Buenos Aires, miércoles 25 de noviembre de 1998 /
Prohibido para dictadores, por Martín Granovsky
El más perverso, por Miguel Bonasso
La miseria humana, por Luis Bruschtein
HOY SE DECIDE EN LONDRES LA SUERTE DE PINOCHET Uno más y no jodemos más
SENATRUCHOS SIN CORTE La Corte Suprema le dio la razón al oficialismo