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Por Raúl Dellatorre El mercado petrolero mundial volverá a conmoverse la semana próxima, cuando Exxon y Mobil Oil, las dos mayores compañías estadounidenses del sector, anuncien su fusión. Apenas 75 días atrás, British Petroleum (BP) y Amoco Oil habían anunciado su anexión bajo control de la primera, con lo cual se instalaron en el ranking mundial como la tercera empresa del rubro. La respuesta de Exxon la consolidará en el primer lugar del mercado, al constituir una nueva empresa con un valor de mercado de 263 mil millones de dólares. En el sector, fue interpretada como una respuesta defensiva a la estrategia de BP. La caída del precio del petróleo, hoy en su nivel más bajo en muchos años, dinamizó los ajustes de costos y decisiones tendientes al aprovechamiento de las economías de escala. La angloholandesa Shell sigue, por el momento, jugando sola en este disputado universo. Quedó ranqueada en el segundo lugar y buscó, en los últimos meses, fortalecer su posición en el mercado gasífero, comprando reservas en diversos puntos del planeta. Una de estas adquisiciones la realizó en la Cuenca Noroeste argentina, con vistas a posicionarse para el abastecimiento del fluido a Brasil una vez que entre en operaciones el gasoducto que unirá el Altiplano con el sur de aquel país. En el país vecino, Shell ya participa en el emprendimiento de una usina eléctrica, la cual espera alimentar con gas de Bolivia y el norte argentino. La crisis del precio del crudo desató una ola de fusiones que, aseguran los expertos, aún no ha terminado. El recorte de ganancias que significó para las grandes compañías la caída de la demanda asiática, sumado a la incapacidad de los miembros de la OPEP principales países productores para decidir una reducción acordada de la producción, obligó a la adopción de decisiones estratégicas de supervivencia. El cartel de naciones petroleras finalizó ayer su reunión semestral en Viena (Austria) sin poder adoptar decisiones sobre recortes de la producción, y aplazó hasta marzo una resolución al respecto. Exxon, a través de la asociación de Mobil, pasaría a constituir un gigante del mercado de hidrocarburos, con reservas petroleras por 10 mil millones de barriles y gasíferas por casi 60 billones de pies cúbicos. Los analistas dan por seguro que la fusión implicará la eliminación de sectores de cada empresa y de persona. Ambas empresas tienen una estructura integrada verticalmente desde la exploración hasta la comercialización y actualmente compiten en prácticamente todos las franjas del mercado. La fusión BP-Amoco contó a su favor con que ambas empresas eran complementarias. En cambio, el principal valor del matrimonio entre Exxon y Mobil es la posición de primacía que le otorgará la suma de reservas. El petróleo crudo tipo Brent (calidad de referencia de la producción del Mar del Norte) tocó esta semana valores por debajo de los 11 dólares por barril. A este precio, muchos proyectos de exploración se abandonaron por haber dejado de ser rentables. Un buen ejemplo de ello es el reciente retiro de Shell de las tareas exploratorias en el área Malvinas. Bajo estas circunstancias, la decisión estratégica de las grandes compañías (las majors, como se las denomina en el sector) es comprar reservas ya exploradas o directamente las firmas propietarias de las mismas. Texaco, Chevron y ARCO (Atlantic Richfield Corp) son algunas de las empresas estadounidenses que ahora quedan en una posición vulnerable y presionadas a buscar algún tipo de asociación que les permita mantener su participación en el mercado. Las versiones circulantes sobre el avanzado estado de las negociaciones entre Exxon y Mobil impulsó las operaciones de las bolsas en el mundo. La plaza de Nueva York no operó debido al feriado del Día de Acción de Gracias, pero en Europa se registró un generalizado avance, ante la previsión de que la citada unión promoverá otras adquisiciones en laindustria petrolera. Las perspectivas de los analistas del mercado coinciden en que el precio del crudo seguirá planchado por un tiempo prolongado. Frente a tales condiciones, el actual reacomodamiento de piezas sólo representaría el inicio del proceso.
COMBATEN EL EJERCITO Y LAS FARC EN COLOMBIA A 51
ascendió el número de muertos 11 militares y 40 guerrilleros que dejaban los
fuertes combates que desde el miércoles libran al sur de Colombia el Ejército y la
guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC, marxista), informó anoche el
Ministerio de Defensa. El informe oficial, que calificó de intensos los
combates, también reportó 16 uniformados heridos. En la mañana, durante una conferencia
de prensa, el ministro de Defensa, Rodrigo Lloreda, había dado un reporte preliminar de
seis militares y cinco subversivos muertos, pero advirtió que la cifra podría aumentar
en las próximas horas debido a que los choques armados continuaban. Los enfrentamientos
se libran en una apartada zona rural entre los municipios de Calamar y el Retiro,
departamento del Guaviare en la región sudeste de Colombia.
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