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Por David Cufré En el centenar de leyes y resoluciones que aprobó anteayer el Senado, se incluyó una norma que exasperó a Roque Fernández. Se trata de una ley que modificó el esquema impositivo para los combustibles, lo que daría lugar a un negocio redondo para tres petroleras, y para el Estado supone un costo fiscal de unos 350 millones de pesos. Además, la legislación en cuestión echa por tierra con el decreto que facilitó las condiciones para importar naftas, con lo que se buscaba abaratar su costo para los consumidores. En el Palacio de Hacienda ya se decidió reclamar el veto presidencial a, por lo menos, dos artículos de la ley, aquellos que afectan la recaudación impositiva. En tiempo record para lo que suele demorar el Congreso en sancionar una ley, los legisladores aprobaron un proyecto que modificó de raíz el que había enviado el Poder Ejecutivo. Esa iniciativa procuraba simplificar la importación de combustibles, a fin de presionar a las comercializadoras locales para que rebajen el precio de venta al público. Esto es porque las empresas que operan en el país no reflejaron en los surtidores la abrupta caída que registró el precio del crudo a nivel internacional. Para evitar la eventual demora en el tratamiento de la ley, y la presión del lobby petrolero sobre el Congreso, el Poder Ejecutivo resolvió establecer las mismas condiciones que fijaba aquel proyecto mediante la sanción de un decreto. Sin embargo, la Cámara de Diputados aprobó hace dos semanas, y el Senado anteayer, la ley que pretendía desregular el mercado petrolero. Pero el proyecto sufrió sustanciales modificaciones. En primer lugar, fijó para un nuevo tipo de nafta ecológica una carga impositiva menor a la que pagan las que se comercializan en la actualidad. Se trata de una nafta sin plomo oxigenada, que requiere la incorporación de un aditivo denominado MTV. La única empresa que está en condiciones de producir el nuevo combustible es YPF. Para esa nafta, el Congreso fijó un impuesto de 32,96 centavos en el caso de la común, y de 41,35 centavos para la súper. Las otras ecológicas que están hoy en el mercado pagan 38,78 y 48,65 centavos, respectivamente. Es decir, la rebaja tributaria es, en ambos casos, del 15 por ciento. Las competidoras de YPF sostienen que, hasta que puedan poner sus plantas refinadoras en condiciones de elaborar el nuevo combustible, la ex petrolera estatal se beneficiará al poder ofertar al público un producto a más bajo precio y mejor calidad. Para el Estado, esto supondrá una pérdida de ingresos, que se agigantará cuando todas las comercializadoras vendan la nafta oxigenada. El cálculo de Economía es que perderá unos 300 millones de pesos al año. Otros 50 millones se dejarán de recaudar si el Presidente no veta el artículo que creó un subsidio para la exportación de solventes. La ley dispuso que para la venta al exterior de ese producto se le reintegre al exportador 29 centavos por litro. Pero la producción de solventes está desgravada, por lo que la empresa que lo comercialice al exterior embolsará el subsidio sin haber hecho antes ningún pago al fisco. Las principales productoras de solventes son dos compañías medianas: Dapsa y Sol Petróleo. "Es una locura, esto se parece a la maniobra del oro", dijo a Página/12 un alto colaborador de Fernández. Por otra parte, la ley que buscaba facilitar la importación de combustibles, en definitiva logró todo lo contrario. El Congreso estableció que los importadores deben tener una capacidad de almacenaje de naftas que, en la actualidad, nadie posee, salvo las comercializadoras locales.
ROQUE SALIO AL CRUCE DE LAS CRITICAS DE
CAVALLO Roque Fernández le devolvió ayer el golpe a Domingo Cavallo, quien lo había acusado el día anterior de poner en riesgo la estabilidad con los errores que está cometiendo en su gestión. Con la misma virulencia que empleó el ex ministro, Roque enfatizó que durante su actual mandato al frente de Economía corrigió las falencias de su antecesor. "La convertibilidad no corre ningún riesgo, pero sí lo corría cuando él era ministro y dejó un déficit fiscal cercano a 8000 millones de dólares", subrayó Roque, al salir al cruce de las declaraciones de su antecesor. El jefe del Palacio de Hacienda dijo también que "en la actualidad el déficit fiscal no llega a la mitad del que había cuando asumimos". "En mi opinión --concluyó-- es Cavallo quien está equivocado." No es la primera vez que los antiguos compañeros de equipo se cruzan con dureza. El año pasado Cavallo acusó a Fernández de "vivir de rentas", en referencia a que se dedicaba a administrar los éxitos conseguidos durante su gestión, sin profundizar las reformas. En otra oportunidad, Cavallo objetó la docilidad de su sucesor frente a la ambición de Carlos Menem de conseguir una nueva reelección, lo que, en su opinión, afectaba a la economía. En ambos casos, Roque evidenció un enojo que no suele mostrar en otras oportunidades. Ayer, el ministro insistió que gracias a su trabajo la estabilidad está asegurada.
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