presión a Bati
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El delantero de la Fiorentina Gabriel Batistuta arribó ayer a Buenos Aires, procedente de Italia, para presentarse ante la Justicia e interiorizarse sobre la causa que se le sigue desde setiembre pasado en el marco de una investigación por evasión fiscal de unos 125 mil dólares. A las 8.15, y de manera sorpresiva, el jugador argentino arribó al país en viaje relámpago, por la necesidad de regresar inmediatamente a Florencia para sumarse a al equipo que marcha puntero en el torneo italiano. Batistuta debió presentarse ante el juez en lo penal económico, Julio Speroni, quien comanda la causa que hace unos meses inició la DGI en contra del jugador. Según el organismo recaudador, Batistuta habría evadido unos 125 mil dólares cuando se realizó su transferencia de Boca a la Fiorentina en 1991. Para aclarar su posición, el jugador llegó a los tribunales de Comodoro Py a las 11 y por más de media hora estuvo frente al juez explicando lo suyo y oyendo novedades de la causa. La sorpresa no sólo se produjo ante el arribo de Batistuta a Ezeiza, sino que también se repitió cuando se bajó de un auto y con el mismo bolso que había bajado del avión entró en los tribunales. Allí, el personal del Palacio de Justicia no paró de pedirle autógrafos mientras esperaba para ingresar al despacho del magistrado Speroni. Cuando salió había otras personas que trabajan en el lugar a la espera de un saludo o de una firma. La Justicia, además de procesarlo, le había embargado bienes por valor de 50 mil dólares. "No voy a hablar, no haré declaraciones. Voy a realizar algunos trámites personales, pero regreso de forma inmediata a Italia", dijo Batistuta en la puerta del aeropuerto. Esas fueron las únicas palabras de Batistuta en Ezeiza. Luego de su presentación en Tribunales, el goleador del fútbol italiano dialogó con los periodistas, reiteró conceptos sobre la selección, sobre sus esperanzas para el próximo Mundial, sobre la relación con Passarella y sobre el presente de Boca: "Siempre fue hincha de Boca y me alegro del momento que está viviendo. Espero que el domingo próximo se consagre campeón", afirmó. Batistuta agregó que resulta "muy difícil que en el corto plazo pueda militar en el fútbol local", ya que tiene cinco años más de contrato con la Fiorentina. En este juicio, su situación es difícil, ya que también pasaron por el despacho del juez Speroni el ex presidente de Boca Juniors, Antonio Alegre, y el representante del jugador, Settimio Aloisio. Para la DGI hubo una evasión y trata de demostrarlo. La pelota, en esta causa, se la tiran entre los ex dirigentes de Boca y el representante de Batistuta, aunque recién en los próximos días se sabrá cómo llega la solución. Las convocatorias a jugadores, representantes, empresarios y dirigentes del fútbol comenzaron por una denuncia de 1994 por evasión de los impuestos correspondientes a las transferencias. Y Batistuta es uno de los casos. Aunque figuraba en la AFA como una transferencia por un total de 1.800.000 dólares, la DGI determinó que el valor real del pase fue de 3.300.000. De ese monto, al jugador le correspondió el quince por ciento de ley, es decir 493.000 dólares. Según la DGI, el club debería haber retenido los 124.000 correspondientes al impuesto a las Ganancias. No lo hizo. Tampoco los pagó el jugador. Esa parece ser la cuestión.
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