Por Diego Schurman
Los fiscales que
investigan a María Julia Alsogaray por presunto enriquecimiento ilícito tienen más
trabajo: la secretaria de Medio Ambiente se presentó este año en los Estados Unidos a
sus vecinos como dueña de cinco lujosos departamentos con vista al Central Park de Nueva
York. Las propiedades están valuadas en 4 millones de dólares y pertenecen al condominio
de la Essex House, uno de los exclusivos hoteles cinco estrellas de Manhattan donde suelen
alojarse personajes como el actor Robert Redford y el periodista de televisión Larry
King.
Alsogaray nunca pasó desapercibida para los vecinos norteamericanos. Pero los argentinos
supieron de su presencia en el complejo recién en abril pasado. Cuando las inundaciones
concentraban la atención de los argentinos la funcionaria optó ese mes por viajar a los
Estados Unidos para participar de una conferencia de Naciones Unidas sobre desarrollo
sustentable.
En ese momento los medios de prensa reprodujeron las críticas que no sólo la oposición
sino también algunos justicialistas le hicieron a la ex privatizadora de ENTel. La
enviada especial de La Nación incluyó, además, lo que hasta ahora parecía un dato
menor: que María Julia estaba alojada en la Essex House.
El edificio está dividido en dos áreas. En una funciona el servicio de hotelería y en
la otra las habitaciones pertenecen a un condominio. Son departamentos que comparten los
servicios con el hotel. María Julia no se alojó en la primera sino en uno de los
departamentos de la segunda.
Según pudo establecer Página/12 aquí y en Nueva York, la mujer de la nieve y los
tapados de piel se presentó este año ante los vecinos como dueña de cinco departamentos
del condominio. Dos de esos inmuebles están en el piso 11, llevan los números 1161 y
1162, y la funcionaria los habría comprado para sus hijos Francisco y Alvarito. Los otros
tres están en el 14, con los números 1460, 1461 y 1462, y están destinados a uso
propio.
Que sean habitaciones contiguas no es una casualidad. Como hizo en su petit hotel de
Buenos Aires, también allí habría emprendido tareas de refacción volteando las paredes
para unificar los ambientes. No hubo quejas al respecto. Tampoco con el pago de los 600
pesos de expensas por unidad, que María Julia cumple con puntualidad inglesa.
Los cuartos art decó del condominio tienen línea de teléfono y fax, son de unos 60
metros cuadrados y están divididos en dos amplios ambientes. En ese lujoso edificio,
ubicado en una de las zonas más cotizadas de Manhattan, los departamentos cuestan entre
600 mil y 1 millón de dólares. El valor varía de acuerdo a la altura y la vista al
maravilloso Central Park.
Alsogaray no está registrada en la computadora del hotel. Una corporación fue la
encargada de realizar la adquisición. No es más que una práctica para quien busca
reserva o prefiere las sociedades anónimas como cobertura legal de los bienes familiares.
El ingeniero Alvaro Alsogaray tiene la casa de su country a nombre de una sociedad
anónima y explicó en público que eso le parece razonable.
Un vecino dijo a este diario que uno de los posibles grupos a cargo del trámite de compra
sería la sociedad Purple Cross, Cruz Púrpura. Pero otros vecinos de la Essex House
barajaron que podrían ser varias las sociedades anónimas comprometidas con la
adquisición.
Por su tarea en la función pública, la ex afiliada de la UCeDé cooptada por el
menemismo no dispone de tiempo para viajar todos los meses. Pero durante 1998 ya visitó
varias veces Nueva York. La última estadía en Essex House fue en setiembre.
Dos fiscales pidieron al juez Juan José Galeano que cite a María Julia a prestar
declaración indagatoria. Eamon Mullen y José Barbacia hicieron la solicitud argumentando
que sus bienes y nivel de vida no se corresponden con sus ingresos. Alsogaray percibe un
sueldo promedio de 3 mil pesosmensuales y hace 13 años que ejerce cargos como funcionaria
pública. Además de ENTel y la Secretaría de Medio Ambiente fue interventora de Somisa.
Como ella misma informó que había recibido donaciones familiares, los fiscales deberán
pedir ahora
a María Julia que pruebe el origen lícito de su fortuna actual.
El enriquecimiento ilícito está castigado con una pena de entre dos y siete años de
prisión, según establece al artículo 268 del Código Penal.
Los fiscales calculan que en los últimos diez años Alsogaray incrementó su patrimonio
en dos millones de pesos. Esa es la cifra de enriquecimiento ilícito que la Justicia
podría comprobar, según adelantaron a Página/12. Los números se desprenden de la
investigación iniciada por la Justicia a partir de 1993, luego de una denuncia por los
niveles mensuales de gastos de la secretaria de Medio Ambiente.
Si bien funcionarios de la DGI confirmaron el monto del aumento patrimonial, reconocieron
que existen artilugios para disfrazarlo y lo mismo podría suceder con sus adquisiciones
en el exterior.
LOS HABITUES DE LA ESSEX HOUSE
Bob, Larry, Bernard & Mary
Robert Redford para
habitualmente en la Essex House.
En Petrossian, en la esquina, puede comprarse buen caviar. |
Larry King, estrella de la TV.
Otro vecino ocasional. |
Por D.S.
La Essex House es
un lugar para exquisitos. Tiene vista privilegiada hacia el Central Park de Nueva York y
entre las estrellas que hacen reservas están el actor y director Robert Redford, uno de
los más célebres entrevistadores locales, Larry King, y el periodista de la cadena CNN
Bernard Shaw, que fue quien relató desde Bagdad el comienzo de la guerra del Golfo.
El hotel cinco estrellas fue edificado en 1931 en una de las zonas más cotizadas de la
isla de Manhattan. Está en la residencial Central Park South, a metros del Carnegie Hall,
de los negocios de la Quinta Avenida y del Lincoln Center. Enfrente se encuentra una
estatua bañada en bronce de San Martín, y por la zona circulan incansablemente carruajes
tirados por caballos.
El edificio fue refaccionado en el 90. Los propietarios del condominio debieron
desalojar sus habitaciones para que la división arquitectónica de la empresa Kajima
realizara la obra. El hotel fue comprado por Nikko, una empresa japonesa que forzó un
cambio de nombre: el Essex House es también presentado ahora como el Hotel Nikko New
York.
Sus tres restaurantes son de los más recomendados entre los neoyorquinos. Ellos son el
café Botánica, Le Celebrite y un comedor de estilo japonés. Para los que prefieren una
noche de lujuria a pocos metros cuentan con una sucursal de Petrossian, una exquisita casa
de comidas especializada en caviar.
Para los que vienen desde el exterior, como en el caso de María Julia Alsogaray, el hotel
está a 40 minutos del aeropuerto John Fitzgerald Kennedy y a 25 del de La Guardia.
Ese tiempo es también el que demoró Graciela Fernández Meijide en llegar al hotel. La
precandidata de la Alianza pasó forzadamente por el Essex House y conoció las
habitaciones estilo art déco cuando se le cayeron las reservas en el hotel Salzburgo. Fue
a fines de abril, en el mismo momento en el que allí se encontraba la secretaria de Medio
Ambiente.
Ambas se evitaron durante los días en que coincidieron. Meijide había llegado a la isla
de Manhattan con una agenda liviana, que luego completaría con un viaje a Washington.
Alsogaray también fue luego para la capital norteamericana.
Para ellas o para el turista más neófito resulta prácticamente imposible perderse en la
noche si uno se aloja en el Essex House. Con elevar la vista hacia esa negrura lejana que
demarcan los rascacielos, se puede ver un letrero enorme con el nombre del hotel. Está
justo ahí, en la terraza de ese oasis para los neoyorquinos, según se promociona en las
páginas de Internet.
La conexión mundial es el eslabón más
buscado
Nueva York es una de las plazas predilectas
para colocar fondos en el exterior.
También para comprar propiedades de buen valor de reventa y realización en el mercado.
Los movimientos de fondos de María Julia que investigan los fiscales.
Por Irina Hauser
La ingeniera María Julia
Alsogaray una ingeniera que según consta en los expedientes no está matriculada en
ningún Consejo de Ingeniería parece tener devoción exacerbada por hacer germinar
su patrimonio en todos los rincones del mundo. Los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia
la acusan de enriquecimiento ilícito e investigan si, además de ser una fanática de los
inmuebles, también posee cuentas bancarias radicadas en algún lejano país, como es de
rigor en quienes buscan ocultar el origen de su riqueza. Nueva York es una de las plazas
habituales para depósitos a control remoto. Con la declaración patrimonial que Mary July
presentó este año ante la solicitud de la Justicia no alcanza a justificar ni por asomo
su aumento patrimonial que, de acuerdo a la investigación judicial, rondaría los dos
millones de dólares comprobables.
Con los 3000 pesos promedio que gana como Secretaria de Recursos Naturales, muy
difícilmente María Julia pueda haber accedido a todo lo que tiene. No sólo por el petit
hotel de 600 metros cubiertos en el que vive (ubicado en Junín 1435), o por su inversión
de 200 mil para festejar su cumpleaños número 47 en el Hotel Alvear. O porque muestre
gozosa como propios cinco suntuosos departamentos estilo art déco frente al Central Park
de Nueva York. La insistencia de la secretaria de Estado en excluir varios de sus
inmuebles de sus declaraciones patrimoniales al igual que la generalidad de sus gestos de
ostentación son sólo un capítulo del oscuro laberinto que, con mucha suerte y buena
voluntad, llevará a saber cómo hizo para amasar semejante fortuna en los 13 años que
lleva en cargos públicos.
Es decir, la conexión internacional resulta ineludible en la investigación
que llevan adelante los representantes del Ministerio Público. Ellos ya saben que la
señora Alsogaray (h) tiene una cuenta en Uruguay. Pero si posee o no dinero en otros
países es, según afirmaron a Página/12 funcionarios judiciales cercanos a la pesquisa,
uno de los mayores enigmas que Mullen y Barbaccia quisieran dilucidar.
En el escrito que elevaron al juez Juan José Galeano para pedirle que indague a la
secretaria de Estado y la procese si cree que hay elementos suficientes, los fiscales
señalan que pudieron establecerse una serie de operaciones financieras que llaman
la atención de esta Fiscalía tanto por sus elevados montos cuanto por los movimientos de
dinero que reflejan, cuyo origen se desconoce. La lista de esos movimientos
sospechosos, no exentos de vinculación con posesiones en el exterior, incluye:
Una
donación efectuada por sus padres (Alvaro C. Alsogaray y Edith L. A. Gay de Alsogaray)
documentada mediante escritura pública de fecha 18 de julio de 1994, por la suma total de
863.769 dólares.
Un
depósito de 250 mil dólares con fecha 6 de mayo de 1994 en la cuenta corriente Nº
3524573 de la Sucursal República Oriental del Uruguay del Banco de la Nación
Argentina.
Plazo fijo
a 90 días por la suma de 50 mil dólares de fecha 16/5/94 en la misma entidad
bancaria.
Transferencia internacional registrada en el resumen de la cuenta corriente
Nº 99-048030-3 del Banco Francés del Río de
la Plata S.A con fecha 18 de mayo de 1994 por la suma de 199,305,14 pesos.
Al menos 21
depósitos en efectivo repartidos entre 1994 y 1997 por sumas que oscilan entre 5000 y
hasta 230 mil pesos.
Pago
efectuado a la DGI por la suma de 551.431,02 entre mayo y julio de 1994.
La constitución
de seis hipotecas entre 1992 y 1994, período en que las tasas de interés se mantuvieron
estables.
La
incorporación a sus arcas de casi 300 mil pesos provenientes de fondos secretos del
Gobierno, obtenidos al amparo de la Ley Secreta 18.302. María Julia recibió
esas sumas desglosadas así: 86 mil pesos (1992), 120 mil (1993), 70 mil (hasta Julio de
1994) y otros 11.600 pesos. A todo este listado Mullen y Barbaccia suman otro dato clave:
en noviembre de 1991, Mary July cobró 500 mil pesos de honorarios de Astilleros Alianza
S.A, propiedad de Armando Martinenghi, a la que supuestamente asesoró para su
postulación en la privatización de empresas del Estado (bajo promesa de obtener
participación). Curiosamente, era una firma que estaba en quiebra y que, además, nunca
incluyó a Alsogaray (h) en su lista de acreedores. A su vez, Astilleros Alianza
había recibido un préstamo por igual suma de la empresa panameña Zeal International
Corporation, cuyo titular declaró no tener noticia de la operación. Según una pericia,
el recibo presentado era falso.
Buen gusto para las
propiedades
Por I.H.
Todas las mañanas un guardaespaldas le abre la
puerta del auto de vidrios polarizados. María Julia Alsogaray exhibe la piel satinda, se
acomoda el brushing y cruza sus piernas vestidas con buenas medias de seda. Pero tuvo que
acostumbrarse a elevar sus tacones para sortear los escombros que suelen quedar en la
puerta de su barroca-mansión-de-Junín1435-custodiada-las-24-horas.
El petit hotel en cuestión, que compró aparentemente subvaluado por 250 mil pesos
declarados, es uno de los elementos que alimentan la causa judicial por enriquecimiento
ilícito que el juez Juan José Galeano tiene en su poder desde hace cinco años pero
podría derivar, en los próximos días, en un pedido de indagatoria. Según los fiscales
Eamon Mullen y José Barbaccia, es inimaginable que con 3000 pesos mensuales de sueldo de
la función pública María Julia haya podido pagar 650 mil dólares de refacciones a su
dulce hogar y gastar más de 10 mil mensuales en tarjeta de crédito. Acorde a los
cálculos de los investigadores
la acusada tendría ingresos de unos 30 mil pesos.
Su aumento patrimonial fue directamente proporcional a su acercamiento en los últimos 13
años al presidente Carlos Menem. Al menos eso es lo que sugieren los fiscales. Entre 1985
y la actualidad, fue diputada nacional, Interventora y liquidadora de Entel, Interventora
y liquidadora de Somisa y secretaria de Recursos Naturales. En este lapso pasó de tener
un modesto departamento en la calle Riobamba 1236 piso 10º (con cochera), dos autos,
bienes por tres mil pesos e inversiones en empresas familiares (Cadesym, Safip, Pincar,
Guandacay) a poseer su mansión, una bóveda en el cementerio de la Recoleta, bienes por
200 mil pesos, otros dos autos, 80 mil pesos en efectivo y cuatro inmuebles y una cochera.
Este año, además, en el paquete de modificaciones de su casa incluyó la compra de dos
departamentos en el edificio de al lado (Junín 1441/1443), el 3º 41 y el 3º
43. En esa misma dirección ya tenía otra propiedad, el 2º 31.
En el resumen de expensas los tres están a nombre de su hijo Francisco Erize, pero la
señora se tomó el trabajo de conectarlos con su casa. Para romper la medianera le pagó
al consorcio vecino 5000 pesos. |
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