El día que la
monjita se puso furiosa y asestó 120 puñaladas
Una enfermera que colaboraba en una orden
religiosa quedó detenida por un homicidio espeluznante: el asesinato de otra mujer con
unas 120 puñaladas. Se trataría de un drama pasional.
Por Horacio Cecchi
Se llama Marta Graciela
Odero. En Villa Urquiza la conocen como la monjita, aunque su relación con
los hábitos no fuera estrictamente religiosa. Odero colaboraba como enfermera en la Orden
de San Camilo. El martes por la noche, la monjita fue detenida sospechada de
haber asesinado a Marta Silvia Fernández. De confirmarse la hipótesis policial del
drama pasional, y si los crímenes son pasionales cuando su motivo es dejar
marcas imborrables de un amor frustrado sobre el cuerpo de otro, la muerte de Fernández
superaría los extremos de una furibunda pasión, porque habría recibido más de 120
puntazos. A pocos días de iniciarse el juicio oral contra Fabián Tablado, acusado de dar
muerte a su novia Carolina Aló de 113 puñaladas, algunas pasiones parecen caminar por el
calvario.
La muerte de Marta Fernández, de 38 años, ocurrió en algún momento entre la noche del
lunes y la madrugada del martes pasado, en su departamento de la unidad 5 de Avalos 340,
Villa Urquiza. Dicen que los gritos que provenían de la unidad 5 no llamaron la atención
de los vecinos, porque ya se habían hecho el oído a ellos. Sólo reconocieron que
esta vez fueron más fuertes y desgarradores. Las discusiones eran
constantes. Ella (por Fernández) la maltrataba mucho, sostuvieron los vecinos.
No entiendo cómo (Odero) soportó tantos meses tanta humillación, se
preguntó una mujer de una de las unidades linderas, olvidando que momentos antes la
había mencionado como la monjita.
En el barrio la conocían con ese apodo porque durante un tiempo Odero colaboró como
enfermera en el Centro de Humanización y Pastoral de la Salud San Camilo, ubicado en
Villa Devoto. Incluso, el padre alemán Wandelin Rafner, de la congregación religiosa, la
había apadrinado gestionando un departamento de los Camilos para que Odero tomara como
vivienda, en Federico Lacroze 3825, Chacarita.
Lo cierto es que hasta las primeras horas de la mañana del martes, nadie de la vecindad
creyó estar frente a un imprevisto. Pero a las 7, una vecina golpeó a su puerta y al no
tener respuesta, llamó a la Comisaría 41ª. Una comisión policial descubrió,
desparramado en el piso del comedor, el cuerpo semidesnudo de la Fernández vestido a
cuchilladas, y en la cocina, un cuchillo de mango negro del tipo Tramontina con rastros de
sangre. Fueron los investigadores los que apuntaron que habían sido más de 120 puntazos,
aunque la última palabra sea de los peritos, que aún no han concluido el conteo.
Después de varias horas de atar cabos, los investigadores concentraron sus sospechas
sobre Odero. Alrededor de las 21 del martes, la encontraron saliendo de su vivienda y la
detuvieron. Ayer, a media tarde, el juez de Instrucción 8, Julio Lucini, se aprestaba a
tomarle declaración, en el Hospital Alvarez, donde la monjita había sido
internada por un pico de presión. También la víctima, según los vecinos y la policía,
habría pasado por problemas emocionales porque en más de una ocasión resultó internada
en el Hospital Alvear, por tratamiento psiquiátrico.
Entre los investigadores policiales, la hipótesis que cuaja con mayor fuerza es la del
drama pasional. Hay dos puntas que nos lo sugieren -comentó
oficiosamente un vocero policial: una es la cantidad de cuchilladas, típicas de un
caso pasional; la otra es que convivían, lo que nos induce a pensar en que podrían haber
sido una pareja. De todos modos, el mismo juez de la causa reconoció que no existen
certezas hasta tanto no le tome declaración a la detenida.
El caso de Fabián Tablado Fabián Tablado deberá aguardar una semana más de lo previsto para el
inicio del juicio oral en el que se lo procesará por el asesinato de su novia, Carolina
Aló, de 113 puñaladas. Así lo decidió la Sala Tres de la Cámara de Apelaciones en lo
Criminal de San Isidro, que postergó el inicio del juicio del 1º al 9 de diciembre.
El crimen ocurrió el 27 de mayo de 1996, en Tigre, cuando Tablado, de 21 años, propuso a
Aló, de 17, que quedara embarazada, mientras mantenían relaciones en la casa de la
familia Aló. La joven se negó y, según la acusación, Tablado, quien ya sentía celos
de otro muchacho, se sintió despechado y la apuñaló con un cuchillo y luego con un
formón. Después huyó, pero fue ubicado por un amigo que hizo la denuncia a la policía.
Durante el proceso, la pulseada entre la fiscalía y la defensa se concentrará en
determinar si Tablado es inimputable o no. Según el abogado de la familia Aló, el
informe de los peritos oficiales indica que el imputado comprendió la criminalidad
del acto y, además confesó el crimen. |
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